Quédense con esto: la pornografía es una de las grandísimas mentiras que hay en la vida…
- ¿Cuáles son los daños que la pornografía causa en el espíritu de la persona?
Responde Pbro. Ernesto María Caro/ Proyecto Evangelización activa.
Es una adicción que va a corromper interiormente la vida sexual de la persona. Primero porque va a generar un impulso que se va a estar alimentando, ya no de lo que es lo natural, sino de lo antinatural, porque todo lo que vemos en la pornografía no es lo natural de la relación sexual humana. El más afectado es el varón. Empieza en la juventud, pero el problema es que esto se va a volver más agudo y se va a mantener en el matrimonio. Entonces, el hombre obliga mucho a la esposa para buscar la excitación, lo cual no es necesario y es un grave error. Desde el punto de vista moral, lo que estamos viendo en la pornografía no es una relación de unos esposos, ya desde ahí es completamente inmoral. Por otro lado, lo que se está viendo no es lo que se busca en una relación que se hace por amor y para complacer a la pareja. Ahí el único que busca satisfacción es el hombre y humilla gravemente a la mujer pidiéndole hacer cosas que son contra natura. Eso obviamente empieza a fracturar la relación de los esposos y sabemos que la relación íntima dentro del matrimonio es una parte importante en la estabilidad matrimonial. Cuando se corrompe esa parte del matrimonio, lo más posible es que se fracture el resto del matrimonio. En el tema de los novios, la pornografía detona en empezar a tener relaciones, obviamente todo eso va a deteriorando la vida espiritual. Todo tiene que ver con la vida humana y desde ahí entendemos por qué es pecado, por qué destruye. Nada es pecado más que lo que destruye al ser humano, por eso lo prohibió Dios. Robar, matar, fornicar, decir mentiras, todo eso nos destruye, destruye a otras personas, por eso lo prohíbe. Si la relación sexual fuera del matrimonio no destruyera, no estaría prohibida. Es más lo que Dios nos deja hacer, que lo que nos prohíbe. En estos temas, el demonio ataca por ser prohibidos, máxime en el tema sexual, que son pulsiones que vienen desde lo más profundo del ser humano.
El problema es que todos estos temas los vemos como bueno porque no tenemos capacidad de ver lo malo. El que ve pornografía lo hace porque cree que es algo bueno. El único que nos puede decir qué es bueno y qué no, es Dios, porque Él fue el que creó al ser humano y sabe lo que le hace bien, lo que le hace mal. Tenemos que poner nuestra vida en manos del Señor. El capítulo 6 de la carta a los Efesios nos habla de la armadura espiritual: “Póngase la armadura espiritual para que puedan resistir el día malo y evitar así el engaño del demonio”. Si queremos evitar todos estos engaños que nos hacen pensar que todo esto es bueno, necesitamos la armadura espiritual, la palabra de Dios, la fe, todo lo que nos presenta es lo que puede hacer que nosotros podamos enfrentar la mentira del demonio y salir adelante. Quien no lleva una vida espiritual seria, será siempre una víctima del pecado.
- ¿Cómo la pornografia afecta al matrimonio y a la familia?
Responde: Pbro. Angel Espinosa de los Monteros, sacerdote conferencista, experto en matrimonio y familia.
Sobre todo afecta muchísimo a los jóvenes, pero también al matrimonio, porque descompone la imagen de una auténtica mujer, de un hombre, en nuestra mente y en nuestro corazón y nos hace pensar que la vida es placer, que la vida es sexo, y no es así. Hace un momento decia yo que el amor humano es una belleza, incluida la intimidad, ¡lo inventó Dios!, no son descubrimientos de nosotros, pero todo tiene su justa medida. Cuando te llenas la cabeza de placer, del placer por el placer, del máximo placer, etcétera y tu mujer, o tu marido no te lo da, porque la pornografía es la mentira mas grande: ver una película pornográfica es ver a dos personas que no se aman, que no se quieren, no se conocen, les están pagando, son dos artistas. Ver pornografía es exactamente lo mismo que ver Batman y Superman, entonces yo no me puedo poner una toalla de capa y saltar por la ventana. Entonces están vendiendo una mentira, ya sé que es ciencia ficción, aventura, comedia, pero la pornografía es la mentira más grande que hace pensar a los hombres” yo quisera tener una mujer como esa”, ¡pero esa mujer no existe! A las mujeres: “yo quisiera un hombre como ese”, ¡ese hombre no existe!. Esos son cuerpos, tienen ese cuerpo porque se dedican a eso, te ponen musiquita, te inventan ochenta posturas, pero la realidad es que el matrimonio no es así, entonces te destroza el interior; después tu lo quieres vivir y te llevas el chasco de tu vida. El matrimonio es amor, cariño, compañía, mucho placer también, desde luego, pero como que cada cosa tiene su medida. Quédense con esto: la pornografía es una de las grandísimas mentiras que hay en la vida.
- ¿Cómo contribuye la cutlura actual a que alguien se haga adicto a la pornografía?
Responde Alejandro Bermúdez, director de Grupo ACI
El tema de la pornografia es uno de los problemas más graves que en este momento encontramos relacionado a lo que sucede en Internet y encontramos que es uno de los que menos importancia se les está dando. Esto te lo puedo decir porque estuve en una reunión de muchos sacerdotes, centenares de sacerdotes en Denver, Colorado, y la cantidad de problemas de pornografía que ellos encuentran en jóvenes de ambos sexos y no solamente en jóvenes, sino en adultos, en personas casadas, ¡es enorme!. Nosotros estamos hablando verdaderamente de una epidemia frente a la cual necesitamos dos cosas : primero, una auténtica terapia, tenemos que encontrar una forma de solucionar este problema y de enfrentar y sanar a esas personas que han caído en la pornografía. Pero más importante que eso, todavía, es prevenir, preparar a los padres para que desde niños y jóvenes exista una capacidad de pureza interior, pureza de alma y una sabiduría e inteligencia para navegar en Internet, para evitar caer en las garras de este mal.
- ¿Hay esperanza para las personas que están atrapadas en la pornografía, jóvenes en su mayoría?
Responde: Matt Fradd, escritor y conferencista católico, experto en el tema
Sí, hay esperanza. No tiene que ser de este modo. No debemos permitir a la industria de la pornografía succionarnos hacia ese mundo. Y lo podemos lograr no mirando pornografía, aunque lo haya hecho anteriormente, aunque me sienta tentado a hacer… hay cosas sencillas que podemos hacer para no caer. Ellos necesitan que la gente caiga, y cuando eso pasa hay que ir al sacramento de la Confesión, es muy importante. Admiro el trabajo de los grupos de 12 pasos, como Sexo-adictos Anónimos. También me parece bien y apoyo la terapia contra la adicción al sexo. ¡Acudan a terapia! Y por ultimo la dirección espiritual. Me parece que las personas que acuden a estos recursos encuentran la mejor esperanza que pueden hallar para mantener una sobriedad de largo plazo. También creo que las personas adictas a la pornografía deben reconocer que la liberación de la adicción a la pornografía o a los pecados sexuales, no debe verse como un destino final. Es decir, que no piensen, haré esto y ya seré puro y casto. Al contrario, la pureza y la castidad son una decisión diaria, contínua que debemos hacer por nuestros actos. También en la castidad tiene qué ver la integración de la sexualidad de la persona. Pero es una decisión diaria. Es fácil enojarse con uno y un día decir “no volveré nunca a ver pornografía”, pero a eso le falta lo concreto de una decisión firme. Es mejor decir: “por hoy seré una mujer o un hombre que hago este propósito”.