Diana Adriano
En el contexto de grave violencia que se vive actualmente en la frontera Juárez- El Paso en contra de los migrantes, el pasado jueves 21 de marzo la Diócesis de El Paso albergó un evento con un claro mensaje de solidaridad hacia las personas en movilidad.
Bajo el título «No tengas miedo», se realizó la Marcha y Vigilia por la dignidad humana, encabezada por el obispo de El Paso Mark Seitz y su obispo auxiliar Anthony Celino, evento al que asistió como invitado el obispo de Ciudad Juárez don Guadalupe Torres Campos, así como otros líderes religiosos de la región.
“Estamos en un momento urgente y desafiante en la defensa de los derechos y la dignidad de las personas vulnerables en movimiento” dijo el obispo Mark Seitz, en una declaración oficial previa a la vigilia.
Esto luego de la reciente sentencia del tribunal supremo de los Estados Unidos por la que se autoriza a Texas aplicar temporalmente la SB4 “una polémica ley de inmigración que faculta a los funcionarios estatales a arrestar y detener” a las personas que quieren entrar sin autorización en los Estados Unidos, hecho que “ha provocado una gran preocupación en la comunidad de El Paso”.
Juárez, presente
El padre Francisco Bueno, director de Casa del Migrante y encargado de la Movilidad Humana en la diócesis, también participó en el evento.
Explicó que con este evento se demandaron políticas migratorias más justas.
«Es un evento que lleva por título ‘No tengas miedo’ porque queremos transmitir un mensaje de esperanza y apoyo a quienes se ven obligados a dejar sus hogares en busca de una vida mejor», declaró el sacerdote.
Tras expresar su preocupación por las difíciles circunstancias que enfrentan los migrantes en el Estado de Texas, el padre Francisco dijo que la marcha y vigilia no solo buscaron llamar la atención sobre las injusticias en contra de estas personas, sino también generar conciencia en la comunidad sobre la importancia de ofrecer un trato digno y humano a quienes llegan en busca de refugio y oportunidades.
Con la asistencia de cientos de personas de diversas organizaciones locales y defensores de los derechos humanos, la marcha comenzó en la Plaza de los lagartos, en la vecina ciudad, y caminó por varias calles hasta llegar a la parroquia Sagrado Corazón de Jesús.
Ahí se celebró una vigilia de oración interreligiosa, pues participaron líderes y seguidores no sólo de la Iglesia católica y cristianas, sino de otras denominaciones.
El padre Francisco Bueno resaltó la importancia de que haya unidad entre personas de diversas creencias.
“Unirnos como Iglesia y con personas de buena voluntad nos hace alzar la voz y ver por las necesidades de los demás», afirmó.
Unidad ante la injusticia
De acuerdo a Dylan Corbett, del Instituto Fronterizo Esperanza, esta marcha y Vigilia también fue ocasión para mostrar solidaridad al proyecto Casa Anunciación que atiende migrantes en El Paso desde hace décadas, y el cual está siendo investigado por el fiscal de Texas, que acusa a la obra y su director Rubén García, de “trata de personas”.
Así, el evento fue un llamado a la acción para seguir contribuyendo desde la fe a mejorar la situación de las personas en movilidad que transitan por esta frontera.