La figura materna que Consuelo no tuvo la encontró en la Virgen María, a quien se consagró y por quien se bautizó…ahora es legionaria de Cristo y fiel promotora del rezo del santo Rosario…
Ana María Ibarra
Después de conducir su vida según se lo marcaran los astros, el tarot y toda práctica de esoterismo, Consuelo Sáenz tuvo un encuentro con Dios a través de María, iniciando en el catolicismo con el rezo del Santo Rosario que la llevó a consagrarse a la Santísima Virgen y a conocer así a Jesús.
Infancia difícil
Licenciada en Sociología y con una maestría en educación, investigación y docencia, Consuelo compartió con Presencia que desde su nacimiento hasta antes de la pandemia vivió sin conocimiento de Dios, involucrada en lecturas y prácticas esotéricas.
“Provengo del New Age, de la lectura del tarot, las cartas astrales. Mi madre siempre llevaba cosas para leer. Así como llevaba buenas lecturas llevó otras no muy recomendables como las que hablaban de la bruja blanca, la bruja roja, la magia negra, libros que empecé a leer desde los seis años”, recordó Consuelo.
La también periodista cultural explicó que su madre se decía católica, pero nunca tuvieron el hábito de ir a misa o bendecir los alimentos.
«Soy la octava de nueve hermanos. Nacieron cinco varones y mi padre quería la niña. Mi madre buscó la niña, por fin llegó mi hermana que fue la sexta y nació con discapacidad. Fue un golpe tremendo para toda la familia”, dijo.
La entrevistada reconoció que durante su infancia sufrió el abandono de sus padres, ya que su madre se enfocó a su hermana que padecía discapacidad, quedando Consuelo a cargo de una de sus tías en casa de su abuela.
“Regresé a los 15 años a casa de mis padres, cuando murió mi abuela, pero eran para mí unos extraños. Desde muy chica eso me hizo controladora, quería saber que traía el futuro, tener el control de mi vida y desde muy chica empecé a leer astrología; decían que nuestro destino estaba escrito en las estrellas y nacemos con una carta astral”.
Contra la religión
Aunado a lo anterior, Consuelo vio en la religión un motivo de separación en las familias ya que su padre era cristiano protestante y su madre se decía católica, por tal motivo nunca se acercó a ninguna.
Además, al estudiar sociología se inclinó por ideologías de izquierda, por el feminismo y el aborto, lo que la llevó a tener fuertes peleas con su marido.
“Vi las desigualdades, los favoritismos, personas que conspiran para que el pobre sea siempre pobre, apoyaba el aborto porque veía a los niños en la calle y postura era distinta la religión católica, nada del catolicismo me atraía”, reconoció.
Consuelo recordó que fue el 23 de marzo del 2020 cuando “algo” sucedió que cambió su vida.
“Salí esa noche a dejar comida en el techo para las palomas que cada mañana llegan. Miré al cielo y lo vi extraño, como una bóveda. Después mis hijos dejaron de ir a la escuela y mi marido al trabajo y supe que no era normal y no era nada bueno”.
Con el pánico que comenzó a sentir, Consuelo se conectó a su red de Instagram donde se comenzaron a publicar grupos católicos de oración, encontrándose con un video de Lorena Fuenmayor, una católica de Miami, que invitaba a la audiencia a consagrarse a la Virgen María.
“Lorena decía que la Virgen nos necesita para armar su ejército. Yo no era Guadalupana, pensaba que la Virgen de Guadalupe era un invento de los españoles. En ese video hablaban del fin de los tiempos y no entendía, no sabía de escatología, pero recordé a mi abuelo, que era cristiano, y hablaba de eso”.
Llamada a consagrarse
Sin conocer de la Iglesia Católica, Consuelo sintió el llamado a consagrarse y comenzó el método que Fuenmayor propuso, el de Medugorje, rezado durante 33 días el Santo Rosario.
“Sin saber nada decidí consagrarme porque había peligro -debido a la pandemia-. Lorena transmitía a las 6:00 de la mañana de Miami, 4:00 de la mañana de Juárez. Se rezaba el Rosario, me evangelizaba y se hacía una reflexión del evangelio del día. Para mí fue lo que llaman un conocimiento infuso, que cae por la gracia de Dios”, señaló.
Durante el tiempo que Consuelo se preparó para consagrarse, rezar el Rosario diariamente no fue sencillo, sin embargo, estuvo observando algunas señales que le indicaron que estaba en el camino correcto.
“La Virgen tiene sus formas de anunciarnos las cosas, sólo es cuestión de estar alerta. Desde ese momento se abrió mi entendimiento y todo ha sido una paz que nunca en mi vida había experimentado”.
Llegó a la Iglesia Católica
La figura materna que Consuelo no tuvo, la encontró en la Virgen María y nació en ella el deseo de bautizarse y aunque no fue sencillo por la pandemia, lo pudo hacer el 30 de septiembre del 2021.
“Llegar a la Iglesia Católica ha sido un enriquecimiento, me siento maravillada de nuestra doctrina. No fue fácil, ni siquiera el rezo del Rosario que es repetitivo, porque al principio perdía la concentración”, reconoció.
Consuelo ahora es servidora y acude al Santísimo dos veces a la semana, reza el Rosario todos los días, incluso hasta dos veces al día, acercó a sus hijos a que recibieran los sacramento y es legionaria de María en la parroquia Jesús Príncipe de la paz.
“Invito a toda la comunidad a que recen el Rosario. Mi consejo es que empiecen a rezarlo y si se distraen, empiecen nuevamente. Llevo más de dos años rezándolo y ya hasta corto se me hace”, finalizó.