Ana María Ibarra
El pasado lunes 4 de abril, día en que la Iglesia celebró la solemnidad de La Anunciación del Señor, y en la que se recuerda la sacralidad de la maternidad, más de 50 parejas participaron de una celebración eucarística en la cual pidieron a Dios el don de la fecundidad.
En la celebración, realizada en Catedral, el párroco Eduardo Hayen Cuarón, oró y bendijo a las parejas asistentes.
Maternidad y paternidad sagradas
En su homilía, el padre Hayen reflexionó sobre el milagro de la vida desde el momento de la fecundidad, camino que, gracias al “Sí” de María, Dios mismo recorrió.
“Cuando una vida llega a la tierra, ahí empieza la realización de la persona que concluirá con la muerte natural. Toda maternidad, toda paternidad es sagrada porque Dios recorrió el mismo camino de todo embrión”, dijo el padre Eduardo.
Dijo que destruir la maternidad es un crimen y relexionó sobre la “persecución a la vida” que ha existido desde los tiempos de Jesús, ya ahora disfrazada de leyes para la legalización del aborto y uso de drogas.
“Hoy celebramos la fiesta de la Anunciación y estamos llamados a proclamar que Dios se hizo hombre, habitó entre nosotros y vino a vencer las fuerzas del mal. Digamos siempre Sí a la vida porque Cristo lo vivió al lado de María”, afirmó.
Oración y bendición a parejas
Tras la homilía, el sacerdote pidió a las parejas ponerse de pie y tomarse de las manos para orar por ellos. El resto de los fieles se unió en silencio a la oración del sacerdote, quien puso a las parejas en manos de Dios y pidió para ellos el don de la fecundidad.
“Tú conoces Señor aquello que impide que ellos puedan ahora tener un hijo y nosotros con nuestra oración como Iglesia queremos suplicarte y pedirte Padre Santísimo que les ayudes a destrabar esos obstáculos que les impiden la fecundidad, para que el don de la vida humana pueda hacerse presente en estos matrimonios, en estas familias”, oró el sacerdote.
De igual manera, el sacerdote pidió para las parejas serenidad y paz en sus corazones, el alivio de sus tensiones y la apertura a otras posibilidades de fecundidad en su matrimonio.
El padre Eduardo oró también al Espíritu Santo y pidió se derramara en ellos para que puedan concebir un hijo. Al final de su oración pasó por los pasillos del templo rociando a las parejas con agua bendita.
Ofrecen esperanza en método Billings
Al final de la misa, después de dar la bendición, el padre presentó al equipo de Método de Ovulación Billings, quienes compartieron en qué consiste el método, los beneficios y como ayuda a la procreación.
Fátima y Carlos Ramírez, coordinadores del equipo, invitaron a las parejas a asistir a uno de los cursos que imparten, además de que ofrecieron dar acompañamiento espiritual a las parejas que así lo deseen.