La actual administración municipal prepara un acuerdo para solicitar formalmente al Gobierno del Estado el traspaso al Municipio de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS).
De acuerdo a publicaciones en medios locales de comunicación, el nuevo alcalde ha dado a conocer que espera plantear formalmente la solicitud antes de que concluya el primer mes de su mandato.
Como se sabe, este ha sido un deseo de anteriores administraciones municipales, al igual que contar con la administración de Transporte público y la administración del Fideicomiso de Puentes Fronterizos.
Por ello la pregunta de esta semana es:
¿Cree que la Junta de Agua y Saneamiento debe ser administada por el municipio o por el Estado y por qué?
Hay dos dilemas en el asunto. Es mi principio que las JMAS debería de estar en la municipalidad. Constitucionalmente las Juntas municipales de Agua y Saneamiento, por derecho y por historia están en el municipio, y el principio que lo sustenta todo es que es un servicio tan vital que necesita estar su liderazgo lo más cercano a la necesidad de la gente, al usuario. La historia del derecho sobre este tema se data desde los sistemas de acequias que teníamos aquí. Había una persona que estaba contratada por la municipalidad para abrir y cerrar compuertas para poder dotar el servicio, tanto por consumo humano como agrícola, entonces estaban bajo la autoridad municipal desde el derecho natural, vamos a llamarlo así.
Y partidos políticos como el PAN, siempre han dicho eso, pero cuando llegan al poder no lo hacen. Tanto la administración de Francisco Barrio como de Javier Corral. ¿Por qué no lo hacen?
Y aquí viene el segundo dilema, que es que en los ayuntamientos de México no existe, en la mayoría, la capacidad técnica para llevarlo, y segundo, el esquema de control y contrapesos para los alcaldes están demasiado débiles, lo que hace que la caja de las Juntas municipales sean presas fácil del asalto, robo y corrupción.
Esto viene por una debilidad que tenemos en nuestro sistema legislativo. Casi no hay legislación de los controles necesarios y contrapesos dentro de los ayuntamientos. Anteriormente los ayuntamientos eran administraciones del gobierno del Estado y las principales decisiones de egresos e ingresos la tenía que aprobar el Congreso del Estado; ahora el 115 constitucional le da autonomía fiscal a los gobiernos municipales, en donde la totalidad de los ingresos que ellos generen, pueden disponer de ellos sin intervención de ninguna otra autoridad. Hay una verdadera autonomía fiscal y la misma Constitución dice que no puede haber otro organismo por arriba de los ayuntamientos. El problema es cuando se eligen a los alcaldes con mayoría simple, con ese tipo de voto, el Ayuntamiento puede disponer de cualquier recurso, entonces pasa lo que ha sucedido en todo México históricamente, que todas las empresas municipales son saqueadas. Ha sido el caso histórico de Estacionamientos Municipales, de fideicomisos como el de obra publica, fue el caso de cuando existió lo que era un servicio de limpia, ha sido el caso de SUMA, que todo los recursos que entran por ingreso de obras muncipales se debilita, desaparece, porque no hay control.
Entonces la tendencia, en mi experiencia como director adjunto de la Cocef, en toda la frontera, desde Tijuana hasta Matamoros, la experiencia es de que las Juntas municipales de agua y saneamiento que están municipalizadas, están quebradas, y las únicas juntas que están en mejores condiciones, son aquellas que tienen intervención estatal. Por eso viene el conflicto, porque políticamente o en derecho sí deben ser municipales, pero administrativamente y jurídicamente, el marco es tan débil, que pone en riesgo un servicio que debe ser de seguridad nacional.
Es muy delicado el tema. Algo que me preocupa mucho es que se buscan los derechos, pero no se habla de las responsabilidades y no se hace un análisis a profundidad, desde lo técnico y jurídico. Nadie pone los puntos sobre las íes, y es lo que debemos hacer, no sólo para la Junta, sino para las obras municipales, como lo hizo Medellín, un esfuerzo de fortalecimiento para garantizar éxito y utilidades en empresas municipales, para poder invertir en la municipalidad: lo primero que hizo fue una reforma constitucional para el fortalecimiento, algo que tiene qué ver con la definición de la fuerza del Ayuntamiento.
José Mario Sánchez Soledad/ Presidente de Coparmex
Históricamente es una disyuntiva que ha confrontado actores sociales y políticos, y parece que esto va a perdurar en el tiempo. La respuesta, aunque parece sencilla podría ser quien mejor la administre a través de los organismos descentralizados con los que se cuenta en el estado.
Me parece acertada la forma en la que actualmente funciona, administrada por la Junta Central de Agua y Saneamiento, siempre y cuando no se preste como ha ocurrido en muchas ocasiones, como caja chica para solventar campañas electorales.
Considero esta la mejor manera ya que puede gestionar todos los esfuerzos señalados en la Ley del Agua del Estado de Chihuahua y coordinar de mejor manera todo lo relacionado con el servicio de agua potable, alcantarillado y saneamiento en el estado.
Si el municipio en cualquier momento se encuentra preparado con la legislación correspondiente y cuenta con los recursos necesarios, no veo el porqué, en un futuro, pueda ser, quien mediante un organismo descentralizado pueda llevar la administración de la JMAS.
Mtro. Ramón Enrique Rodríguez/ Caridad y Verdad
El asunto del agua debe ser tratado con particular cuidado, ya que es un recurso natural no renovable. Además es el líquido vital por excelencia, requiere de una infraestructura sólida, grande para poder ser bien administrado; es por ello que pienso que el Gobierno del Estado siga en la rectoría de la Junta de Aguas y Saneamiento, pues el cuidar el vital líquido no admite errores ya que de ello depende nuestro presente y nuestro futuro.
Soltar la administración del agua al municipio, supondría que siguiera un ciclo de cambios cada tres años lo cual haría más débil la estructura de la administración y cuidado del agua; pienso que en manos del Gobierno del Estado tiene mayor futuro y mejor cuidado.
Incluso en administraciones como la de la Javier Corral pudo salir adelante porque la infraestructura del Gobierno del Estado pudo sacar adelante la Junta de Aguas, así que esperemos que en mejores manos, será mejor manejada.
Pbro. Mario Manríquez/ Vicario de Pastoral
Las Juntas municipales están para prestar un servicio de calidad y ese servicio no depende de si es administrado por Municipio o Estado. En el país tenemos ejemplos de juntas municipales administradas por municipios, por estados, incluso hay juntas municipales administradas por particulares a través de una concesión, sin embargo no encontramos una seguridad en que el servicio sea mejor cuando lo presta el municipio, el Estado o incluso cuando lo presta un particular. En el caso de la Junta de Ciudad Juárez ha tenido la experiencia de ser administrada por el gobierno del Estado en la administración encabezada por César Duarte, en el que las juntas se manejaban a través de criterios político-partidistas. criterios electorales, intereses personales, en los que el nivel de inversión prácticamente no existía, mientras que la mayoría de las juntas estaban en números rojos. Tenemos el ejemplo de la administración del gobernador Javier Corral, en la cual las inversiones en las juntas se incrementaron de manera exponencial, históricamente es la inversión más alta que se ha dado en el tema del agua, con organismos que operan en números negros en la mayoría del Estado ¿Y cuál ha sido la diferencia en el ejemplo de Chihauhua? La manera en que se toman las decisiones. Actualmente en las juntas de aguas las decisiones las toma un consejo ciudadanizado, esto se dio con motivo de una reforma a la Ley del agua, en la que cambian los consejos directivos y las decisiones las deja de tomar el sindicato, las cámaras de la construcción o de comercio y estas pasan a ser tomadas por ciudadanos representantes del sector académico, sector social, sector profesional y del empresariado en general. Este cambio en la toma de decisiones generó una administración más eficiente, alejada de los intereses político-partidistas y puso a las juntas al servicio de la ciudadanía como tal.
Por otra parte, este rumbo fue encabezado por personal con gran capacidad técnica en distintas áreas, es el caso del presidente del Consejo en la Junta Central, Ismael Rodríguez, que es un excelente administrador, es el caso del doctor Oscar Ibáñez, como director de la junta central, quien es una de las referencias técnicas en materia de agua, en el caso de Ciudad Juárez, el contador Jorge Domínguez, quien también es excelente administrador y tiene muy buena experiencia en el agua y todos ellos conducen esta toma de decisiones. ¿Cuál es mi punto? La eficiencia de las juntas no depende de si son administradas por municipio, estado o particular, la eficiencia depende de las personas que están al frente de los organismos, que sean personas con capacidad técnica, con compromiso social, que tengan como propósito la defensa del bien común.
Jesús Lazo/ Juárez sin Corrupción