Diana Adriano
En una emotiva celebración en la capilla de San Antonio Senecú, la religiosa Misionera de María Dolorosa, Isabel Ordóñez Merino, profesó el pasado sábado 14 de agosto sus primeros votos temporales de pobreza, obediencia y castidad.
La celebración fue presidida por el obispo don J. Guadalupe Torres Campos, y en ella se hicieron presentes las hermanas de la congregación, así como un número limitado de personas, en cuidado de los protocolos debido a la pandemia.
Sin embargo, la ceremonia de primeros votos se pudo vivir en muchos hogares gracias a la transmisión en vivo de Radio Guadalupana.
Dios la llamó
En un primer momento, la religiosa fue llamada por su nombre y en un gesto de entrega definitiva a Dios, ella respondió; “Aquí estoy Señor, tú me has llamado”.
Se trató de un compromiso de fe, después de un camino de perseverancia en el discernimiento vocacional, formación y de servicio, que se concreta con el ‘Sí’ definitivo a Cristo por medio del carisma de las Misioneras de María Dolorosa (MMD).
Durante su homilía, el obispo destacó la importancia del llamado de Dios en la vida de todas las personas, pero en especial en la vida de la hermana Isabel, que tomó la firme decisión de aceptar ese llamado de Cristo.
“Hoy el texto se dirige a usted, hermana, Dios la llamó, Dios la miró, Dios está con usted, conoce su nombre, la ama y la llama… La conoce en lo más profundo de su ser, por ello confía en usted y la envía”, mencionó el obispo.
También explicó que en ella se hace palpable el compromiso y la entrega generosa y plena. Reafirmó que esta primera profesión es de gran bendición para la Iglesia diocesana y para la familia religiosa de MMD.
Un compromiso de amor
Al finalizar la homilía, la religiosa se puso de pie y emitió sus votos delante de Dios y del pueblo, como signo de consagración a Dios.
“Movida por la misericordia de Dios y con la firme voluntad de entregarme a él, más íntimamente… hago votos de vivir en castidad, pobreza y obediencia según las constituciones de hermanas Misioneras de María Dolorosa”, expresó.
Agregó que se entrega con todo su corazón a la congregación para alcanzar con la gracia del Espíritu Santo, la perfecta caridad en el servicio de Dios, de la Iglesia y de los más pequeños miembros de la Iglesia doliente.
Para acompañar este paso en la vida de la hermana Isabel, la nueva superiora general de las MMD, la madre Nereida Vargas Almeida, recibió los votos temporales de la religiosa, por un año.
Al concluir, la religiosa recibió las insignias de la congregación, mientras que los asistentes aplaudieron a la nueva profesa.
Isabel Ordóñez Merino, MMD
*Edad: 23 años
* Padres: María Isabel Merino Arreola y Ricardo Ordoñez Quezada
* Originaria de: El Terrero Namiquipa, Chihuahua
* Su llamado surgió al conocer a las misioneras en su comunidad.
“Compartiendo con ellas más de cerca, me llamó la atención lo que hacían, y cómo se comportan ante las necesidades del pueblo”, dijo.
* Vivió dos jornadas vocacionales con las Hermanas Misioneras de María Dolorosa.
* Formación: Un año de aspirantado en El Terrero Namiquipa; tres años en Toluquilla, Jalisco; un año en Guachochi, Chihuahua.