Ahora Verónica busca dar un buen testimonio católico que logre animar a quienes han dudado de la Iglesia
Ana María Ibarra
Verónica del Carmen Martínez inició su camino en fe desde el 2008 en el Movimiento de la Renovación. Pero como sentía que llevaba una fe superficial y además tenía algunas dudas y cuestionamientos propios, decidió buscar las respuestas ingresando al Instituto Bíblico San Jerónimo y llevar a cabo una formación profunda de las Sagradas Escrituras.
Fue en el instituto donde Dios le dio las respuestas que necesitaba.
Católica preparada
Aunque es egresada de la carrera de Derecho en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Verónica no ejerció debido a que era funcionaria pública. Fue justo en esa etapa de su vida en la que comenzó a cuestionar aspectos de la fe católica.
“Empecé en el Movimiento de la Renovación en El Señor de la Misericordia. Quería conocer más y no solamente el sentir bonito. Busqué dónde llevar formación, pero era complicado por los tiempos y mi trabajo. Después se dio la oportunidad de entrar al Instituto Bíblico San Jerónimo”, compartió Verónica
La entrevistada reconoció que le fue difícil decidirse, sin embargo fue cuestión de tomar el compromiso de llevar a cabo su plan de formación, que al final de cuentas, señaló, era el plan de Dios.
“No quería ser solamente católica de nombre, sino estar preparada. El diplomado lo concluí a finales del 2020 y en el 2021 iniciamos cursos con el padre Héctor Villa, aunque ya no es parte del diplomado. Pero es para nuestro crecimiento en el seguimiento de Jesús”, dijo Verónica.
Dudas resueltas
En estos años de estudio de la Biblia, Verónica ha podido resolver las dudas que se le presentan como resultado de su ejercicio profesional y laboral. Asegura que ha encontrado en las Sagradas Escrituras la respuesta lógica que buscaba a sus cuestionamientos.
«Dudo de todo. Con el estudio me di cuenta que nuestra religión católica no es únicamente estudiar la Biblia, sino todos los documentos del Magisterio de la Iglesia, y con el estudio ha aumentado más mi amor hacia a Dios y el deseo de saber más”, dijo, hoy consciente de que para dar frutos, primero debe cuidar y regar la semilla de su fe.
Verónica compartió que algunos integrantes de su familia, que fueron católicos, se desviaron hacia otra creencia a causa de motivos que consideró sencillos de aclarar, pero que no lo hicieron.
Una fe sin pena
“El estudio me ha ayudado también a profesar mi fe sin sentir pena. Además, puedo aclarar con la Biblia en mano, los ataques que pudiera recibir”.
“En el trabajo a veces me dicen que soy una Aleluya, pero mi respuesta es que creo en mi religión y que me estoy formando en la fe. Así he ido ganándome el respeto”.
Para no entrar en confrontaciones, Verónica ha optado por respetar y dar a respetar su fe.
“Cada quien defiende lo que cree. Si, como católica, logro que otra persona se acerque a la fe, es una ganancia. Por el momento voy entendiendo lo que es mi religión y las Sagradas Escrituras”.
Así, desde su experiencia, Verónica invitó a la comunidad a adentrarse a la Palabra de Dios, lo cual se puede lograr a través del Instituto Bíblico San Jerónimo.
“A través del Bíblico es como vamos a conocer los documentos que nos darán respuestas lógicas a las preguntas que nos hacemos. No se trata de lanzar la pregunta y a ver quién la responde, no. Que cada quien haga su pregunta y busque su respuesta. Hay que prepararnos. Los invito a que conozcan más, incrementen su fe y la sepan defender”, motivó.