Diana Adriano
El pasado 27 de enero se realizó la Reunión de Pleno con áreas del Movimiento Familiar Cristiano (MFC), evento que fue acogido por el Colegio Campestre de México.
Hugo y Andrea Ruiz, coordinadores del Área 1 del MFC, compartieron que este evento reunió a representantes de 22 sectores de la diócesis, así como los secretarios regionales, Hugo y Lourdes Pérez, quienes están encargados de coordinar las actividades en el Estado de Chihuahua, abarcando cinco diócesis.
Durante la reunión se detalló una exploración de las estrategias nacionales, destacando su enfoque en la ‘pesca’ y la expansión del MFC.
“En el análisis de las estrategias de pesca, se abordaron métodos para atraer a nuevos miembros, fortalecer la participación de los actuales y profundizar los lazos comunitarios”, indicó Hugo Pérez.
Dirección nacional
Hugo y Andrea compartieron que la planificación estratégica para el trienio 2023-2026 se delineó con el objetivo de establecer metas concretas y medibles.
Durante el encuentro se resaltó la importancia de adaptarse a los desafíos contemporáneos y aprovechar las oportunidades emergentes para fortalecer el impacto del MFC en la sociedad.
“La trascendencia de estas reuniones radica en la orientación que el equipo nacional brinda, trazando un camino claro para las 86 diócesis del MFC en México”, dijo la entrevistada.
Del mismo modo, explicó que para el equipo es fundamental establecer una armonización en el enfoque y la ejecución de las actividades, pues de esta forma se consolida el impacto que tiene el MFC a nivel nacional.
“La unificación de esfuerzos permite enfrentar los desafíos de manera más efectiva, y contribuye a que el movimiento crezca y tenga una influencia positiva en las diócesis”, dijo Hugo Ruiz.
Atraer a más familias
Durante las discusiones en esta reunión de Pleno se profundizó en la importancia de invitar a nuevos miembros para lograr un crecimiento sostenible del MFC.
Hugo y Andrea destacaron la necesidad de transmitir de manera efectiva los valores fundamentales del movimiento.
«La clave está en comunicar claramente cómo el MFC puede enriquecer la vida matrimonial y familiar, brindando un espacio de apoyo y crecimiento espiritual», remarcaron.
Esta estrategia busca no solo atraer nuevos miembros, sino también consolidar el compromiso a largo plazo, construyendo una red sólida de parejas comprometidas con los valores del MFC.
“Nuestra tarea es mostrar que el MFC no solo es un movimiento, sino una familia extendida que apoya y nutre a cada matrimonio», finalizó Andrea.