Diana Adriano
Integrantes de los movimientos que forman parte de la Pastoral de la Vida, acompañados del padre Jesús Salinas, fiel sacerdote pro vida, realizaron un Baby Shower colectivo en el que participaron movimientos diocesanos que defienden el don de la vida: Mater Filius, Encuentro Matrimonial Mundial y 40 Días por la Vida.
Fue el pasado domingo 20 de marzo cuando el evento se realizó dentro de la Santa Misa de 2 de la tarde, en la comunidad El Señor de los Milagros, donde el padre Salinas bendijo a las mujeres embarazadas y al bebé que llevan en su vientre.
“Esta misa es muy especial puesto que se hacen presentes algunas mujeres embarazadas. Para ustedes hemos preparado algunas oraciones y un momento de convivencia. Pedimos al Señor que tenga la dicha de concederles un buen embarazo y recuerden lo importante que es el cariño para que esa criatura que viene en camino se sienta amada desde el vientre”, expresó el presbítero.
Asimismo oró para que la celebración permitiera a todos los presentes valorar la vida y defenderla en cualquier etapa.
“Recordemos que es nuestro deber el defender la vida, aun con esta ideología tan enfocada en impulsar una cultura de la muerte”, reflexionó.
La mayor esperanza
Durante su homilía, el padre Jesús compartió que el don de la maternidad es un regalo de Dios, un don divino de fertilidad, siendo esta la bendición original que Dios otorga al género humano.
“Este embarazo es una oportunidad para ustedes mujeres. Se preguntarán ¿para qué?.. pues para enamorarse de la vida. En su vientre está la oportunidad de seguir buscando la gracia de Dios”, dijo el sacerdote.
Planteó que esperar a un bebé es la mayor esperanza que tiene la familia, y que esta debe prevalecer y ser cultivada con amor.
“Hoy ustedes reciben la bendición de Dios y de María Santísima, que al igual que ustedes, ha sido madre”, dijo.
Al término de la misa, el sacerdote pidió a las familias rezar por la salud de las embarazadas, y por aquellas que enfrentan esta etapa en la soledad, en una situación de riesgo por su salud e inseguridad.
¡Gran festejo!
Luego, en caravana, toda la comunidad partió hacia la capilla de San Juan Pablo II, ubicada en Riveras del Bravo etapa 8, para tener un momento de convivencia, en el que las mujeres embarazadas recibieron obsequios para sus bebés.
Ahí los asistentes pudieron disfrutar de un riquísimo pastel, de participar en juegos y concursos como en cualquier tradicional ‘Baby Shower’.
“Es la primera vez que realizamos este evento, pero esperamos que este sea el inicio y que cada año toda la Pastoral de la Vida se reúna y se organice para llenar de más alegría a las mujeres que están en espera”, concluyó el padre Salinas.