Claudia Iveth Robles
“¡Ya llegó la Brigada de la Alegría…Brigada de la Alegría!”,
Así se escucha por un altavoz todos los miércoles en la colonia Eco 2000, hasta donde llegan voluntarios de la Obra Salesiana para ofrecer a los habitantes de ese sector, principalmente a los niños, un momento de felicidad.
Iniciado hace tres años, el proyecto consiste en acudir a las zonas aledañas a los tres oratorios salesianos para visitar a niños y adolescentes y ofrecerles una experiencia divertida.
La Brigada de la Alegría trata de visitar las zonas más marginadas de la ciudad, carentes de servicios y con baja inversión y labor por parte del gobierno, pero en donde habitan “familias, niños y jóvenes llenos de cualidades y habilidades por explotar y donde la educación sería su mejor aliado”, tal y como dice un comunicado de la Obra Salesiana.
“Empezamos a sacar a los niños de sus casas con el permiso de sus padres, y ya reunidos tenemos con ellos juegos y dinámicas para una experiencia divertida”, explicó Jonathan Morales, uno de los fundadores del proyecto.
Señaló que a tres años de que inició, el proyecto ha tenido una evolución, ya que iniciaron sin nada y hoy cuentan con una camioneta para transportarse, uniformes para los voluntarios y capacitación para las dinámicas, además de la aceptación de las comunidades a las que visitan.
“Los niños han crecido junto con nosotros, eso es lo chido… los voluntarios iniciales fueron seis y se fueron multiplicando”, dijo.
Recientemente, la Brigada de la Alegría acudió a la colonia Anapra , a donde se llevó un mensaje de salesianidad a los niños y se les compartieron algunos víveres, como un gesto de amor a las familias de la colonia.
Muchas satisfacciones
La visita de la Brigada de la alegría se realiza todos los miércoles de 7 a 9 de la noche, tiempo en el que los niños participan de las dinámicas rompe-hielo y varios juegos.
Los jóvenes salesianos también comparten con los niños alguna colación como pueden ser galletas y jugo o leche, y fruta.
Casi al finalizar la visita, los voluntarios dan a los niños un mensaje que les ayude en su desarrollo y aprendizaje de valores y se cierra la jornada con el rezo del Padre Nuestro y el Ave María.
“Me deja mucha satisfacción y un deseo de verlos crecer y que sepan qué es la Obra salesiana. Estoy muy contento con los resultados y al ver que lo que fue una propuesta, hoy es una realidad”, dijo Jonathan.
Martha y Jazmín, madres de familia de Eco 200 disfrutaron el ver sus hijos sonreír y jugar.
“Desde que empezaron asisten mis nietos, y veo que ellos se entretienen y tienen un cambio. Todos esperan los miércoles para salir y jugar”, dijo Jazmín.
Son niños alegres
Daniel Fuentes/ 9 años
“Disfruto los juegos… vengo con mis amigos y me gusta mucho”Janeth Cacho Castillo/ 10 años
“Me gusta mucho jugar con todos los niños chiquitos, me divierto… y me gustan las galletas”