En la Octava de la Pascua, el lunes 28 de marzo, 29 parejas se dijeron “sí acepto”, al recibir el sacramento del Matrimonio en Catedral.
Tuvieron como testigos al obispo don J. Guadalupe Torres, sacerdotes, familiares y amigos quienes acudieron a participar en la celebración del Matrimonio colectivo realizado el primer lunes de Pascua.
Ellas vestidas de blanco y ellos en sus mejores trajes, las parejas ingresaron por la puerta principal de Catedral donde el obispo las recibió con agua bendita como símbolo de su Bautismo. Una vez que se acomodaron en sus lugares, se dispusieron a participar de la Santa Misa.
“Ahora ustedes deciden vivir su bautismo de una manera santa, en una vocación específica que es el matrimonio y que hoy se fortalece en ustedes al recibirlo en el sacramento”, expresó el obispo en su homilía.
Resaltó que en adelante vivirán en santidad, bendecidos por Dios y teniendo presente a Cristo resucitado en la fidelidad, en el diálogo, en el mutuo amor y en el perdón.
El obispo llamó a las parejas a vivir la Pascua de Cristo y enseguida se realizó el consentimiento en el que unieron sus manos para declarar su deseo de hacerse “una sola carne” ante Dios y ante la Iglesia.
El obispo bendijo los anillos y el padre Eduardo Hayen, párroco de Catedral pasó a rociarlos con agua bendita, al igual que hizo con las arras.
Tras sonoros aplausos de los invitados y al finalizar el Padre Nuestro, las parejas fueron unidas mediante el lazo, con el que recibieron la bendición nupcial.
Para el amor no hay edades
Ramón Herrera y Emma Narro de 60 y 80 años, respectivamente, conforman una de las parejas que contrajeron matrimonio el lunes de Pascua en Catedral.
La pareja tiene más de 10 años de vivir juntos y hoy están felices de recibir el sacramento del matrimonio.
“Nos sentimos muy contentos, queremos vivir juntos porque nos queremos mucho y nuestro amor es eterno”
Ramón y Emma
Tienen 9 hijos, 14 nietos y 5 tataranietos.
Ahora sí se pudo
Después de 5 años de vivir juntos, Paola De la Torre y Noé Guardado decidieron unir sus vidas mediante el sacramento del matrimonio que antes no pudieron recibir por diversas circunstancias.
“Para nosotros es una bendición…es mucha felicidad compartir esto con mi hijos y mi esposa”, dijo Noé con gran alegría.
Metieron gol
“Quisimos darle un ejemplo a nuestros hijos de que hagan las cosas bien, no como nosotros… hoy nos sentimos como meter un gol…”, dijo Antonio Galván con una gran sonrisa, al mirar a su esposa Cinthia Díaz.
Con 10 años de matrimonio civil y tres hijos, la pareja fue motivada a casarse por la Iglesia para “hacer las cosas como Dios quiere”.