Ana María Ibarra
Motivados y con el corazón dispuesto a entregarse por su comunidad quedaron los asistentes a la Eucaristía presidida por monseñor J. Guadalupe Torres Campos en la fiesta de San Carlos Borromeo.
Fue el pasado 4 de noviembre cuando la comunidad celebró a su santo patrono con una misa de acción de gracias presidida por el obispo diocesano, quien estuvo acompañado del padre Andrés Villalobos, recientemente nombrado párroco, además del diácono permanente Diego Darío Ibarra.
Atentos a las palabras del pastor, los fieles escucharon la homilía del obispo quien, tomando las palabras del evangelio resaltó la recomendación de Jesús: ser dichosos en la caridad.
“Lo hace con un ejemplo sencillo: cuando invites a un banquete que sea a los pobres, a los necesitados, a los enfermos; entonces serás dichoso. A veces por querer quedar bien con alguien no hacemos lo que el evangelio nos pide: ir al sencillo, al humilde”, expresó el obispo, quien luego refirió el mismo mensaje al banquete eucarístico.
“Dice el papa Francisco que debemos ser una Iglesia abierta a todos: a niños, a jóvenes, a enfermos, ricos, pobres, de cualquier condición. Y tratándose más de la Eucaristía, todos somos recibidos por el Señor, el buen pastor”, señaló.
El obispo motivó a la comunidad a ser esa Iglesia de la que el evangelio habló ese día.
“Así debe ser nuestra Iglesia y, en este caso, nuestra parroquia… que invite a todos, en especial al pobre, al enfermo y necesitado, ser una parroquia samaritana, misericordiosa”, impulsó monseñor Torres.
Trabajar en comunidad
El obispo hizo referencia, no solo a la unidad en la cabecera parroquial, sino en todo el territorio parroquial, capillas y vecinos del sector.
“Toda la parroquia debe esforzarse, trabajar en comunidad. Hoy, en nuestra fiesta de san Carlos Borromeo, recordamos que él tuvo esa preocupación de buscar la unidad en su diócesis, buscar a sus sacerdotes. Se esmeró en que fueran buenos sacerdotes, pastores a ejemplo de Cristo”, compartió.
“También aplica a los fieles. En ese sentido, debemos seguir el ejemplo de nuestro santo patrono, trabajar juntos, caminar todos en una misma dirección que es Cristo”, abundó.
El obispo reconoció el trabajo que se ha realizado en la parroquia y señaló los nuevos pasos de la comunidad tras la llegada del padre Andrés, ayudado por el diácono Diego.
“Todos juntos vamos con alegría, con mucho amor. Sigan adelante, sigan trabajando. Hay que prepararse, capacitarse para ir a misionar y a evangelizar y eso desembocará en un crecimiento en la parroquia. Confío en ustedes”, concluyó el obispo.
Padre Andrés agradeció al obispo y expresó la alegría de la comunidad por tenerlo entre ellos. Al concluir la celebración todos degustaron un sencillo refrigerio.