En el marco del Año de san José proclamado por el Santo Padre Francisco y con motivo del V aniversario de su visita a Ciudad Juárez, se presentó en el Seminario un Panel de reflexión sobre los aspectos de la paternidad de José.
Ana María Ibarra
El Seminario Conciliar de la Diócesis, a través del Seminario Menor, realizó un Panel de reflexión sobre la figura de San José. Esto el pasado martes 16 de febrero, teniendo como panelistas a los sacerdotes formadores Alberto Castillo y Jaime Melchor, así como a la familia Cano Ramírez.
Bienvenida
“Se cumplen cinco años de la visita de nuestro querido Papa Francisco a nuestra amada ciudad. Recordamos con gozo y gratitud las palabras y momentos que disfrutamos, también los momentos de tensión y planeación”, dijo el rector, padre Juan Manuel Orona en la bienvenida, a la cual introdujo el seminarista Rogelio Muñoz, maestro de ceremonias.
“San José fue un hombre sencillo, no dice una palabra en los evangelios que narran la infancia de Jesús, sin embargo, su vida es una palabra elocuente, con el ejemplo a la disponibilidad de la voluntad de Dios”, expresó al resaltar el Año dedicado al esposo de la Santísima Virgen María y padre de Jesús en esta tierra”.
Siete aspectos de san José
La dinámica del evento consistió en reflexionar sobre cada uno de los siete aspectos de la paternidad de san José, que el Papa Francisco dio como guía para meditar en este año especial. El moderador fue el seminarista David Hernández.
1.Padre Amado
El padre Alberto Castillo dijo sobre este aspecto de san José: “Una razón esencial del cariño de la Iglesia por San José es el cuidado que ha tomado sobre María y Jesús. Si Dios se ha fiado de José para ser el custodio de la Sagrada Familia, los grandes santos y la gente sencilla, en su profunda devoción a San José, han captado que esa misma misión cumplirá en cada uno de nosotros. José sigue cuidando de nosotros y nosotros sentimos su amparo y protección”.
Por su parte, el padre Jaime Melchor acotó: “A San José se le confían los dos tesoros más grandes de Dios: la Santísima Virgen y su Hijo amado. Si san José cuidó de la vida de Jesús y de la vida de María, obviamente cuidará de nosotros. San José me llama a ser un padre protector, pero que en el silencio pueda yo participar en el ser custodio”.
- Padre en la Ternura
Sobre la ternura de san José hablaron el seminarista César Cano y sus padres Rosy Ramírez y César Cano:
“La donación que tiene san José hacia nuestra Madre Santísima y hacia Jesús, es un gran ejemplo a seguir para nosotros como padres, aún con nuestras debilidades y nuestras carencias que nos ayude a seguir y dar un buen ejemplo”, dijo Rosy.
“Implica una entrega total de la familia. Abandonarnos a Dios para que nos dé esas guías, como lo hizo con San José. Así como las decisiones que tomó San José con María y con su hijo Jesús, así tratamos de hacerlo con nuestros hijos”, agregó el padre de familia, mientras que el seminarista agregó:
“San José, como padre tierno, me ha enseñado a obedecer a Dios a través de mis padres. El amor de los padres es el más tierno que podemos tener”, dijo.
- Padre Obediente
El padre Alberto Castillo, quien es director Espiritual en la Facultad de Filosofía, continuó la reflexión sobre la obediencia de san José: “San José, en el evangelio, no tiene muy claro el camino a seguir… (pero) hace algo muy sabio en su corazón: escuchar al Señor. Poder escuchar al Señor y seguir el camino que propone es la máxima libertad. El obediente no es el sometido a esclavitud, sino es liberado para llegar a ser lo máximo en la realización, más feliz y agradecido”.
El padre Jaime Melchor abundó:
«La obediencia significa renunciar a uno mismo, pero en la voluntad y en la alegría porque Dios está revelando un proyecto grande. Desde la obediencia puedo pensar en cómo voy a formar a estos jóvenes que son un proyecto grande”, dijo refiriéndose a su labor como formador, pero también para proponer que todos aprendan a obedecer “sabiendo ser partícipes de un proyecto mayor”.
El matrimonio Cano Ramírez también aportó al respecto, desde su experiencia particular: “Hemos vivido la obediencia en la familia pidiéndole a Dios que nos ilumine y nos dé las palabras exactas a usar en cada uno de los hijos. Este es un trabajo diario. Cuesta ser obediente”.
- Padre de acogida
En este punto, el padre Jaime Melchor recordó cómo la diócesis local acoge a sacerdotes y seminaristas de otras diócesis.
“El Seminario es esa casa donde nos convertimos en un lugar de acogida, para poder construir juntos una familia”, dijo, mientras el padre Alberto expuso:
“Desde Belén, tienen las puertas abiertas para recibir a los pastores y a los Magos. Jesús seguirá ese ejemplo en su vida. Este es el corazón que el sacerdote cultiva como presencia de Cristo en el mundo. Nuestra vocación sacerdotal es la paternidad, José es modelo”.
- Padre de la valentía creativa
Este aspecto de la santidad del padre adoptivo de Jesús, fue explicado por el seminarista César Cano con una experiencia personal:
“En estos tres años como seminarista menor he aprendido que san José es padre de muchas de las virtudes. Me gusta contemplarlo como una persona silenciosa. También que es un padre para los que no tienen padre”, César Cano.
6 y 7. Padre trabajador y padre en la sombra
Finalmente, debido a que se extendió el tiempode evento, el moderador David Hernández compartió sobre los dos últimos dones presentes en san José trabajo y humildad: “Carpintero, honesto, que sabe santificarse a través del trabajo. Padre que está detrás del hijo y que los formadores ven cuando se ordena un sacerdote, o los padres de familia cuando sus hijos logran sus metas. San José desaparece en los evangelios para que aparezca Jesucristo”.