Diana Adriano
Del 28 de febrero al 1 de marzo se llevó a cabo la primera reunión anual del organismo Obispos Tex-Mex, donde los líderes religiosos abordaron temas cruciales. Realizada en la diócesis de San Angelo, Texas, la reunión contó con la participaron del obispo de Ciudad Juárez, don José Guadalupe Torres Campos, así como otros obispos de la región y sacerdotes que trabajan en el tema de la migración en sus respectivas diócesis.
Trata de personas
El padre Francisco Bueno, director de la Casa del Migrante en Ciudad Juárez, informó que durante el evento se discutió ampliamente el tema de la trata de personas en Estados Unidos, que registra alarmantes cifras.
De acuerdo a la información presentada, en EU alrededor de 5 millones de personas están bajo esta situación en el país, mientras que a nivel mundial se estima que aproximadamente 50 millones de personas son víctimas del tráfico humano, con propósitos que van desde la explotación sexual, hasta la compra-venta de órganos, entre otras situaciones igualmente graves.
“Además de abordar los desafíos presentes, se planteó la importancia de impulsar a los sacerdotes y al laicado para seguir trabajando, ofreciendo apoyo y recursos para enfrentar esta compleja problemática que afecta a millones de personas en todo el mundo”, dijo el padre Francisco.
En Juárez
Por lo que respecta a Ciudad Juárez, el padre Francisco dijo que el fenómeno es preocupante y ha ido en aumento.
“Aunque es difícil precisar cifras exactas, se ha observado un aumento en el número de personas que se ven obligadas a entrar en esta situación debido a extorsiones y otros factores coercitivos”, añadió.
“En particular, se ha notado una notable ausencia de adolescentes en las familias que llegan a la frontera. Mientras que en el sur del país y en el centro aún se reporta la presencia de un gran número de adolescentes en los refugios y casas del migrante, esta tendencia disminuye drásticamente al llegar a Ciudad Juárez y otras zonas del norte”, informó.
Esto sugiere que podrían estar siendo víctimas de secuestro y formas de explotación en el camino hacia el Norte, acotó.
“Es un tema sumamente delicado y complicado de abordar, especialmente en una ciudad como lo es Juárez, que ha enfrentado numerosos desafíos sociales y de seguridad”, dijo.
Por ello destacó el valor del trabajo que realiza la Iglesia Católica en Organismos como el de Obispos Tex-Mex, que anima a seguir caminando juntos en solidaridad y apoyo a personas vulnerables como son las personas en movilidad, migrantes, refugiados, desplazados.