Ana María Ibarra
En torno a la festividad del San Juan María Vianey, el Santo Cura de Ars, patrono de los sacerdotes, especialmente de los párrocos, sacerdotes de la diócesis vivieron su retiro mensual en la Casa de Jesús el pasado 6 de agosto.
Fue el padre Víctor Manuel Vega quien impartió el tema “Levántate y come, que todavía tienes mucho camino por recorrer”, tomado de la Primera de Reyes.
El padre Víctor Manuel compartió que el objetivo principal del retiro fue recordar y convencer a los sacerdotes de la diócesis que todo sacerdote es el principal y el mayor responsable de su propia formación espiritual.
“Tomé el texto de Primera de Reyes donde al profeta Elías, que está cansado y no quiere continuar en el camino, Dios le manda un mensajero que le dice: levántate y come, porque el camino no se va a cumplir con tus fuerzas”, compartió el padre Víctor, quien es el secretario Canciller de la Diócesis.
Dijo que habló a sus hermanos especialmente sobre la formación humana y espiritual del sacerdote y cómo Dios siempre dispone los medios que les ayudan a crecer y a tener fuerzas para avanzar en el ejercicio de su ministerio.
“Esta obra no es nuestra, sino que es una obra del Señor. El sacerdote es el primer responsable de su propia formación humana y espiritual. Ya lo dijo San Agustín: Dios que te creó sin ti, no te salvará sin ti. Es decir, Dios nos invita a que nuestra libertad y nuestra voluntad siempre estén abiertas a todo lo que nos presenta en el camino de nuestra vida”, dijo.
Por lo tanto, señaló, continuar con la formación como sacerdotes es una obligación del propio sacerdote y un derecho del pueblo.
“Toda parroquia y todo fiel necesita y merece un buen sacerdote y estos espacios nos favorecen para prestar un mejor servicio, para no olvidar esta dimensión mística de nuestro apostolado que es pasar tiempo con el Señor y así después dar paso a la dimensión misionera que el Señor confía a nuestras fuerzas, en la que Él nos acompaña con su gracia y su poder”.
Recordó que la diócesis ofrece los medios para que los sacerdotes se formen. Pero reiteró:
“Más que los medios, será la actitud interna del sacerdote ante las situaciones de la vida, ante los medios que la Iglesia nos ofrece y ante las circunstancias por las que nos toca atravesar nuestro ministerio. El objetivo principal de este retiro es convencer de que el sacerdote es el primer responsable de su propia formación”.
Cabe señalar que este retiro se realiza cada mes y este primer martes de agosto coincidió con la recientemente celebrada fiesta del Santo Cura de Ars, patrono de los sacerdotes, especialmente de los párrocos.
«Su vida y sus enseñanzas inspiraron mucho lo que pude compartir con mis hermanos porque él decía que la mayor bendición que le puede tocar una parroquia es tener un buen sacerdote”.