Ana María Ibarra/ Diana Adriano
Llenos de esperanza e inmensa alegría, después de concluir su formación de nueve años en el Seminario Conciliar, los ministros Joel Eduardo Cháirez Flores, de 28 años e Hiram Fernández, de 29 años, serán ordenado diáconos transitorios el próximo sábado 14 de septiembre, en la Catedral de Ciudad Juárez.
Así lo anunció el obispo don J. Guadalupe Torres Campos el pasado martes 6 de agosto en el retiro del presbiterio.
Joel Cháirez
Joel Eduardo nació el 13 de octubre de 1995 en Durango, Durango, sin embargo, sus padres, José Carlos Chairez y María Guadalupe Flores, cambiaron de residencia a Ciudad Juárez cuando él tenía seis meses de nacido.
Contento por la noticia de su ordenación diaconal, Joel compartió que su llamado llegó durante su servicio en Confirmaciones en la parroquia Jesús El Salvador, específicamente en el Asilo Senecú, a donde él y su grupo acudían en apostolado.
«Una religiosa del asilo me preguntó si había pensado en algún momento ser sacerdote. En ese momento le dije que no. Sin embargo, esa pregunta se fue metiendo en mi mente y en mi corazón y en cada Hora Santa, en cada Eucaristía, en cada encuentro con el Señor, tenía esa pregunta en mi cabeza”, compartió.
Con esa inquietud en su interior, Joel fue invitado a vivir un preSeminario. Aceptó para quitarse esa duda y terminó quedándose en el Seminario para iniciar su formación.
Nueve años después, Joel Eduardo experimenta un sinfín de sentimientos ante el anuncio de su ordenación diaconal.
«Es un sentimiento de esperanza, no solo para mi vida y mi historia vocacional, sino para el pueblo de Dios. Esta gracia que vamos a recibir es un reflejo de que realmente Cristo está presente en el pueblo y lo hace ver en esta ordenación”, señaló.
Pide oraciones
Y dado el compromiso al haber llegado a esta etapa, pide a la comunidad su oración incesante.
“Somos el reflejo de las oraciones del pueblo que clama a Dios buscando un signo de esperanza, no porque somos los mejores o porque lo merecemos, sino por el llamado de Cristo. Pido su oración, no nos dejen caer”, dijo.
La alegría por la ordenación de Joel la viven también sus padres José Carlos y Guadalupe y sus hermanos Carlos, Sergio y Miguel, así como sus cuñadas y sobrinos,
“Mis papás son servidores de asambleas de matrimonios, están empapados en la fe. Para ellos es un signo de bendición, de alegría total. El lunes les di la noticia en la noche, estaba toda mi familia, y fue muy conmovedor”, dijo.
“Es una alegría tremenda para toda la familia que me ha visto crecer en la formación y hoy formar parte de este momento de mi vida”, concluyó.
Hiram Fernández
Por su parte, Hiram Fernández expresó su inmensa alegría por este importante momento y destacó la importancia del esfuerzo y la dedicación a lo largo de su formación.
“Es bonito también que después de todo el trabajo que he realizado, que me he esforzado y que he buscado escuchar al Señor, veamos ese fruto de lo que el Señor ha hecho en mi vida y a lo que me ha llamado. También agradezco lo que ha hecho el pueblo de Dios por mí, que en gran parte es interceder por mí ante el Señor», dijo.
Su llamado
Hiram compartió detalles de su camino vocacional y el llamado que Dios le hizo.
“Inicié el Seminario a los 21 años; estaba estudiando Medicina y servía en la parroquia Nuestra Señora de La Paz en los grupos de jóvenes», relató.
«Entré a Confirmaciones a los 17 años y recuerdo que no tardé mucho en sentirme muy atraído por la dinámica de la vida de fe y la vida de la Iglesia».
“Desde ahí Dios iba llamándome, porque me gustaba mucho el trabajo que hacíamos y el impacto que veía en mi vida”, dijo.
Cuando terminó Confirmaciones, Hiram se quedó a servir pues halló un espacio de plenitud y felicidad. Luego comenzó a cuestionarse sobre su propósito de vida y futuro.
«Poco a poco fui viendo la figura sacerdotal como un cuestionamiento para mí. Reflexionaba y comenzaba a imaginarme como sacerdote, y empecé a ver que poco a poco comenzaba a necesitar algo más», abundó.
El ministro agradeció a Dios por el camino recorrido, que a veces se tornó difícil.
«A pesar de que uno lo desea, también es difícil porque van surgiendo diferentes cuestiones. El proceso de la vocación y el discernimiento no siempre es blanco y negro; a veces se combina y no alcanzas a distinguir”, compartió.
Pero hoy Hiram se dispone a vivir este momento crucial en su vida, agradecido por ver que el Espíritu Santo confirma su vocación al hacerle saber que es considerado digno.
“Me siento muy contento, es un momento que uno anhela mucho desde que inicia el Seminario”, puntualizó.
Para saber…
La Ordenación diaconal se llevará a cabo el sábado 14 de septiembre a las 10 de la mañana en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe.