Diana Adriano
Con la celebración de la Santa Misa, temas, oraciones y reliquia, decenas de fieles internos del Centro de Readaptación Social Número 3 en Ciudad Juárez celebraron su devoción a San Judas Tadeo, el pasado miércoles 26 de octubre.
Myrna Aguilar, integrante de la Pastoral Penitenciaria, explicó que este festejo forma parte de las actividades que se retomaron en el CERESO tras el cierre a la pastoral, debido a la pandemia.
“Estamos muy contentos de festejar con nuestros hermanos internos a este santo. Sabemos que la fe que se vive dentro del penal hacia él es muy grande, al igual que la que se vive en nuestra ciudad”, dijo.
“En esta Pastoral nos encontramos con muchas las situaciones difíciles que se viven aquí, y San Judas Tadeo es un gran intercesor, por lo que decidimos difundir su devoción.”, añadió Myrna.
Impulsados a no perder la fe
Diferentes celebraciones de la Santa Misa se vivieron dentro de la capilla Cristo el Salvador, que se ubica dentro de las instalaciones del penal, así como en el Área 2.
Las celebraciones fueron presididas por los sacerdotes Gilberto Pérez, asesor de la Pastoral Penitenciaria, así como Jorge Pablo Lozano y Elíseo Ramírez, que quisieron acompañar la misión.
“Pudimos observar a los muchachos muy entregados y dispuestos a escuchar atentamente las enseñanzas que se traían para ellos. Agradecemos profundamente a los seminaristas que se hicieron presentes y compartieron un momento con los internos”, indicó Myrna.
Durante las celebraciones de la Santa Misa, los sacerdotes reflexionaron sobre la vida de San Judas Tadeo, conocido como “patrono de los imposibles”.
“Hubo un momento muy significativo en el que una persona que hace poco salió del penal, compartió con ellos su testimonio. Una experiencia en el que, en un momento de desesperación dentro de la celda, pensó en quitarse la vida, sin embargo, acudió al Señor y de rodillas pidió un milagro para salir de esa situación. Semanas después fue liberado”, explicó Myrna.
Este testimonio, agregó la entrevistada, creó un momento que motivó a los internos a no perder la fe y aprovechar este tiempo en prisión para crear un lazo con Dios que los ayude a salir adelante, pese a cualquier situación que puedan vivir dentro del CERESO.
“Muy gratamente también tuvimos un momento de compartir los alimentos. Cuando se trata de comida, ellos siempre se encuentran supercontentos, pues tienen la oportunidad de degustar alimentos que no son tan comunes dentro del penal y en especial, los postres”, relató Myrna.
“Estamos agradecidos con todo el equipo de Pastoral Penitenciaria y con todas las personas que nos apoyan a seguir realizando obras de misericordia con nuestros hermanos internos”, finalizó la entrevistada.