Ana María Ibarra
Con el objetivo de encontrarse para reflexionar sobre el Adviento y la Navidad, así mismo para tener un momento de fraternal convivencia, Voluntarias Vicentinas, especialmente las encargadas de becas organizaron una posada para sus beneficiarios, que se realizó el pasado 3 de diciembre.
Reflexión de Adviento
Al evento, que tuvo lugar en la parroquia La Santísima Trinidad, acudieron más de 70 personas entre becados, padres de familia y voluntarias.
“Muy agradecidas con el padre Antonio González, párroco de la Santísima Trinidad que nos dio la oportunidad de reunirnos en su parroquia”, dijo Mary Tony de Urías, voluntaria vicentina.
Para la reflexión se contó con la presencia del padre Istibal Valenzuela quien, acompañado de su guitarra y su títere “Camila” captó la atención tanto de menores como de los adultos.
Con su guitarra interpretó la canción de Los Beatles “Let it be”.
Esta canción tiene una traducción poco común y significa Hágase. Eso fue lo que hizo la Virgen María, aceptar la voluntad de Dios”, explicó el sacerdote.
Con esta melodía como introducción, el sacerdote inició su charla sobre el Adviento, tomando de referencia a María como mujer del Adviento.
Los adolescentes y jóvenes estuvieron atentos a esta reflexión.
Cercanía necesaria
Como siguiente momento, el padre Istibal caminó a su maleta para tomar a “Camila” un títere que nombró como su sobrina. Los pequeños alargaban su cuello para poder ver a Camila. Este fue un momento muy simpático para los niños que acudieron.
También para ellos, el sacerdote habló sobre la importancia y lo significativo del “Sí” de la Virgen, además de compartir el significado de las velas de la corona de Adviento.
Al terminar este espacio de dinámica reflexión, los asistentes fueron invitados por las organizadoras a uno de los salones más grandes donde les compartieron una merienda, además de bolsitas de dulces.
“Estuvieron todos muy contentos. Fue muy bonito verlos. Nuestros becados se acercaron a abrazarnos. Todo se llevó a cabo en un muy bonito ambiente que ya nos hacía falta tener ese reencuentro”, compartió Mary Tony de Urías.
Mary Tony compartió que desean tener ese acercamiento con los niños y jóvenes becados para fortalecer las necesidades e inquietudes que tienen.
“Queremos servir y acercarnos más a los muchachos. Es cierto que a veces cuesta hacerlo, pero cuando estamos aquí es hermoso, me llena de energía. Este servicio es como recibir un abrazo de amor. Darle algo a alguien sin esperar nada a cambio es hermoso, es recibir amor”, finalizó.