Diana Adriano
Este 22 de octubre, la Iglesia Universal celebra el Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND), un día especial dedicado a la oración y colaboración con los misioneros que trabajan incansablemente en todo el mundo. En este contexto, la comunidad de la parroquia El Señor de la Misericordia preparó una emotiva iniciativa.
El pasado 13 de octubre, en un gesto de unión espiritual, los fieles de la parroquia se congregaron para participar en el Rezo del Santo Rosario Misionero, dirigido con la participación entusiasta del grupo de Infancia Adolescencia Misionera (IAM)
Vestidos de blanco, los miembros de la comunidad se congregaron portando veladoras y globos blancos como símbolo de su búsqueda colectiva de paz.
Bajo el cielo abierto y una atmósfera impregnada de solemnidad y esperanza, los participantes se unieron en la plegaria mariana portando velas encendidas.
Pidieron por la paz
«El día de hoy tenemos un rosario misionero por todos los niños y por la paz del mundo, en especial porque en todo el mundo se hizo este rosario para pedir por estas intenciones», explicó María Fernanda Díaz, asesora de la IAM.
El evento no solo fue una expresión de apoyo a los misioneros que trabajan incansablemente en todo el mundo, sino también una poderosa manifestación de deseo por la paz global.
Los niños fueron los encargados de realizar los rezos, y con su inocencia y devoción contribuyeron a crear un ambiente lleno de esperanza así como hicieron patente que la participación activa de la Infancia Adolescencia Misionera es una forma de involucrar a las generaciones más jóvenes en la misión de promover la paz y la comprensión en el mundo.
María Fernanda, quien actualmente tiene 21 años de edad y ha pertenecido al grupo desde los cuatro años, compartió con entusiasmo su alegría al ver cómo los niños se enamoran cada vez más de Dios.
«Lo que más me gusta en este momento es poder ver que los niños se sigan enamorando más de Dios, que puedan seguir creyendo en Él y que puedan reflejar ese amor en otra gente. Que se sientan felices de vivir cerca de Él», expresó la entrevistada con notable pasión por su servicio.
Invitados a ser misioneros
La IAM desempeña un papel crucial en la formación espiritual de los más jóvenes, proporcionándoles un espacio para cultivar su fe y amor por Dios.
La entrevistada resaltó que el objetivo de la IAM no es solo transmitir conocimientos, sino también fomentar un vínculo profundo con la fe.
Invitó a participar en las reuniones semanales de la IAM, que se llevan a cabo cada sábado en la parroquia El Señor de la Misericordia a la 1 de la tarde. Se reciben niños y niñas desde los 4 hasta los 17 años.
«Lo que buscamos es crear un ambiente en el que puedan sentirse amados, aceptados y, sobre todo, guiados hacia una relación más profunda con Dios», concluyó María Fernanda.