Claudia Iveth Robles
Con una gran fervor a la Virgen Morena, miles de fieles acudieron a la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe para participar en la misa de gallo y cantar las mañanitas a la Virgen de Guadalupe en su día.
Realizada el pasado domingo 11 de diciembre a las 11 de la noche, la misa fue presidida por el obispo don José Guadalupe Torres Campos y concelebrada por el padre Eduardo Hayen, párroco de Catedral, y los sacerdotes Fernando Valle, Jesús Ramirez, vicarios, así como por el padre Juan Carlos Lopez, director de Radio Guadalupana.
Previo a la misa de gallo, muchos devotos de la Guadalupana rezaro las vísperas solemnes y luego pudieron disfrutar de la presentación de una orquesta infantil que los delietó con varias piezas musicales.
Al igual que los días previos a la Solemnidad, varias danzas de matachines llegaron hasta el atrio o interior de Catedral para mostrar su fervor por medio de la danza tradicional.
Transmisión en vivo
Al inicio de la misa el obispo don José Guadalupe Torres Campos dio gracias a Dios por los dos medios católicos de comunicación de la diócesis, que el 12 de diciembre celebran su aniversario de vida. Periódico Presencia cumplió 23 años al servicio de la diócesis, mientras que Radio Guadalupana festejó 8 años de vida y un año de haber regresado al aire.
En su mensaje, el obispo se refirió a la maternidad de María y al referirse a la advocación de Guadalupe, recordó el encuentro extraordinario de María con Juan Diego, a quien pidió construirle un templo para anunciar al Salvador.
“Desde entonces nuestro pueblo se ve bendecido por Dios a través del amor maternal de nuestra Madre Santisima, una mujer de esperanza, de amor y de servicio”, dijo el obispo.
Recordó que María es también signo de paz, de misericordia y de vida y destacó todas las muestras de amor que los fieles le prodigan con sus oraciones, danzas, cantos y flores.
“Agradecemos a Dios por la intercesión de ella, su bendición, su cercanía y que nos dice ¿No estoy yo aquí, que soy tu madre?.
Pero el obispo dijo que ese amor a María nos debe de llevar a un amor más grande a Jesús, su Hijo.
Luego de la bendición final, los mariachis entonaron las mañanitas para la Virgen de Guadalupe, mientras los fieles siguieron mostrando con muchos detalles, su amor a la Madre de Dios.