Chihuahuenses se manifestaron en contra de la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto sobre el “matrimonio igualitario” y oraron confiados en los corazon es de Jesús y de María para que no se apruebe.
Karen Assmar Durán/ Notidiócesis
Viernes 3 de junio, primero de mes, fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, no pudo ser mejor ocasión para que cientos de católicos chihuahuenses elevaran sus súplicas a Dios para pedir por la familia, el matrimonio y la vida, así como manifestarse en contra de la recientes iniciativas del presidente de la República «tendientes a facilitar el aborto en las Instituciones de Salud Pública y a establecer el matrimonio entre personas del mismo sexo a nivel nacional», lo cual repercute de manera grave directamente en la sociedad.
Hacen vigilia
Con la certeza de que la oración es la más poderosa de las armas, los fieles reunidos en el atrio
de la Catedral Metropolitana de Chihuahua iniciaron la vigilia con el rezo del santo Rosario y posteriormente ingresaron al templo para participar en la sagrada Eucaristía a cuyo término fue expuesto el Santísimo Sacramento.
Así, durante toda la noche ante Jesús Sacramentado, las parroquias y comunidades, movimientos y asociaciones, Seminario y colegios católicos, oraron fervientemente para que por intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret se logre hacer conciencia «del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios».
La vigilia de oración fue convocada por «Alianza por la Familia», que reúne a asociaciones civiles pro-familia y pro-vida, así como por las Comisiones Diocesanas de Familia y Vida y de los Laicos, cuyos responsables padres Carlos Estrada y Jorge Rubio, animaron en todo momento a la feligresía y presidieron la santa Misa al inicio y en la conclusión de la jornada.
Y aunque algunos intentaron demeritar esta noche de oración llamándola «vigilia electoral», quienes ahí se congregaron ejercieron su derecho a manifestarse y a expresar no sólo su fe en Dios Uno y Trino, en María Virgen como intercesora y en la unidad de la Iglesia que vela por lo que considera más sagrado, sino también su descontento por las decisiones tan lamentables de quienes ostentan el poder, puesto que sus acciones atentan contra la dignidad de la familia, el matrimonio y la vida.
Esto se hizo de nuevo manifiesto cuando, tras celebrarse la santa Misa el sábado 4 -fiesta del Corazón Inmaculado de María-, la asamblea se trasladó a las afueras de la Torre del Congreso del Estado para hacer pública su inconformidad y demandar a quienes pueden hacerlo, que velen por el bien de las familias, el matrimonio entre hombre y mujer, por los derechos de los niños nacidos y los que están en el vientre de sus madres y por la vida desde su concepción hasta su muerte natural. (Notidiócesis)
Así opinaron
“La comunidad tiene que tomar conciencia de que es una cuestión que afecta a todos, que todos tenemos que ser corresponsables cada uno según su propia vocación y más aún los laicos, de cuidar que la familia se conserve y se conserven sus valores, además de la posibilidad de que los niños sean educados por un papá y una mamá”.
- Gilberto Chávez, S. de J.
«Una familia debe estar constituida por padre y madre, hombre y mujer, no por dos personas del mismo sexo. Los niños del catecismo se muestran «desconcertados y se cuestionan ‘¿por qué dos hombres, por qué dos mujeres?’, y en las escuelas se les está dando una educación de esa forma también. Es muy malo, muy triste que se esté destruyendo así a las familias».
Thelma Andrade, catequista.
“Como católicos, queremos respetar lo que nos ha dejado Dios: el matrimonio hombre y mujer, y así queremos inculcárselo a nuestros hijos… Primero (debemos ver) por el bien de la sociedad y después el propio, porque los niños, aparte del hogar, van a encontrar cosas diferentes, en la escuela o en otras partes, entonces queremos hacer fortalecer los valores cristianos desde el corazón de la familia en el hogar».
Karina y Alejandro Porras Morales, coordinadores Grupo de Matrimonios Santo Niño de Atocha
Súplicas en la Vigilia de oración
Desde las 7:30 de la tarde del viernes 3 y hasta la mañana del sábado 4 de junio, cientos de fieles católicos participaron en una vigilia de oración. ¿Cuáles fueron sus súplicas?
- Por todos los matrimonios, para que descubran en el Evangelio de la vida la belleza de su vocación.
- Por los padres de familia, a quienes Dios confía la vida en la persona de los hijos, para que la acepten, custodien, promuevan y acompañen con su amor.
- Por los varones que están llamados a ser padres de familia, para que realmente ocupen su lugar dentro de la dinámica familiar y ayuden a sus hijos lograr su identidad sexual.
- Por las madres de familia, para que el amor que ofrecen a sus hijos constantemente no sea egoísta, sino que los proyecte a una experiencia humana libre, madura y plena.
- Por los padres de familia, para que eduquen a sus hijos más en el «ser» que en el «tener», y para que con la autoridad que Dios les dio, sin miedo y sin culpa, eviten que sus hijos se confundan y extravíen.
- Por papá y mamá, para que su amor, fe, testimonio, ejemplo, autoridad, sacrificio, llanto, desvelos, entrega, compromiso que experimentan por sus hijos, sirvan para que en la ancianidad de los padres vivan la última etapa de su existencia acompañados, amados y recompensados por los hijos que educaron.
- También se pidió por la conversión de los pecadores y por aquellas personas que promueven leyes contrarias a la ley divina.