Un matrimonio de Ciudad Juárez se adhirió como asociado a la Congregación Hermanas Siervas del Inmaculado Corazón de María para seguir sirviendo a la comunidad.
Ana María Ibarra
Después de dos años de formación con el acompañamiento de la hermana Carmen Armenta, la pareja conformada por Hildelisa y Jesús Valentín Alanís se convirtió en matrimonio asociado de la Congregación de las hermanas Siervas del Inmaculado Corazón de María, en una misa celebrada el domingo 7 de abril, día del Señor de la Misericordia.
La misa se celebró en la capilla El Señor de las Misericordias ubicada en el kilómetro 27 de la carretera a Casas Grandes y fue presidida por el padre Raúl Vega, párroco de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, a donde pertenece dicha capilla. Dentro de la celebración se desarrolló el “pacto” de adhesión.
Su historia
Hildelisa y Jesús Valentín, conocidos en la comunidad como Hilda y Panchito, tuvieron el primer acercamiento con la congregación hace 25 años en Comunidades Eclesiales de Base.
“Conocimos primero a Maureen y a Julia, después a Toña y a Carmen. Desde entonces nos familiarizamos con el carisma y nos invitaron a ser parte de la congregación como asociados. No nos pareció tan complicado porque simpatizamos con el carisma”, dijo Hilda en entrevista.
Durante los años de formación, Hilda y Panchito recibieron libros de estudio y con el acompañamiento estudiaron la Biblia y compartieron la vida.
El matrimonio tiene tres hijos, ocho nietos y una bisnieta. Realizan servicio en las comunidades del kilómetro 30 y kilómetro 33, donde apoyan al padre Raúl en la coordinación de las capillas María Auxiliadora y San Mateo y dan seguimiento a los grupos.
“Mi esposo realiza celebraciones de la Palabra y siempre lo acompaño. Como asociados seguiremos con nuestro mismo servicio y si surge algo más en lo que podamos servir, estamos disponibles. Tenemos muchos años sirviendo y conociendo la congregación, el pacto sólo vino a dar formalidad al trabajo y a la relación con las hermanas”, dijo Hilda.
“Invito a todos los matrimonios a formalizar su trabajo, es algo muy bonito e importante como cristianos dar testimonio a los hijos y nietos, y a toda la comunidad”, convocó Hilda.
Ceremonia
Para iniciar la celebración, fueron introducidos al templo algunos signos que marcarán la vida de asociados de Hildelisa y Jesús Valentín: la Biblia, un Crucifijo y una vela como invitación a mirar el proyecto de Dios para las familias y la comunidad.
También presentaron fotos de los fundadores de la congregación y del beato monseñor Oscar Romero, así como morrales, mantas indispensables para la evangelización y libros para alimentar la fe.
Después de los signos, entraron las hermanas de la congregación, seguidas por Hilda y Panchito, y al final el padre Raúl, quien fungió como testigo oficial del pacto.
Al concluir la homilía del sacerdote, que estuvo enfocada en la Misericordia de Jesús, Bárbara Yugovich, coordinadora del programa de asociados de la congregación, tomó la petición de Hildelisa y Jesús Valentín de pertenecer a la congregación como asociados.
Hildelisa y Valentín realizaron su compromiso, por un año, de compartir y apoyar los intereses de la comunidad.
Por su parte, las hermanas, Siervas del Inmaculado Corazón de María, dieron la bienvenida a Hidelisa y Jesús Valentín, y se alegraron con ellos en su compromiso.