Diana Adriano/Primera parte
En el marco de los preparativos para el Congreso Eucarístico que se celebrará en la Diócesis de Ciudad Juárez el próximo mes de septiembre, el padre Marcelino Delfín Poso, coordinador de la Dimensión Diocesana de Liturgia, explicó lo que este evento significa para la comunidad, así como dio a conocer los momentos de preparación que lleva el evento, en esta entrevista que presentaremos en dos partes.
¿Qué es un Congreso Eucarístico?
De acuerdo a lo que dice el Ritual de la Sagrada Comunión y del Culto Eucarístico fuera de la Misa es una “estación” de la Iglesia que peregrina. Es como una «parada» en la cual se detiene el mundo católico en un lugar determinado, en una Iglesia local concreta. Cada sede se convierte en punto de convergencia de todas las Iglesias particulares y centro espiritual del mundo. Para expresar la fe católica en el Misterio Eucarístico, y dar expresión social al amor.
El término «estación», del lenguaje militar romano, significa: montar guardia. La Iglesia lo tomó para expresar el deber del cristiano de dedicarse a la vigilancia, la conversión y la oración.
En la Cuaresma primitiva romana designaba la asamblea eucarística presidida por su obispo, el Papa. Hacia las tres de la tarde, pueblo y clero, de una iglesia señalada de antemano, llamada “colecta”, se dirigían procesionalmente hacia la iglesia estacional; el Papa celebraba con su presbiterio, ofrecía la comunión a los fieles, y concluía la celebración a la puesta del sol (I. Schuster ed., Liber Sacramentorum II, 3-5). Sus características: procesión que indica el camino de conversión; la presencia del obispo; la gran asamblea de oración y única celebración eucarística, la invocación de los santos, para poner de relieve la unidad en la misma fe y caridad.
El Congreso Eucarístico es una asamblea en la cual se reúne el pueblo cristiano de diferentes procedencias y condiciones, poniendo de relieve el lugar central de la Eucaristía en la vida de la Iglesia y de su misión en medio del mundo.
Es una pausa de compromiso y oración. Una comunidad invita a la Iglesia universal, ofreciendo un homenaje de pública adoración, con el vínculo de la caridad y de la paz. Es un signo auténtico de fe y caridad: por la participación de la Iglesia local y por la presencia representativa de otras Iglesias católicas. Es, pues, un verdadero acontecimiento eclesial.
El fin del Congreso es reconocer a Jesús en la Eucaristía, para adorarlo, celebrarlo y renovar nuestro compromiso de anunciarlo y testimoniarlo, en el hoy de nuestra Patria, de manera personal y comunitaria. Su sentido más profundo es glorificar a Cristo.
¿Es la primera vez que se realiza en la ciudad?
Considero que no es el primer Congreso, ya ha habido otros en diferente modalidad. Recuerdo que cuando recién me nombraron coordinador de la Comisión de Liturgia se realizó un Congreso cuyo lema fue: “Eucaristía y Nueva Evangelización en la que participó S.E.R. Mons. José Octavio Ruíz Arenas, secretario del Consejo Pontificio Para la Promoción de la Nueva Evangelización con sede en la ciudad de Roma, Italia. Año 2016.
Este congreso fue coordinado por el Pbro. Lic. Roberto Luna que en ese momento histórico era coordinador diocesano del Congreso Eucarísticos. Colaboraron en este Congreso el P. Leonardo García Aviña, encargado de las celebraciones litúrgicas, el P. Héctor Aguilar, coordinador diocesano de música litúrgica en aquel tiempo y un servidor.
¿Quiénes participarán en el Congreso diocesano?
Todos estamos convocados, aun aquellos que están alejados y que no conocen todavía a Jesús, a compartir la fe recibida y el milagro de la presencia de Dios en la Eucaristía, “para los bautizados no suficientemente Catequizados” (Documento de Aparecida 288).
En la organización: el señor obispo a la cabeza, el Presbiterio, la Dimensión de Congresos Eucarísticos, los líderes diocesanos de grupos y movimientos eclesiales, medios de comunicación (Presencia, Radio Guadalupana)
Hay una serie de eventos diocesanos en la diócesis: en agosto el Congreso mariano, en septiembre el Eucarístico y en octubre el Rosario Viviente, ¿Tiene alguna conexión los eventos? ¿Lleva un hilo conductor?
El Congreso tiene como sustento para sus temas una temática nacional que lleva como lema: “Quédate con nosotros” (Evangelio de san Lucas 24, 13-35). El lema de nuestro Congreso Diocesano es: “Quédate con nosotros, Señor y haznos promotores de tu paz”. Considero que lo que une a todos los eventos es la temática del Proyecto Global de Pastoral 2031-2033. Dice Proyecto en su número 14: “La gracia de la obra redentora ilumina e interpela nuestra conciencia, además que nos anima a esperar confiadamente en el progreso del reinado de la justicia y la paz de Jesucristo, Hijo de la Madre del verdadero Dios por quien se vive. Por ello, con audacia profética y de modo crítico, con el presente Proyecto Global de Pastoral, desde ahora PGP, los Obispos de México queremos ofrecer una luz que pueda ayudar a responder a la pregunta fundamental que nos interpela: ¿qué significa celebrar en la fe para los mexicanos? y ¿qué significa celebrar ahora, después de dos milenios de la Redención de Cristo y medio milenio del Acontecimiento Guadalupano, siendo una comunidad de discípulos, testigos de la plenitud de vida y del consuelo que ofrece a todos, el Hijo de Santa María de Guadalupe?”
Necesitamos de Cristo para restaurar la paz, y nuestro obispo ha indicado que las temáticas se desarrollen para lograr recomponer el tejido social que actualmente está desarticulado y ha llevado a México por caminos de violencia, secuestros, desapariciones, feminicidios, asesinatos, etcétera. Y sólo retomando la Eucaristía que es como memorial del único sacrificio de Cristo y es vivida en comunión como una llamada y una exigencia de vida cristiana, de repartición fraternal, de reconciliación, de servicio a los más pobres, a los más marginados de nuestras sociedades humanas. En esta línea de la paz de Cristo es donde convergen los diversos eventos diocesanos.
Ciudad Juárez ha sufrido y sigue sufriendo mucho por la violencia ¿Qué mensaje trae el Congreso en este sentido, especialmente a la comunidad de esta ciudad?
El Congreso teniendo presente el PGP (Proyecto Global de Planeación) ofrece algunos compromisos pastorales que debemos asumir como cristianos para recomponer el tejido social, ser cristianos que hacen presencia en el mundo con acciones de justicia, paz, reconciliación y solidaridad. El P. Roberto Luna nos ha insistido a participar en los Conversatorios de Paz para ayudar a tener una sociedad más fraterna, que escucha y que construye y contribuye a la escucha del otro, de la sociedad que vivimos hoy, etcétera.
El Congreso nos presenta el desafío que como cristianos tenemos que responsabilizarnos de la sociedad en la que vivimos, nos desenvolvemos y relacionamos pero que no parte de una mera decisión personal, sino que nace y se fortalece desde el encuentro con Cristo nuestra verdadera Paz que ha sido enviado por el Padre para que seamos hermanos.