Mensaje del obispo don J. Guadalupe Torres Campos al pueblo católico de Ciudad Juárez, en apoyo a las víctimas de los recientes sismos.
Queridos hermanos: nuestro pueblo, nuestro país sufre. Sufre el dolor de gente que ha desaparecido, que ha muerto con la ocasión de los temblores en Oaxaca Chiapas y ahora en esta semana en la Ciudad de México, en Morelos, en Puebla, en Guerrero, varios estados. ¡Qué triste escuchar las noticias de los niños, de enfermos, de adultos que han fallecido, otros desaparecidos o que han perdido su casa, han perdido su negocio!
Nos entristece y por eso, el Episcopado mexicano y yo como obispo de Ciudad Juárez, convoco el día de hoy para una colecta en favor de los que han sufrido esa desgracia, por los damnificados. Una colecta, sí, de oración, hay que orar, pero también una colecta de víveres, lo que puedan aportar de víveres.
Ya hemos escuchado en los medios que se requiere canalizarlos a través de la parroquia y la parroquia los canalice a través de Cáritas diocesana para enviarlos a Cáritas Nacional a sus lugares de destino.
Pero también una colecta. El día de hoy, yo te invito hermano a que seas generoso en una segunda colecta, que aportes económicamente tu dinero, tu cooperación, y todo el dinero que se recaude será enviado a la tesorería de la diócesis y se enviará también a Cáritas para que la entregue a través de las diócesis afectadas, que lo distribuya para ayudar a estos hermanos nuestros en desgracia. Esto nos debe hacer reflexionar muy seriamente sobre qué está pasando, qué nos está diciendo Dios a través de estos gritos de la naturaleza, lluvias, inundaciones, huracanes, temblores, incendios, cambio climático. ¿qué está pasando con la Casa Común?, nos dice el Papa Francisco, ¿qué estamos haciendo con la Casa Común, la Creación?
Son gritos de la Creación que serán tal vez un reclamo de lo que hemos afectado a la Tierra. ¡Sé generoso en la colecta! aporta tu oración, tu solidaridad, tu aporte económico. Dios te recompensará al cien por ciento.
A todos los saludo con afecto de padre y pastor y los bendigo: la bendición de Dios Todopoderoso Padre, Hijo y Espíritu Santo permanezca siempre con ustedes.