En su mensaje para la 36ª Jornada Mundial de la Juventud, que se celebra en todas las diócesis en la solemnidad de Cristo Rey.
Agencias
‘¡Levántate! Te hago testigo de las cosas que has visto (cf. Hch 26, 16)’. Con este título ha publicado el papa Francisco su mensaje con motivo de la 36ª Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en todas las diócesis en la solemnidad de Cristo Rey (21 de noviembre).
Francisco vuelve a coger de la mano a los jóvenes para continuar juntos la peregrinación espiritual hacia la JMJ de Lisboa en 2023, según ha explicado. El pasado año ya publicó ‘Joven, a ti te digo, ¡levántate!’ (cf. Lc 7,14) y el año que viene volverá a compartir con los jóvenes sus deseos.
El Papa comienza sus palabras recordando que la pandemia ha mostrado nuestras fragilidades, pero también nuestras virtudes. Por un lado, “en muchos casos surgieron problemas familiares, así como desocupación, depresión, soledad y dependencias. Sin hablar del estrés acumulado, de las tensiones y explosiones de rabia, y del aumento de la violencia”. Por otro, “en cada rincón vimos jóvenes luchar por la vida, sembrar esperanza, defender la libertad y la justicia, ser artífices de paz y constructores de puentes”.
“El mundo necesita tu fuerza, entusiasmo y pasión”
Para el Pontífice, “cuando un joven cae, en cierto sentido cae la humanidad. Pero también es verdad que cuando un joven se levanta, es como si se levantara el mundo entero”. Por eso, “hoy, una vez más, Dios le dice a cada uno de ustedes: ‘¡Levántate!’”, porque “el mundo necesita la fuerza, el entusiasmo y la pasión que tienen ustedes“.
Por eso, “en nombre de Cristo”, Jorge Mario Bergoglio lanza estas siete peticiones a los jóvenes:
*¡Levántate! No puedes quedarte tirado en el suelo sintiendo pena de ti mismo, ¡hay una misión que te espera! También tú puedes ser testigo de las obras que Jesús ha comenzado a realizar en ti”.
*Levántate y testimonia tu experiencia de ciego que ha encontrado la luz, que ha visto el bien y la belleza de Dios en sí mismo, en los otros y en la comunión de la Iglesia que vence toda soledad.
*Levántate y testimonia el amor y el respeto que es posible instaurar en las relaciones humanas, en la vida familiar, en el diálogo entre padres e hijos, entre jóvenes y ancianos.
*Levántate y defiende la justicia social, la verdad, la honradez y los derechos humanos; a los perseguidos, a los pobres y los vulnerables, a los que no tienen voz en la sociedad y a los inmigrantes.
*Levántate y testimonia la nueva mirada que te hace ver la creación con ojos maravillados, que te hace reconocer la tierra como nuestra casa común y que te da el valor de defender la ecología integral.
*Levántate y testimonia que las existencias fracasadas pueden ser reconstruidas, que las personas que ya han muerto en el espíritu pueden resurgir, que las personas esclavas pueden volverse libres, que los corazones oprimidos por la tristeza pueden volver a encontrar la esperanza.
* ¡Levántate y testimonia con alegría que Cristo vive! Difunde su mensaje de amor y salvación entre tus coetáneos, en la escuela, en la universidad, en el trabajo, en el mundo digital, en todas partes.
¿Jesús sí, pero la Iglesia no?
Por otro lado, Bergoglio recuerda que “solo un encuentro personal —no anónimo— con Cristo cambia la vida”. “No basta haber escuchado hablar de Cristo a otros, es necesario hablar con Él personalmente. Esto, básicamente, es rezar. Es hablar a Jesús directamente, aunque tengamos el corazón todavía desordenado, la mente llena de dudas o incluso de desprecio hacia Cristo y los cristianos. Me gustaría que cada joven, desde lo profundo de su corazón, llegara a hacerse esta pregunta: “¿Quién eres, Señor?””, agrega.
Francisco lamenta que muchos jóvenes digan ‘Jesús sí, la Iglesia no’, “como si uno pudiera ser una alternativa a la otra. No se puede conocer a Jesús si no se conoce a la Iglesia. No se puede conocer a Jesús si no por medio de los hermanos y las hermanas de su comunidad. No nos podemos llamar plenamente cristianos si no vivimos la dimensión eclesial de la fe”, afirma.
Autenticidad frente a las ‘stories’ de Instagram
El Papa pide a los jóvenes autenticidad frente a las ‘stories’ de Instagram “a menudo construidas artísticamente con mucha producción, con videocámaras y escenarios diferentes. Se buscan cada vez más los focos del primer plano, sabiamente orientados, para poder mostrar a los ‘seguidores’ una imagen de sí que a veces no refleja la propia verdad. Cristo, luz meridiana, viene a iluminarnos y a restituirnos nuestra autenticidad, liberándonos de cualquier máscara”.
En otro sentido, el Pontífice se refiere a las oscuridades internas y externas. “Si la oscuridad que los rodea y la que está dentro de ustedes les impide ver correctamente, corren el riesgo de perderse en batallas sin sentido, hasta volverse violentos. Y lamentablemente las primeras víctimas serán ustedes mismos y aquellos que están más cerca de ustedes”, señala.
“Existe también el peligro de luchar por causas que en el origen defienden valores justos pero que, llevadas al extremo, se vuelven ideologías destructivas. ¡Cuántos jóvenes hoy, tal vez empujados por las propias convicciones políticas o religiosas, terminan por convertirse en instrumentos de violencia y destrucción en la vida de muchos! Algunos encuentran en las redes sociales el nuevo campo de batalla, utilizando sin escrúpulos el arma de las noticias falsas para esparcir veneno y destruir a sus adversarios”, subraya.
Sean testigos para otros jóvenes
Por otro lado, el Papa ha exhortado a los jóvenes católicos a ser testigos para otros jóvenes. “Al abrazar la vida nueva que nos fue dada en el bautismo, recibimos también una misión del Señor: ‘¡Serás mi testigo!’. Es una misión a la que dedicarse, que lleva a cambiar la vida. El Señor, la Iglesia, el Papa confían en ustedes y los constituyen testigos para tantos otros jóvenes”.
Por último, Bergoglio muestra su deseo de que los jóvenes vivan estas etapas antes de la JMJ de Lisboa como “verdaderos peregrinos y no como ‘turistas de la fe’”. “Abrámonos a las sorpresas de Dios, que quiere hacer resplandecer su luz en nuestro camino. Abrámonos a escuchar su voz, también por medio de nuestros hermanos y hermanas en la fe. De esta manera nos ayudaremos unos a otros a levantarnos juntos, y en este difícil momento histórico seremos profetas de tiempos nuevos, llenos de esperanza”, concluye.