Empresarios católicos hablan de sus esperanzas en la próxima visita del Santo Padre Francisco a Ciudad Juárez.
A pesar de las difíciles crisis que han pasado, ser agradecidos con Dios es lo que los ha mantenido firmes como empresarios, pero también el ambiente de calidez y cordialidad que fomentan en la empresa.
Gabriel y José Mario Sánchez dirigen una empresa maderera con 38 años de antigüedad, en la que han pasado difíciles crisis, pero nunca despidieron a alguno de sus empleados, sino buscaron y encontraron soluciones para seguir operando.
Junto a sus colaboradores, ellos saben que el centro de la empresa son las personas.
Su historia
Gabriel y José Mario comparten que su padre, fundador de la empresa, siempre fue un incansable emprendedor.
Comenzó con una tienda de abarrotes en la que cortaba salchichón y acomodanba tomates, recordaron, pero luego lo invitaron a trabajar cortando madera que se transportaba a El Paso.
Al ver una oportunidad, y con el apoyo de su propio patrón, el señor Sánchez abrió su maderería que hoy es una de las empresas juarenses cuya operación basan en los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.
Realidades
Gabriel Sánchez explicó que una empresa es una necesidad social, pero dijo que la sociedad debe tener buenas empresas, lo que se consigue formando a sus líderes y trabajadores, ya sea mediante la enseñanza de la Iglesia o de las personas que ponen en el centro a la persona.
“Podemos compartir que ante la crisis que vivimos no despedimos a nadie.Tuvimos que tomar medidas y decisiones muy fuertes que nos cambiaron la vida, y nos cambiaron la manera de operar”, dijo Gabriel.
“En un entorno familiar la empresa ha encontrado soluciones para sobrevivir a la crisis, para no despedir empleados y no dejar sin sustento a sus familias…encontramos la forma de, a pesar de tener pérdidas, seguir sobreviviendo, porque en el entorno familiar se puede lograr”, dijo por su parte José Mario en alusión a que la compañía que dirigen es una empresa familiar.
Bendiciones
Para los empresarios, el agradecimiento de los empleaados, cuando alguno se ha tenido que marchar, es una bendición y algo que paga los sacrificios que realizan desde la dirección de la empresa.
“De aquí viven muchas familias e indirectamente otras, es una bendición el poder estar al frente”, dijo José Mario, quien compartió que en las instalaciones existe una capilla en la que todos, empeados o directivos pueden llegar a rezar.
Al hablar sobre el tema de los salarios de empleados, dijo que además de cuidar ello, es importante cuidar los gestos de caridad entre los empleados y los directivos, porque eso hace que todo se transforme. “El amor es lo que mueve todo”, dijo Gabriel.
Qué esperan de la visita
Ante la próxima visita del Papa Francisco y su encuentro con el mundo del trabajo, Gabriel y José Mario esperan que el mensaje que ahí presente el Santo Padre logre transformar los corazones, tanto de los empresarios, como de los obreros.
“Espero que motive a muchos jóvenes a tener mejores empresas, mejores trabajos, pero no podemos hacerlo exigiéndole al otro, tenemos que hacerlo buscando nosotros las soluciones y haciéndolas”, dijo José Mario.
“Dijo que el empresario debe ser mucho más humano, pero también los trabajadores tienen que ser mas cooperadores con la empresa, porque son muchos los retos, y sin el binomio no existe la empresa”, agregó.
“Estoy muy ilusionado, pienso que esta visita del Papa va transformar a Ciudad Juárez, a la región y a todo México… aquí el papa nos puede transformar en todos los sentidos y nos debe de tocar los corazones en todos los ámbitos”, puntualizó Gabriel.