Ana María Ibarra
Con humildad, entrega y el deseo de seguir extendiendo el Reino de Dios, Silvia y Saúl Amparán recibieron el nombramiento como nuevos coordinadores de la Comunidad María Mediadora, siendo este el primer cambio en seis años desde que se integró a la Iglesia local como movimiento diocesano.
Silvia Carrillo y Saúl Amparán tienen 31 años de casados y dos 2 hijos, uno de ellos médico y el menor universitario.
La pareja formaba parte de Asambleas de Matrimonios cuando una amiga de Silvia la invitó, primero, a un grupo de oración y después a vivir un Seminario de Sanación impartido por la Comunidad María Mediadora.
“Le comenté que quería empaparme un poquito más de lo que era la oración y ella me dijo, mira te invitó al Seminario de Sanación”, compartió Silvia.
“Llegamos igual que todas las personas a vivir el seminario, después nos invitaron a los procesos de seguimientos y hemos ido sirviendo en esta comunidad desde el 2014”, agregó Saúl.
Después de un discernimiento en oración ante el Señor, Saúl y Silvia se sintieron llamados a servir en la Comunidad María Mediadora y fueron animados por el padre Beto Luna.
En estos años, los Amparán han experimentado de una manera distinta la unción del Espíritu Santo. Han vivido una etapa de sanación personal y por consiguiente como matrimonio y familia, incluso, su hijo menor forma parte de una red de jóvenes en la misma comunidad.
“Aquí lo primero es la sanación personal. Al pasar este proceso iniciamos nuestro trabajo como pareja. Ha sido de gran bendición”, agregó el matrimonio.
Nuevos coordinadores
Con casi nueve años en la Comunidad María Mediadora, Silvia y Saúl fueron elegidos a coordinar el movimiento, por decisión del padre Jorge González, asesor.
La noticia se dio a conocer el pasado diciembre a la membresía y Saúl y Silvia iniciaron a conocer a profundidad lo que sería su servicio. Fue a principios de febrero cuando el padre Jorge los presentó al obispo.
“El señor obispo nos hizo una oración de envío. Fue algo muy emotivo y estamos dispuestos a servir”, expresó Saúl.
“Recibimos la noticia con humidad y con mucha entrega. Es una bendición que el Señor haya puesto su mirada en nosotros. Humildemente recibimos esta encomienda, solamente Dios sabe sus caminos y por qué nos ha elegido”, añadió Silvia con nudo en la garganta.
Nuevos retos
Los nuevos coordinadores continuarán con el servicio que María Mediadora ha realizado durante años, sin embargo, han retomado un proyecto que ya se había iniciado anteriormente llamado ‘Procesos Parroquiales’.
“La sede de la comunidad está en el área de San Lorenzo y mucha gente que desea vivir el Seminario se le complica el traslado. Como movimiento diocesano estamos abiertos a ir a las parroquias que lo soliciten a impartir un Seminario de Sanación”, dijeron.
Informaron que por ahora se realizan dos seminarios simultáneos: uno en la sede y otro en la parroquia Corpus Christi, con el padre Beto Luna.
Comunidad María Mediadora
Misión: Formar líderes para llevar el evangelio a diferentes partes
Visión: Extender la comunidad en toda la ciudad.
“Invitamos a toda la comunidad diocesana a darse la oportunidad de vivir estos seminarios. Nuestra labor es ganar almas para el Señor. Y así como nosotros, queremos que muchas personas y familias puedan ir sanando de todas las situaciones de vida que traen a cuestas”.
Saúl y Silvia Amparán