Ramón y Etna Aguayo/ Encuentro Matrimonial Mundial Ciudad Juárez
En estas últimas semanas todos hemos escuchado una y otra vez la canción *Session 53* compuesta e interpretada por Shakira y BZRP, ya sea en la radio o al entrar a algún centro comercial, restaurante e incluso las redes sociales, generando gran controversia por su letra.
El contenido de esta canción deja ver claramente enojo, decepción, dolor, coraje, burla y desilusión; y sin duda sube un poco más de intensidad a lo que había creado e interpretado meses atrás.
El duelo, en la canción
A pocos días de celebrar el día del amor y la amistad, esta canción se ha convertido en un hit revelador para muchos, pues el tema no es más que un reflejo de las etapas del duelo que se viven ante la separación del ser amado, tras una infidelidad y la ruptura.
A continuación, buscaremos explicar cómo se reflejan estas etapas a lo largo de la canción.
Con frases tales como: “No sé ni qué es lo que te pasó. ‘Tás tan raro que ni te distingo”. Se puede comprender un poco la etapa de la negación; aunque este proceso queda mucho más evidenciado en los temas de “Te felicito” y “Monotonía”. Sin embargo, no es difícil comprender que todas las etapas pueden volverse a vivir una y otra vez hasta llegar a superarse definitivamente.
“Sorry, baby, hace rato Que yo debí botar ese gato. Una loba como yo no está pa’ novato’. Una loba como yo no está pa’ tipos como tú. A ti te quedé grande Y, por eso, estás con una igualita que tú. Esto es pa’ que te mortifique’ Mastique’ y trague’, trague’ y mastique’. Ah, mucho gimnasio. Pero trabaja el cerebro un poquito también”. Son frases que se mencionan en repetidas ocasiones y que posiblemente es lo que más pueda llegar a hacer click con todos los que se identifican con la cantautora.
Esto lo identificamos con la etapa de la ira, que es en la que se expresa todo el dolor a través de manifestaciones de coraje, frustración, impotencia, agresión y reclamos que pueden ir desde lo sutil a lo directamente ofensivo, lo cual impide despedirse adecuadamente del ser amado.
“Fotos por donde me ven. Aquí me siento un rehén. Por mí todo bien. Yo te desocupo mañana. Y si quieres traértela a ella, que venga también”.
Estas frases de la canción pueden llegar a ser parte de la etapa de la negociación, donde la persona comienza a dar pauta de posibles acciones que le permitan avanzar a la búsqueda de soluciones para experimentar sentimientos de paz y sanación.
“Perdón, ya cogí otro avión. Aquí no vuelvo. No quiero otra decepción. Tanto que te las das de campeón. Y cuando te necesitaba. Diste tu peor versión.”
Esta parte proyecta la etapa de la depresión, pena o tristeza en la que refleja cierto reclamo por las expectativas no cubiertas y lo que ella lo necesitaba sin lograr esa cercanía que su ser anhelaba y que ahora expresa a través de lo que ella sabe hacer, cantar. Al ser consciente para asumir la pérdida se comienza a contactar con lo que implica emocionalmente ausencia, es decir, se acepta que se requiere avanzar aun con lo que puede doler la pérdida.
“Del amor al odio hay un paso. Por acá no vuelva’, hazme caso. Cero rencor, bebé. Yo te deseo que te vaya bien con mi supuesto reemplazo”
Por último, estas frases, aunque se menciona en una sola ocasión, pueden ser parte de la etapa de la aceptación; en la que la comprensión de que la perdida es parte de la vida humana, se logra continuar bajo la perspectiva de una vida abierta a dejar atrás el sufrimiento que anteriormente nublaba la visión, ser consciente que se puede seguir adelante y volver a tener momentos de felicidad.
Reflexión final
Todas las personas pueden tener diversas maneras de vivir las etapas del duelo, estas pequeñas reflexiones nos invitan a ser conscientes del momento en que cada uno se puede encontrar y la importancia de llegar a la resolución efectiva con la aceptación y agradecimiento de las experiencias superadas, con la total convicción de que todo en esta vida es una lección para ser mejor persona, vivir a plenitud y disfrutar de cada día con la mejor versión para sí mismo.