Luego de su eliminación del Programa MasterChef México, padre Beto Luna regresará a su vida normal como párroco, pero con más ánimo… “Dejé grandes amigos”, afirma…
Ana María Ibarra
Aunque siempre estuvo consciente de la posibilidad de ser eliminado del programa MasterChef México 2017, el padre Beto Luna se mostró confiado ante los chefs que finalmente decidieron eliminarlo el pasado domingo 12 de noviembre.
En entrevista telefónica con periódico Presencia, el padre Beto se dijo agradecido con Dios por la oportunidad de haber participado en el programa de cocina, donde aprendió más del arte culinario e hizo grandes amistades.
Una bonita experiencia.
El padre Beto ostentó seis mandiles negros durante su participación, y estuvo en espera de algún día ser eliminado, pero lo que sucedió en el programa número doce, lo sorprendió.
“Fue algo sorpresivo. Como vieron en el programa, a Pablo lo criticaron mucho, a doña Julia se le olvidó la masa para los tamales. No pintaba para ser eliminado. Me sentía seguro, era un tamal, es lo que he hecho desde chiquillo, podría decir que es la única receta que puedo saber con mucha claridad, pero salí del programa”, dijo con la esa peculiaridad que lo caracteriza.
“Fue una experiencia de conocer gente bonita, vivir realidades tan hermosas que en mi vida no había experimentado”, dijo el sacerdote.
Ante la pregunta de qué dejó en la casa y la familia de MasterChef, con esa picardía tan suya respondió: “Dejé ropa… pero también dejé amistades, grandes amigos, relaciones de amistad con los participantes, con la racilla de producción. Quedo en la identidad del recuerdo. Se quedan recuerdos, se quedan alegrías juntos, tristezas, batallar, echarnos la mano, echarnos tierra, enojos, todas las emociones de una persona normal”.
Regreso a casa
“Sin fama”, -dice el entrevistado-, pero con un gusto mayor por la cocina, el padre Beto regresará a su vida normal en la diócesis.
“Sigue regresar a mi vida normal como siempre. Beto Luna fue y vino, la fama no se busca sino ante Dios. Se me dio la oportunidad de estar en esta cocina bonita de Master Chef y ahora toca buscar la fama ante Dios, su reconocimiento y seguir siendo como soy, hacer lo que hago”.
“Eso sí, el sentido del gusto se afinó y soy más chiple, cuando voy a comer prefiero cocinar a que otros me cocinen y aprendí a comer por antojo, lo que se me antoje, arre, hacerlo y comerlo”.
Sin ninguna posibilidad de volver al programa de TV Azteca, el padre Beto continuará con su trabajo en la comunidad de su parroquia Corpus Christi…y viendo Master Chef sin ningún favorito.
“No tengo ninguna posibilidad de regreso a la cocina de Master Chef. Sales y sales, los que se quedan siguen luchando. Yo salí y me toca seguir luchando en mi comunidad con todo el trabajo. En Master Chef mi favorito era yo y ya salí”, finalizó.