El 22 de octubre se celebró la Jornada Mundial de las Misiones 2023, bajo el lema ‘Corazones fervientes, pies en camino’.
Para su mensaje, el Papa se inspiró en el relato a los discípulos de Emaús narrado en el evangelio de Lucas, en el que los discípulos, desilusionados por la muerte de Jesús, se encuentran con el Maestro resucitado y vuelven a hallar esa fuerza para salir a anunciar la Buena noticia.
Aquí tres claves de este mensaje:
- La Palabra de Dios ilumina y trasforma el corazón
El Papa subraya que “hoy como entonces, el Señor resucitado es cercano a sus discípulos misioneros y camina con ellos, especialmente cuando se sienten perdidos, desanimados, amedrentados ante el misterio de la iniquidad que los rodea y los quiere sofocar”.
Además, Francisco expresa su cercanía en Cristo “a todos los misioneros y las misioneras del mundo, en particular a aquellos que atraviesan un momento difícil”.
El Papa anima: “Dejemos que Él encienda nuestro corazón, nos ilumine y nos trasforme, de modo que podamos anunciar al mundo su misterio de salvación con la fuerza y la sabiduría que vienen de su Espíritu”.
- Jesús en la Eucaristía es el culmen y la fuente de la misión
El Papa recuerda que “cada discípulo misionero está llamado a ser, como Jesús y en Él, gracias a la acción del Espíritu Santo, aquel que parte el pan y aquel que es pan partido para el mundo”.
“A este respecto, es necesario recordar que un simple partir el pan material con los hambrientos en el nombre de Cristo es ya un acto cristiano misionero”, dice el mensaje.
Recuerda que “para dar fruto debemos permanecer unidos a Él, y esta unión se realiza a través de la oración diaria, en particular en la adoración, estando en silencio ante la presencia del Señor, que se queda con nosotros en la Eucaristía”.
- Pies que se ponen en camino, con la alegría de anunciar a Cristo Resucitado
Por último, el Papa señala que “no es posible encontrar verdaderamente a Jesús resucitado sin sentirse impulsados por el deseo de comunicarlo a todos”.
Por lo tanto, “el primer y principal recurso de la misión lo constituyen aquellos que han reconocido a Cristo resucitado, en las Escrituras y en la Eucaristía, que llevan su fuego en el corazón y su luz en la mirada”.
“Hoy más que nunca la humanidad, herida por tantas injusticias, divisiones y guerras, necesita la Buena Noticia de la paz y de la salvación en Cristo”, dice.
En este sentido, “la urgencia de la acción misionera de la Iglesia supone naturalmente una cooperación misionera cada vez más estrecha de todos sus miembros a todos los niveles”, asevera. “Este es un objetivo esencial en el itinerario sinodal que la Iglesia está recorriendo con las palabras clave: comunión, participación y misión”.