Movimiento Jesús Salvando Matrimonios y Familias ofrece apoyo espiritual a parejas que luchan por restaurar su relación
Ana María Ibarra
Con testimonios locales y nacionales, fundadores del movimiento Jesús Salvando Matrimonios y Familias realizaron un encuentro el pasado 22 de julio.
Claudia Ortiz y José Luis Salazar, directores nacionales del movimiento que cuenta con siete meses de presencia en la diócesis, encendieron una esperanza en algunos de los asistentes que llegaron con problemas en sus matrimonios.
De igual manera el tema “La Batalla Espiritual”, a cargo del padre Felipe Juárez, párroco de la comunidad San Felipe de Jesús, dejó corazones dispuestos a luchar por su matrimonio, convencidos de que es el Señor el único que puede hacer posible lo imposible.
Los asistentes tuvieron además un momento de intimidad con Jesús Sacramentado, a quien adoraron y entregaron sus heridas, sus tristezas, sueños y anhelos, así como sus familias.
Claudia y José Luis compartieron como surgió dicho movimiento.
“Nació a raíz de una fractura matrimonial. Decidí luchar por mi matrimonio a través de oración, de una lucha espiritual. En el caminar me encontré con dos personas que también querían luchar por sus matrimonios. Empezamos a reunirnos, a orar y a hacer trabajos espirituales ayudados por sacerdotes”, dijo Claudia.
En este proceso empezaron a contactar más personas que estaban pasando los mismos problemas y el grupo empezó a crecer.
“Formamos una página web donde empezamos a subir oraciones, testimonios de restauración, consejos para luchar y cada vez se sumaban más personas. Después mi esposo regresó a casa y se sumó en el trabajo para Dios y, como es experto en tecnología hizo crecer mucho este movimiento en redes sociales dándole difusión”, narró Claudia.
Aunque por su vida de pecado José Luis se negaba al llamado de Dios, finalmente lo aceptó como su Señor y Salvador.
“Le pedí perdón a mi esposa y ella me aceptó de nuevo en casa donde me encontré lleno del amor de mi esposa, de mis hijos, sin reproches, sin ningún problema. La misericordia de Dios se hizo presente desde el amor, el perdón y la nueva convivencia que tenemos”, dijo.
Alcance internacional
Este ministerio, que nació hace 10 años con la lucha de Claudia, pero que como movimiento lleva seis, ha crecido a nivel internacional.
“En Jesús Salvando Matrimonios y Familias, cuando aceptamos a nuestro Señor Jesucristo como Señor y Salvador de uno mismo, de nuestro matrimonio, de nuestros hijos nacidos y por nacer, es ahí donde, como fruto del espíritu, se hace la restauración”, afirmó.
Dijo que el mensaje es que aceptemos a Dios en nuestro corazón. “Con que uno de los dos cónyuges quiera y decida luchar, Dios restaura el matrimonio. A lo largo de seis años hemos visto todo tipo de milagros imposibles en el entender humano y cien por ciento posibles en el entender de Dios”.
El encuentro, que reunió a más de 60 personas, concluyó con un momento de alabanza y gozo, despidiendo de esta manera al Santísimo Sacramento.
Los asistentes fueron invitados a formar parte del cenáculo presencial que se reúne en la parroquia San Felipe de Jesús, donde el movimiento hace oración por sus matrimonios y familias.
En Ciudad Juárez
El movimiento está enfocado a matrimonios que ya están en una separación o bien, que están juntos pero en una separación espiritual, a punto de terminar su matrimonio.
“Hay hermanos que ya están divorciados y que están luchando por recuperar su matrimonio”, expresó Ana Balderas, la coordinadora del grupo en esta ciudad.
“El movimiento es preventivo y es una esperanza para poder salvar matrimonios. Tenemos desde el 14 de enero en Ciudad Juárez, nos reunimos en la parroquia San Felipe de Jesús todos los sábados de 10 de la mañana a 12 del mediodía. Estamos dentro de la pastoral familiar”, resaltó.
Compartió que este movimiento en la diócesis inició con cuatro personas con el deseo de luchar por sus matrimonios y ahora son ya 16.
“Para gloria de Dios, tenemos el primer matrimonio restaurado de aquí de Ciudad Juárez, y esperamos ser más”, dijo entusiasta.
Añadió que, tomados de la mano de Dios, inician una restauración personal, después familiar y finalmente matrimonial, por lo que invitan a aquellas personas que atraviesen una crisis matrimonial a acudir al cenáculo presencial.
“Hacemos alabanzas, momentos para escucharnos en testimonios, temas, lectura de la palabra de Dios con el Espíritu Santo presente. Pueden llevar a los hijos, acaba de iniciar un grupo de hijos luchadores donde se les dan temas de acuerdo a su edad”, invitó Ana.