Presentamos algunas reflexiones y sugerencias para vivir unas vacaciones cristianas en este Verano 2023…
Ana María Ibarra
Después de largas jornadas de trabajo y estudio es necesario tomar un descanso, disfrutar en familia las vacaciones y disfrutarse entre sí, pero también es importante no olvidar la vida espiritual ni mucho menos a Dios, sino al contrario, tenerlo presente y contemplar su presencia en cada actividad que se realice.
Así lo explicó el padre Jorge Ramos, coordinador de la Dimensión Familia, al reflexionar para nuestros lectores sobre cómo deben ser unas buenas vacaciones cristianas.
Descanso en familia
El sacerdote, quien tiene una especialidad en psicología, dijo que a lo largo del ciclo escolar cada miembro de la familia se desenvuelve en su rol. Tanto padre como hijos tienen distintas y variadas actividades y responsabilidades qué atender.
En el caso de los padres y cabezas de familia, las horas trabajando, tiempos extras; y en el caso de los jóvenes, aplicados en sus estudios dentro y fuera del horario de clase, así como en tareas extra escolares.
Ante esto, el padre Jorge dijo que las vacaciones familiares se entienden como un tiempo en el cual se pueden organizar para estar juntos, convivir y dedicarse tiempo para sí mismos, cambiando de rutinas y de actividades, descansando de lo cotidiano.
“Me parece muy importante que este tiempo se aproveche para que las familias interactúen entre ellos para conocerse en otra faceta, reposar del tiempo de trabajo y estudio y que de alguna manera entiendan el uno y el otro cómo lo ha asumido, cómo lo ha integrado para el bien de la misma familia”, compartió el padre Jorge.
Por ejemplo, el padre de familia, al observar a su hija después de un ciclo escolar, se podrá dar cuenta qué de diferente hay en su pensar y en su sentir que la edifique en su ser hija y como parte de la familia.
Añadió que las vacaciones son un tiempo propicio para que, en el diálogo, en el respeto y la escucha, cada integrante de la familia exprese, desde su individualidad, aspectos que los ayuden a profundizar para que los lazos familiares se fortalezcan y de esta manera haya comprensión en las demandas que tenga uno hacia el otro.
Sin olvidar a Dios
Pero el sacerdote quiso hacer énfasis en que las vacaciones no son para deslindarse de Dios, sino al contrario. Tan rica es la fe católica que puede iluminar también este tiempo de descanso, expuso.
“Recordemos a los apóstoles que después de una misión donde todo salió de lo mejor, regresaban contentos y le decían a nuestro Señor cómo habían podido hacer tantas cosas en su nombre, y nuestro Señor los llama a un lugar apartado para descansar”.
Explicó que con esto se observa la necesidad de los momentos de descanso, de vacaciones, y la espiritualidad indica que deben ser unas vacaciones para estar con Dios.
«Si falta nuestro Señor hablamos de otro tipo de descanso. Descansar no es dejar de hacer todo, es tomar otra actividad en la cual encontrar cristianamente el descanso, agradecidos por la salud, por la vida, por los estudios, por todo, pero también para un momento de recreación, de convivencia, de cambiar de escenario, si es posible”.
El sacerdote recordó el evangelio del domingo pasado cuando el Señor llama a todos los que están cansados y agobiados a acudir a él para encontrar descanso y alivio.
“No necesariamente es tomar las vacaciones, como algo que se deslinda de Dios. De Dios no se suelta uno, no se desprende. Quien piense que descansar implica dejar de orar, de ir a misa, de ver por la vida litúrgica, pudiera tener una mala concepción. Si Dios descansara de nosotros, entonces dejamos de existir. Dios no se olvida de nosotros”, aclaró.
Algunas sugerencias
En agradecimiento a Dios por el tiempo que concede de vacaciones, el padre Jorge aconsejó que, si se sale de la ciudad, sería muy interesante que se pudiera visitar algún escenario donde se alimente la oración como contemplar zonas montañosas o la intensidad del mar.
«Quien tenga mayor sensibilidad puede contemplar eventos culturales, las ricas tradiciones en nuestro país, obras de teatro relacionadas con lo espiritual, se eleva en oración con Dios cuando se contempla la naturaleza, cuando se conoce a algún familiar al que no se conocía”.
Añadió que es bueno incluir un lugar simbólico espiritual un templo o un santuario.
“En lo personal me ha ayudado mucho cuando voy cerrando vacaciones visitar un lugar de estos. Todo lo que se vivió y aconteció en positivo y en algo quizá no tan positivo se recapitula. Así, se puede descansar, dar gracias a Dios y regresar con mucho ánimo para seguir la jornada en el día a día”, expresó.
A imagen de La Sagrada Familia
Señaló que para las familias que permanecen en la ciudad en este tiempo, ayuda que los padres, escuchando sugerencia de los hijos, organicen actividades para realizar cada día: ver una película, salir a caminar a un parque, pasear en bicicleta o con patines, considerar actividades deportivas que disfrute cada uno en la familia.
“Es importante que en cada actividad se incluya la oración antes y después, además ir a misa y visitar al Santísimo. Se pueden organizar para ir al encuentro de otros, visitar a alguien de la escuela, algún familiar o ayudar a alguien con necesidad”.
Finalmente, el padre Jorge invitó a quienes guían en la familia, a estar alertas, pues al disponer más tiempo para estar juntos puede traer incomodidad de manera en que se busquen las fugas, como pensar en una cosa o buscar actividades que los distancien del resto de la familia.
“Hay que tener cuidado y observar a la Sagrada Familia, pensar en esa unidad, en esa convivencia entre ellos que debió haber sido de alegría, de gusto meditando la obra de Dios en ellos”.
Descanso en la ciudad…y en la casa
Para la familia Valdés Solís, integrante del Movimiento Familiar Cristiano, es importante vivir unas buenas vacaciones familiares para fortalecer los lazos entre hijos y padres.
“Son momentos en los que se comparte más tiempo sin el estrés del día a día, y de eso se puede sacar mucho beneficio”, dijeron José Ramón y Graciela, quienes junto con sus hijos José y Ángel Eduadro, procuran sacar el mejor provecho a las vacaciones de verano.
Los Valdés sugirieron algunas actividades para quienes no pueden salir de la ciudad en las vacaciones, pues “siempre es provechoso compartir juntos un tiempo de descanso”,
Propusieron como actividades salir a los parques cercanos o, por ejemplo, tener un día de campo en el Valle de Juárez.
Igualmente propusieron visitar museos o sitios de interés en la ciudad, con el objetivo de “salir de la monotonía del día a día y poder tener tiempo en familia”.
Sugirieron como otras actividades recreativas que se pueden hacer en casa: participar en juegos de mesa o hasta cocinar entre todos una cena familiar.
Algo que no quiseron dejar pasar en esta reflexión, es que es importante no dejarse llevar por los abusos en esta temporada de descanso, por ejemplo, no beber alcohol, o excederse en las comidas.
Y sobre todo, sugirieron procurar mantenerse siempre alegres… en el amor de Jesús.