El 23 de septiembre la Iglesia celebra la memoria litúrgica de San Pío de Pietrelcina, un gran santo que ha llamado la atención del mundo entero a través de su carisma. Presentamos testimonios sobre la intervención de este santo en la vida de los fieles…
Ana María Ibarra
Roberto, Adriana y Rubén Villanueva comparten no solo el apellido y los lazos sanguíneos, sino también la devoción y el amor al Padre Pío de Pietrelcina quien, en diferentes situaciones personales, les ha brindado su protección y ha sido fiel intercesor.
Lo conocen
Fue a través de su señora madre como los hermanos Villanueva conocieron al padre Pío.
«Mi mamá se puso a hablarnos del padre Pío. Luego empecé a buscar información sobre él y me fui sorprendiendo al conocer su vida”, compartió Roberto.
Por su parte, Adriana recordó que fue en el año 2016, antes de que falleciera su papá, cuando escuchó a su mamá a hablar ‘del padre de los estigmas’.
“Mi papá estaba enfermo y escuché a mi mamá hablar de la película del padre Pío. Mi hermano Roberto se encargaba de cuidar a mi papá en el día y mi hermano Rubén en las noches. Me quedé impresionada de saber toda su vida. De ahí nació nuestra devoción”, dijo Adriana.
“Mi hermano Beto empezó a nombrar al padre Pío en la casa. Recuerdo que soñé con él, que me decía que lo siguiera. Después me encontré con la película y al ver una escena era la misma en la que me había soñado”, dijo Rubén, para quien no fue casualidad que al ser invitado por primera vez a vivir un retiro (en El Paso), acudió y se sorprendió que el retiro se realizaba en parroquia dedicada a San Pío.
Rubén: llamado a servir a Dios
Los tres hermanos comenzaron a involucrarse más en el conocimiento del padre Pío, además de ser una familia mariana y de oración, pues su abuelita y su mamá pertenecieron a la Orden Seglar Carmelita en la parroquia Nuestra Señora del Carmen.
“Anduve perdido en la fe, pero el acercarme a la vida del padre Pío me llevó a ser ministro extraordinario de la comunión en la parroquia San Judas Tadeo. Ha habido dioscidencias, como el obsequio que me hicieron de una foto de él, y la imagen de padre Pío que llegó a mi casa de visita. Sigo soñando con él y me he soñado vestido de sacerdote a su lado”, compartió Rubén.
Expuso que en su juventud quiso ser sacerdote, pero su madre no se lo permitió, y ahora como hombre casado y ante estos sueños ha pensado en ser diácono permanente, sin embargo, recibió la noticia de que por el momento la escuela del diaconado no está recibiendo nuevos candidatos.
“Lo platiqué con el padre Salvador Magallanes y él me dijo que sí es un llamado de Dios al diaconado permanente. Espero que alguna vez se concrete”, compartió.
Adriana: Recibió regalo
Por otra parte, Adriana compartió que cuando falleció su mamá, unas personas de la Orden Seglar Carmelita la invitaron a formar parte del grupo, pero ella se negó porque aún se sentía devastada por la pérdida de su madre.
“En un retiro hablaron de la orden y del llamado a formar parte de ella. Sentí una mirada en la frente y le pedí a la Virgen del Carmen que me hiciera saber si el llamado era para mí, y ahí sentí su respuesta y pedí unirme a la orden. Ahorita soy maestra de formación”, dijo la seguidora de Padre Pío, que a su vez era un devoto de la Virgen, a quien clamaba:
“Pongo en ti, después de Jesús, todas mis esperanzas, toda mi salud, acéptame como tu siervo, y acógeme bajo tu manto, tú, Madre de Misericordia. Y ya que eres tan potente ante Dios, líbrame de todas las tentaciones o obténme la fuerza de vencerlas hasta la muerte. Madre mía, por el amor que tienes a Dios, te ruego me ayudes siempre, pero más en el último momento de mi vida. No me abandones hasta no verme salvo en el cielo, bendiciéndote y cantando tus misericordias por toda la eternidad”.
Un regalo que recibió Adriana fue visitar la tumba del padre Pío, pues cuando veía las películas sentía la ilusión de estar ahí.
“Se me hacía muy lejos, algo difícil para mí. En distintos momentos le compartí al padre Pío mi deseo de ir a visitarlo y un día mi esposo me dio la noticia de que viajaríamos a Roma, pero le dije que mi anhelo era ir a ver al padre Pío y me dijo que sí”, recordó.
La entrevistada recordó que esa experiencia fue muy hermosa. Sin saber, se dirigieron hacia Pietrelcina en un auto rentado.
“Recorrimos esos lugares con tranquilidad. Se sentía una paz, Fuimos a San Giovanni Rotondo a visitar su tumba. Llegamos de noche y estaba el lugar solo y oscuro. En la capilla, cuando pisé, empecé a llorar, fue una gran bendición. Me temblaban las piernas de emoción al ver el cuerpo del padre Pío, estábamos solos con él mi familia y yo”.
En ese lugar Adriana y su familia participaron en la misa que se celebró esa noche en el recinto.
Roberto: San Pío lo escuchó
La devoción de Roberto hacia el padre Pío lo llevó a verlo como un abuelito, ya que no conoció a ninguno de sus abuelos.
Con un nudo en la garganta, Roberto compartió que cuando su padre estaba ya muy enfermo, su madre colocó una imagen del padre Pío en su buró.
“Nunca había visto a mi papá acostado. No quise verlo sufrir y le pedí al padre Pío que se compadeciera de él, y si era voluntad de Dios, que lo llevara a descansar. A los pocos días mi padre falleció”, compartió.
Otro momento en que Roberto pidió la intercesión del padre Pío fue durante la pandemia cuando enfermó de Covid.
“Me sentía muy mal. Me dolía mucho el pecho y el doctor me dijo que dejara de hablar porque estaba muy mal de mis pulmones. Eso fue un lunes. Me comunicaba con el doctor por WhatsApp. Y me puse a ver la película del padre Pío y le pedí por mi salud. Me puse a rezar muy profundo, que llegó un silencio y una paz en mi habitación. Esa noche dormí como nunca he dormido”, narró.
A los tres días, Roberto se recuperó de la enfermedad, a tal grado que sorprendió al médico.
Unidad familiar
Los hermanos Villanueva compartieron que su mamá siempre procuró que estuvieran unidos, pero hoy se dan cuenta que el padre Pío los ha hecho estar más enfocados en esa unión y en llevar la paz en su familia.
“Padre Pío nos ha unido más como hermanos y al resto de la familia. Cuando puse el altar de la visita de la imagen del padre Pío, lo publiqué y comenzaron a pedir oración por sus necesidades”, dijo Rubén.
“Invito a la comunidad a que busquemos la intercesión del padre Pío, que es muy bieno. Y a seguir adelante a pesar de los problemas, de las necesidades, que estemos tomados de la mano de Dios, pensando que también nosotros podemos llegar a ser santos”, expresó por su parte Adriana.
Para finalizar, Roberto pidió que las familias estén unidas y tomen al padre Pío y a los demás santos como ejemplo.