Por separado, alrededor de 90 hombres y mujeres se acercaron a la misericordia de Dios a través de este esquema de retiro espiritual.
Ana María Ibarra
Hombres y mujeres de la parroquia San Lucas Evangelista vivieron por separado la experiencia del retiro espiritual ACTS, que por primera vez se realizó en la diócesis, impulsados por el sacerdote Hugo Muñoz y con la venia del obispo don José Guadalupe Torres Campos.
El primer retiro de hombres se llevó a cabo el último fin de semana del mes de octubre, mientras que el turno para las mujeres fue el segundo fin de semana de noviembre.
Llenas del amor de Dios
Basados en la fraternidad y en transmitir el amor de Dios, los servidores de ACTS acompañaron gustosos al grupo de 39 mujeres, quienes acudieron al retiro dispuestas a llenarse de paz y del Espíritu de Dios.
Durante los días del retiro, los servidores de ACTS guiaron a las participantes a un ambiente de contacto con Dios de tal manera que pusieron ante Él, sus problemas y preocupaciones.
El sábado por la noche, las 39 mujeres vivieron un momento muy importante ya que pudieron encontrarse con sus familias y su comunidad, quienes con su presencia les expresaron su apoyo y cariño.
La misa conclusiva se realizó el domingo a mediodía en la capilla del Divino Niño, a quien se encomendaron.
Dar frutos
“Cuando sale la persona del retiro de ACTS sale a vivir en el amor, en el servicio y en comunidad. Los hombres que ya vivieron el retiro están con un semblante y una actitud muy positiva. Gracias a Dios, con estos retiros hay una sensación de un remanso de paz”, compartió el padre Hugo Muñoz, párroco de San Lucas y asesor de ACTS.
El sacerdote explicó que ACTS es un retiro espiritual que se puede realizar en cualquier parroquia, incluso, él mismo lo vivió en San Antonio, Texas, donde se fundó ACTS.
“Vi frutos en personas que me han ayudado en el comedor infantil, me interesó para traerlo a la parroquia. Viví la experiencia y fue muy especial. Éramos tres sacerdotes, me acompañó el padre Raúl Vega, y uno de la Diócesis de Aguascalientes. Fue un frescor en mi comunidad y en mi ministerio, un aire nuevo que necesitaba. Me ha ayudado muchísimo”, compartió.
Y agregó: “. Es algo novedoso para nuestra iglesia y entra en este Año de la Misericordia. Es la experiencia más hermosa de misericordia que ha vivido este grupo de gente. Me he dado cuenta que se puede hacer maravillas. Si esto empieza a florecer en la diócesis y se nos da la oportunidad de llevar el retiro, será muy positivo”.