El asunto: Donald Trump fue elegido el 45 presidente de Estados Unidos en una sorpresiva victoria para el empresario, que capitalizó las preocupaciones económicas de los votantes, se aprovechó de las tensiones raciales. El triunfo del republicano sobre Hillary Clinton pondrá fin a ocho años de dominio demócrata en la Casa Blanca.
De acuerdo a publicaciones en prensa, la Victoria de Trump amenaza con revertir importantes logros del presidente Barack Obama. Durante su campaña prometió actuar rápidamente para derogar su emblemática ley de atención sanitaria, revocar el acuerdo nuclear con Irán y reescribir importantes acuerdos comerciales con otros países, especialmente México y Canadá.
Trump, quien hizo una inesperada y a menudo fea campaña contra el institucionalismo, tomará posesión del Poder Ejecutivo el 20 de enero, en una ceremonia a realizarse en Capitolio, de Washington, D.C.
Las reacciones ante la perspectiva de una presidencia de Trump se extendieron por el mundo entero. Los mercados internacionales y el mercado de futuros de Estados Unidos se desplomaron reflejando las preocupaciones de los inversionistas de lo que podría significar la presidencia del magnate para la economía y el comercio mundial. No fue la excepción en la región fronteriza, donde también cundió la preocupación.
La pregunta:
¿Qué impacto cree que podrá tener para la región Juárez-El Paso la administración de Donald Trump?
Opiniones:
Son varias las afirmaciones del candidato Trump que se refieren a la interacción fronteriza, la más evidente se refiere a la promesa de construir un muro a lo largo de toda la frontera, esta condición que tiene un impacto simbólico muy fuerte no necesariamente es la más importante para nuestro entorno, ya que en la región tenemos ya una malla de acero “infranqueable” hace más de una década.
Sin embargo, el riesgo real está en que el muro más que ser físico se construya a través de acciones burocráticas que reduzcan el flujo comercial en la frontera, y que se puede realizar entre otras acciones modificando el Tratado de Libre Comercio o modificando unilateralmente medidas comerciales, acciones de ese tipo por supuesto que afectarían la vida fronteriza, ya que es necesario fortalecer la movilidad fronteriza en lugar de entorpecerla para un mejor desarrollo binacional.
Otra de las afirmaciones tiene que ver con el recrudecimiento de la política migratoria, la cual sin embargo ya ha tenido un endurecimiento in crescendo en las últimas décadas.
Otra condición que podría modificarse es aumentar el gravamen para el envío de remesas de mexicanos que trabajan en Estados Unidos hacia México, es probable que este aspecto afecte de manera distinta a la frontera respecto al resto del país, por la facilidad de cruce de muchos fronterizos y los mecanismos bancarios binacionales existentes.
La animadversión racial que se generó en muchos sectores en contra de los mexicanos seguramente se manifestará en algún grado en la frontera, más no con el énfasis que probablemente tendrá en otros lugares del territorio norteamericano donde los mexicanos y latinoamericanos son minoría.
Independientemente de lo que vaya a suceder a partir del próximo 20 de enero en que habrá nuevo presidente en Estados Unidos, los mexicanos, chihuahuenses y juarenses debemos ser conscientes de que podemos hacer cosas que dependen de nosotros para minimizar e incluso aprovechar los efectos del nuevo entorno.
Lo primero es no ceder al riesgo de la “profecía autocumplida” en la que parece que la mayoría de los mexicanos están, pensando en “lo mal que nos va a ir con Trump”, cuando deberíamos estar buscando las opciones para plantear nuestra relación con los vecinos y socios que ahora tendrán un presidente muy hablador, y que debe enfrentar problemas en su país que lo tendrán bastante ocupado.
Dr. Oscar Ibáñez/ Profesor universitario
Considero que si cumple sus amenazas, nuestra región puede convertirse en puerta de entrada para deportados a granel, generando que se queden muchos repatriados aquí en la ciudad.
Y si regresa las fábricas (maquiladoras) a su lugar de origen, como lo ha expresado, nuestra ciudad se quedaría con muy pocas de otras nacionalidades y mucha gente perdería sus empleos.
Ing. Rubén Molina/ Recursos Humanos
Si el presidente electo Trump implementa las acciones que ofreció en campaña, nuestro país, y en particular nuestra ciudad se verá afectada en materia económica y social.
El efecto económico vendrá por las modificaciones o restricciones al Tratado de Libre Comercio; el gobierno de Trump tratara de llevar empleos de México a Estados Unidos, esto disminuirá las oportunidades de trabajo en nuestra ciudad, aunque a la larga también perjudicara la competitividad del vecino del norte.
En el aspecto social, si se lleva a efecto una deportación masiva de mexicanos, un gran número de ellos entrara por nuestra frontera que no tiene la capacidad de manejar esos grupos en grandes cantidades, lo cual puede causar un caos humanitario de miles de familias varadas en nuestra ciudad en espera de volver a su lugar de origen o intentar reingresar a los Estados Unidos.
Las acciones de Trump también tendrían su efecto negativo en su país, por lo que se espera que dichas acciones sean revaloradas y se reconozca el valor de México y los mexicanos como aliados de Estados Unidos frente a la competencia global con países asiáticos y europeos.
Trump estará bajo dos presiones: cumplir sus promesas dañando su propia economía o no cumplirlas y defraudar a sus electores. El tiempo lo dirá mejor que la lógica, porque está ya desapareció en las elecciones.
Ing Arturo Adame/ Gerente de Planta
El impacto que tendrá para Juárez – El Paso siendo presidente Donald Trump, será sin duda de efectos negativos para el comercio norteamericano. Pues en combinación con el mal gobierno de Peña Nieto, el peso seguirá perdiendo valor y su devaluación será crucial. Las empresas maquiladoras seguirán en Juárez, porque de ninguna manera les conviene regresar a los Estados Unidos porque entonces perderían competitividad en el mercado internacional. Habrá más deportados que en el gobierno de Obama y nuestra ciudad no está preparada para recibirlos, ni darles alojamiento, ni trabajo. Puede mejorar la economía de Juárez, si se logran conciliar los gobiernos estatal y municipal.
Lic. Héctor Molinar/ abogado mediador
Como región fronteriza los cambios en el vecino país siempre han tenido un impacto positivo o negativo en nuestra ciudad, con este cambio tan drástico en la administración de EEUU no será la excepción.
Las promesas de campaña del Sr. Trump han desencadenado una ola de ¨violencia¨ psicológica contra migrantes y ha despertado los sentimientos de discriminación que durante años habían sido escondidos por muchos y que en los últimos días nos han dejado ver el odio que se tiene para algunas minorías.
Cd. Juarez con mas de 400 industrias de manufactura en su mayoría estadounidenses sentirá estos cambios sobre todo si se dan los prometidos ajustes al tratado de libre comercio, pero aun así es difícil pensar que las grandes empresas vayan a dejar la ciudad considerando las enormes inversiones que tienen en sus plantas a lo largo de la frontera.
Si las deportaciones de migrantes son ciertas, tendremos el arribo de cientos de paisanos en busca de oportunidades, las cuales Cd. Juárez les ofrece a manos llenas.
Como Católicos debemos tener fe que todo cambio llega por alguna razón y que nuestra actitud positiva es la que lograra vencer cualquier obstáculo que pudiera presentarse. Debemos estar abiertos a los cambios que pudieran venir, ayudar a los paisanos que pudieran llegar y apoyar a los comercios locales para fortalecer nuestra economía.
Lic. Yammel Giner/ Gerente de nuevos proyectos/ Staffing People