Diana Adriano
El pasado sábado 28 de noviembre se llevó a cabo la misa de exequias del diácono permanente Abraham Gutiérrez, quien fue llamado a la Casa del Padre el pasado primero de noviembre a consecuencia de complicaciones de salud por el Covid-19.
La Santa Misa, se llevó a cabo en la parroquia El Señor de la Misericordia en punto de las 10:00 de la mañana, donde amigos y conocidos se reunieron con la familia diácono Abraham, para recordar y honrar su vida, así como para acompañar a la familia en el depósito de sus cenizas.
Durante la celebración diferentes sacerdotes y diáconos estuvieron presentes, manteniendo siempre las medidas recomendadas para evitar la propagación del Covid-19.
En su homilía, el padre José Solís, párroco de El Señor de la Misericordia, recordó cómo el diácono Abraham siempre fue un servidor ejemplar, ferviente predicador y apóstol del evangelio quien abrió paso al diáconado permanente en la diócesis.
Hizo hincapié en que Dios lo recibe en su Reino con los brazos abiertos, ya que a pesar de la adversidad él siempre siguió firme en su fe.
Recordó que muchas personas siguen en la oración por su familia, amigos y feligreses, para que encuentren en el Señor el consuelo y la esperanza que en este tiempo necesitan.
Iniciador diaconado
Como se recordará, don Abraham fue iniciador del diaconado permanente en la diócesis, pues el 27 de diciembre de 1999, fue uno de cuatro los primeros diáconos permanentes ordenados por el entonces obispo, don Renato Ascencio León.
Fue ordenado junto con los señores Antonio Salcido, Fernando Ortiz y Juan Manuel Muñoz. Su padrino fue el padre Fong, quien lo impulsó en este camino que siguió siempre con gran amor y entrega.
Luego de recibir la ordenación, don Abraham fue nombrado primer coordinador general de los diáconos permanentes en Ciudad Juárez y durante años sirvió con gran entusiasmo a la Iglesia particular de Ciudad Juárez.
Sus cenizas fueron depositadas en una cripta ahí mismo en El Señor de la Misericordia. Descanse en paz, don Abraham