Ana María Ibarra
Aproximadamente 160 personas integrantes del Apostolado de la Divina Misericordia de las diócesis de Ciudad Juárez, Nuevo Casas Grandes y Chihuahua vivieron su retiro anual siendo sede la diócesis local, específicamente la parroquia de El Señor de la Misericordia.
Este retiro fue dirigido por el sacerdote Domingo Gastineau, guía espiritual del apostolado, quien proveniente de Italia, llegó a Ciudad Juárez para impartir algunos temas a los integrantes del apostolado.
El retiro se llevó a cabo el pasado jueves 30 de octubre. En la primera parte del retiro, antes del arribo de padre Gastineau, los asistentes hicieron las oraciones propias del apostolado: la Liturgia de las Horas, Coronilla de la Misericordia, el Santo Rosario, además de orar ante el Santísimo Sacramento.
Después de esos momentos los asistentes tuvieron un momento para compartir los alimentos.

Reflejar a Jesús
La segunda etapa del retiro estuvo a cargo del padre Domingo, quien compartió sus enseñanzas a través de temas y reflexión.
Su primer tema estuvo dirigido a reflexionar la vida de Santa Faustina como apóstol de la Misericordia, invitando a los miembros del apostolado a continuar con la misión de dar a conocer la misericordia de Dios
“Es prácticamente el mismo amor de Dios, nada más que ahora con nosotros como reflejos en la tierra, darlo a conocer a la humanidad”, dijo Rigoberto Ángel Montañés, coordinador del Apostolado de la Divina Misericordia en la Diócesis de Ciudad Juárez.
Un segundo tema que impartió el padre Domingo fue una reflexión sobre el Padre Pío y sus enseñanzas.
El retiro concluyó con la Santa Misa y en su homilía, el padre Gastineau resaltó el amor que Jesús sentía hacia Jerusalén, un amor grande.
“Nuestro papel, como miembros de la Divina Misericordia, es reflejar ese amor de Jesús, reflejar su luz y a través de nosotros que esa luz pueda resplandecer místicamente en el mundo. Ustedes son llamados a ser luces que reflejan la luz de Jesús para que triunfe en las almas y no haya ninguna perdida”, expresó el sacerdote.

Tres acciones
El padre Domingo enumeró tres acciones concretas del apostolado: hacer obras de misericordia, hablar y difundir la Divina Misericordia y adorar a Jesús en el Santísimo Sacramento.
Después de la homilía se entregó distintivo a los nuevos coordinadores de grupo.
Rigoberto, quiso por este medio invitar a la comunidad diocesana a formar parte del apostolado.
“No es una devoción más, sino que es mismo Jesús que se le reveló a Santa Faustina para dar a conocer el amor misericordioso que tiene sobre la humanidad, que nos enseña a confiar, y a unirnos a Él para poder cumplir su voluntad y dar testimonio de que Él vive”, concluyó.



































































