El Home office llegó para quedarse como una alternativa de empoderar el trabajo de los colaboradores…pero hay que estar preparados, como nos invita Jesús en el Evangelio de San Mateo, con las parábolas del aceite para las lámparas y el uso de los talentos.
Carlos Irigoyen/ Docente
Han sido días y semanas con un viraje brusco para la vida personal y profesional de cada persona en nuestra ciudad, en nuestro país, en nuestro mundo; se estima que alrededor de 2 mil millones de personas estamos recluidos en casa ante la emergencia sanitaria que se vive, de poner en vilo los esfuerzos empresariales que nos ayudan como personas de bien a ganarse el sustento diario utilizando nuestros talentos de forma honesta y ética, profesional y con toda la dedicación posible.
El tiempo y la comprobación de la utilidad de la tecnología aplicada al desarrollo profesional en muchos niveles, está a prueba diariamente; la evolución que se veía tan lejana de la posibilidad de estar desde casa laborando se hizo realidad de tres meses a la fecha, ¿Estaremos como sociedad y colaboradores realmente preparados para ello?
Hoy más que nunca el adagio de estar siempre ocupado no presupone el hecho de ser productivo; hay que estar listos para aprovechar las condiciones, hay que estar preparados, como nos invita Jesús en el Evangelio de San Mateo, con las parábolas del aceite para las lámparas y el uso de los talentos.
¿Cómo influirá en la productividad tener un ambiente quizá hasta más relajado en la consecución de las metas organizacionales? ¿Cómo influirá en la creación de ambientes de trabajo que se derivan y forman por la diaria convivencia? ¿Qué tipo de persona puede moldear esta contingencia?
Después de leer y estar en la aplicación de del concepto en sí (estar trabajando desde casa), les comparto los 10 puntos más relevantes que he encontrado para aplicar Home Office y no morir en el intento.
1.Responsabilidad personal.
Nadie te está viendo, nadie está a tu lado. Tu código de ética te debe de marcar fuertemente cuál debe ser tu comportamiento ante la tentación de la soledad por distraerte, por hacer otras cosas que no corresponden a la confianza de la empresa que espera de nuestra colaboración decisiva para atravesar las condiciones tan difíciles que está imperando. Un sistema personal de valores que este afectado, es potencialmente la clave para que el “Home Office” se convierta en un espejismo para ser productivo.
2.Espacio laboral.
Se requiere de un lugar donde la persona pueda tener a la mano todas las herramientas que le sean necesarias para desarrollar su labor. Hay que considerar tomas eléctricas, buena iluminación, ventilación, conexión a internet, espacio en la mesa de trabajo; el andar deambulando en la casa para buscar el lugar de “mayor inspiración” puede redundar en la pérdida de valioso tiempo para desarrollar lo que verdaderamente importa al momento de desarrollar nuestra labor. En resumen, hay que escoger un lugar que pueda facilitarnos nuestra actividad y evitar todo la medida de lo posible el mayor número de distractores que se pueden tener en la casa.
3.Rol de actividades.
Es lo equivalente a tener disciplina, organizar la forma de trabajo diariamente. Se pueden utilizar herramientas como el Google Keep, Todoist, Microsoft To Do o cualquier aplicación (de las cuales hay muchas sin costo) y comenzar a asignar prioridades a nuestras actividades desarrollando las que nos den mayores alcances en el resultado general de lo que hacemos respecto a nuestro trabajo en la empresa; por ejemplo en el caso de un vendedor, revisión de ordenes de compra, pedidos surtidos, nuevos pedidos, etc. Lo importante es tener la disciplina por agendar nuestras actividades para no caer en los descuidos y olvidos de cosas realmente importantes, bien lo dice un proverbio chino que la “tinta más débil es más poderosa que la memoria más potente”. Escoja el sistema que más le ayude, por generaciones va desde una libreta de apuntes hasta las más modernas aplicaciones que prácticamente le avisan de todo…siempre y que usted lo programe.
4.Ánimo personal.
El estar trabajando desde casa no es sinónimo de estar todo el día como si ya fuera hora de dormir o por amor propio no darse una “manita de gato”, además ¿Qué pasaría si convocan a una reunión de emergencia en los siguientes instantes? Hay que tener la mentalidad de que aunque no tengamos contacto visual recurrente con nuestros compañeros es importante estar disponible en el mejor de los ánimos.
5.Compromiso.
El Home Office no es “contesto cuando pueda” o “es que no me había conectado” o compendio de excusas para no estar disponible, es en el mejor de los términos una extensión del trabajo que está siendo modificado en su rutina por una causa de fuerza mayor que exige adaptabilidad en los comportamientos laborales, justo como está sucediendo actualmente. En algunas empresas incluso hacen una adaptación en los contratos de trabajo para concientizar de que siguen operando las condiciones de trabajo en sus casas. Si no están escritas estas cláusulas, es trascendental tener un compromiso irrestricto con nuestras fuentes de trabajo en acciones como la disponibilidad telefónica y en las diversas plataformas digitales como correos y redes sociales para facilitar la comunicación con los diferentes miembros de la empresa así como el trabajar sobre los objetivos de nuestra área de trabajo.
6.Conciencia familiar.
Es muy importante que la familia esté involucrada en esta forma de trabajo. Aún y cuando la persona está físicamente en la casa, su disponibilidad no debe ser referida a como si estuviera de vacaciones; lo que está pasando es solamente que puede compartir algunos momentos para estar en familia, pero no para hacer actividades que comúnmente hacemos cuando tenemos a disposición el uso de nuestro tiempo personal como ir a algún lado a divertirse, hacer compras, visitar a la familia, ver alguna película en familia, etc. Además, en estos tiempos de reto, es una medida crucial el permanecer en casa con todas las medidas sanitarias y de convivencia para generar las condiciones que eviten la propagación del Covid-19.
- Aprovechar la tecnología.
Ha sido tan criticado el uso de tecnología como uno de los detonantes del alejamiento de las personas que, paradójicamente, ahora son una fuente de facilitar nuestras tareas y poder ser más productivos, quizá en ese tenor hay que enfocar el papel de gran ayuda que ejerce tener un celular con conectividad, una computadora con acceso remoto, plataformas dgitales para compartir documentos, poder estar conectados a los espacios virtuales de las empresas. El Home Office puede ser tan interactivo como sepamos utilizar las diversas herramientas. En caso de no saber utilizarlas, se puede auxiliar de infinidad de recursos que hay en el Internet para aprender desde lo básico hasta lo más avanzado, incluso muchas de esas capacitaciones son gratuitas; lo importante es tener la disposición para aprender y lograr un mayor nivel de productividad personal, buscar aun en el reto ser mejores personas.
- Una nueva cultura de trabajo.
El Home office llegó para quedarse como una alternativa de empoderar el trabajo de los colaboradores, esto hará que los mandos superiores tenga que buscar nuevas formas de desarrollo de su liderazgo en cuanto al seguimiento de las metas organizacionales; incluyendo la redefinición de las metas empresariales y la forma de cómo conseguir los objetivos, cualquier forma de hacer planeación estratégica se queda corta ante esta nueva etapa de aprendizaje. Quizá veamos un renacimiento y evolución de la famosa escuela de la “administración por objetivos”, aquellas interminables listas de “cosas por hacer” deberán ser reconsideradas como parte de “objetivos por cumplir” en conjunción al valor que agreguen a la empresa y a nuestra comunidad. Es todo un reto para las nuevas generaciones de empresarios, la adaptación del liderazgo a una forma más dinámica de hacer negocios. La única constante es el cambio.
- Cuidar de la salud mental.
La modalidad del HO puede llegar a ser cansada por la falta de convivencia, la ansiedad de salir y no tener el contacto que normalmente se da en las jornadas laborales; factores que pueden volver monótonas las jornadas en la casa. Ahí radica la importancia de tener momentos para levantarse a caminar, ir al baño, acercarse a la ventana, hacerse una bebida; tiempos muertos que le den una “respiración” al aislamiento propio del HO. También como necesidad y recomendación didáctica, 5 minutos de descanso en cada hora laboral sirve para retomar con más fuerza la concentración, elemento indispensable para la conclusión de los proyectos que requieren de alto enfoque, como lo es llevar actividades laborales en casa. Es muy recomendable aprender terapias de relajación, respiración, yoga, ejercicios de descanso mental que nos lleven a no llegar a un estado de agotamiento mental que mate la creatividad o la fluidez de las ideas, el ingrediente más importante para hacer crecer a las empresas.
10.Cuida tu alimentación.
Hay una gran tentación de comer desordenadamente y de forma indiscriminada “chucherías” ante la ansiedad del aislamiento y estar en la casa con la posibilidad de acudir a la cocina para “ver qué hay de botana”. Es importante respetar nuestros horarios de comida y alimentarse –en la medida de lo posible- con comidas que no sean de alto contenido en grasas ya que pueden alterar el humor de la persona, incrementar la posibilidad del sobrepeso con las consecuencias físicas que esto puede implicar y considerar que la actividad física se reduce en el Home Office; la lógica es adaptar el patrón de comidas y vigilar el valor de lo que se come para evitar complicaciones derivadas de la obesidad, en especial el riesgo a la diabetes y la hipertensión.
Son tiempos de aprender a cuidar la forma del fondo de practicar el Home Office, una alternativa para salir adelante en los tiempos de aprendizaje que estamos atravesando; Dios por delante la lección nos dejara una nueva forma de trabajo que puede ser muy útil en la medida que podamos implementarla y sobre todo, generar los resultados que se buscan desde el punto de vida organizacion