Hno. Santiago Javier Morales Carrillo, SDB
Se acerca el tiempo de vacaciones, y pareciera ser que es un tiempo de fuga, de salir, de olvidarme de los demás y hasta de mí mismo.
Pero salir de vacaciones “no se trata de irse por irse para encontrar descanso, sino más bien de vivir de una manera nueva nuestras relaciones con nuestros prójimos, con Dios, tomando el tiempo que esto requiere”.
Tengamos presente el texto evangélico, en el que Jesús nos dice: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados”, descubriendo así en este evangelio la fuente de “descanso y serenidad” para las vacaciones y sabiendo que “La fe en su presencia nos ofrece la serenidad de quien se sabe siempre amado por el Padre”. Como decía san Juan Bosco: “Procurad siempre vivir en la amistad de Dios”
Una propuesta para vivir mejor estas vacaciones de verano
1º Vivir y descubrir la naturaleza. En la playa, en la montaña, en la serranía, en la ciudad descubre la presencia de Dios. Alábale por haberla hecho tan hermosa.
2º Vive tu nombre y condición de cristiano. No te avergüences en verano de ser cristiano. No des la espalda a tu identidad de hijo de Dios.
3º Vive plenamente el domingo. No hay vacaciones, el domingo sigue siendo el día del Señor y Dios no se va de vacaciones. Acude a la Eucaristía dominical. Tienes además más tiempo libre, no te olvides de Él.
4º Vive y goza la familia. Dialoga, juega, descansa, goza con ellos sin prisas. Asiste al templo también con ellos. sal con ellos, vive en unidad familiar.
5º Vive tu vida. La vida es el gran don de Dios. No hagas peligrar tu propia vida y evita riesgos en la vida de los demás. Vívela de una manera mesurada, no de prisa. Participa en los cursos que se ofrecen en diversas instancias
6º Vive y aumenta la amistad. Desde la escucha, la confianza, la ayuda, el diálogo, el enriquecimiento y el respeto a la dignidad sagrada de las demás personas, has nuevos amigos.
7º Vive y se justo. No esperes que todo te lo den hecho. Otros trabajan para que tú tengas vacaciones Ellos también tienen sus derechos. Respétalos y respeta sus bienes.
8º Vive y practica la verdad. Evita la hipocresía, la mentira, la crítica, la presunción engañosa e interesada o la ociosa vanagloria.
9º Vive y comparte la limpieza de corazón. Supera la codicia, el egoísmo y el hedonismo. Vacación no equivale a permisividad, no dejes que se corrompa tu corazón
10º Vive y demuestra la solidaridad. No lo quieras todo para ti. Piensa en quienes no tienen vacaciones, porque ni siquiera tienen el pan de cada día. La caridad tampoco se toma vacaciones.
Recuerda “vivir de manera siempre nueva” tu relación con Dios y con los demás
Que aproveches al máximo este tiempo de vacaciones, tiempo de cambio de actividades.