Claudia Iveth Robles
El pasado domingo 10 de junio la hermana Mary Carmen Suárez, religiosa Sierva del Cordero de Dios agradeció a Dios por los 20 años que le ha permitido servir Ciudad Juárez, donde fundó la Obra El Manantial Casa-Hogar, que atiende a niños y jóvenes con alguna discapacidad.
En el templo de la parroquia Nuestra Señora del Pilar, rodeada de sus muchachos, padres de familia y bienhechores, la hermana Mary Carmen dio gracias a Dios en la misa de 11 de la mañana que celebró el padre Fernando Valle, administrador parroquial, quien hizo un recuento de la vida de la religiosa de 79 años de edad.
Su vocación
Nacida en la Coruña, Galicia, España en 1939 y de carácter jovial y alegre, la hermana Mary Carmen forjó en sus años de juventud el espíritu de servicio que la caracertiza.
Cuando conoció a religiosas de su congregación, pensó en ser religiosa de vida activa y
quiso consagrarse, pues sabía que a través de ella podía ofrecer mucha ayuda en muchas partes del mundo.
En 1961 viajó a Francia para integrarse de lleno a la vida religiosa con las Siervas del Cordero de Dios. Hizo sus votos perpetuos el 8 de septiembre de 1970 y se quedó a servir en Francia durante 21 años, donde ayudó a niños y a sus madres, que recién habían dado a luz.
Su llamado
Un día, mientras veía las noticias, la hermana escuchó sobre Ciudad Juárez y vio imágenes de la periferia, escuchó sobre los indocumentados, las mujeres asesinadas y otras dificultades en esta sociedad.
Eso fue para la hermana Mary Carmen un llamado. Se había convencido de que deseaba servir en Ciudad Juárez y en 1998 recibió la confirmación de que su congregación fue aceptada por el obispo don Renato Ascencio, para para integrarse a una misión en esta diócesis.
Su primer servicio fue en la parroquia San Francisco de Asis, y luego de 4 años trabajó con monseñor Mariano Mosqueda, atendiendo a personas adictas.
Un día escuchó a una mujer decir: “No sé qué va a ser de mi hijo si un día yo me enfermo o muero”.
Esto tocó fuertemente su corazón, por lo que decidió ser voluntaria para atender a un grupo de niños y jóvenes con alguna discapacidad, principalmente intelectual.
Así creció en ella el sueño de crear un albergue donde los muchachos especiales pudieran vivir a falta de sus padres.
Sueño realizado
En 2004, tras años de mucho trabajo, búsqueda de bienhechores, y el apoyo de muchas personas, este sueño de la hermana Mary Carmen se cristalizó en la Asociación para jóvenes y niños con Dones especiales A.C, “El Manantial Hogar”, donde sigue trabajando arduamente hasta el día de hoy como directora.
Agradecida
Enormemente agradecida con las personas que la apoyaron cuando no tenía nada material, sólo la idea del gran proyecto que es ahora El Manantial, y que la siguen apoyando con sus muchachos, la religiosa expresó:
“Para mi ellos son mis maestros, son personas que tienen alguna discapacidad, pero tienen muchas capacidades que yo no tengo: tolerancia, amor…inteligencia del corazón”.
Al final de la misa, el padre Fernando Valle realizó una oración de envío misionero a la hermana Mary Carmen y a la hermana Liza (que la acompaña en su misión aquí en Ciudad Juárez), para que sigan misionando con su valioso servicio en esta porción del pueblo de Dios.
Frase…
Gracias porque se unieron a nosotros en esta acción de gracias. No estamos exhibiendo lo que hacemos, queremos dar gracias a Dios, y al mismo tiempo les pedimos que vengan al Manantial a conocer la obra.
Hna. Mary Carmen, SCD
Valoran su servicio
“Nosotros tenemos de conocerla 15 años, ella nos enseñó a servir, a ver de manera diferente a los jóvenes con capacidades diferentes, a verlos igual que a nosotros, a tratarlos y quererlos. Que Dios la siga fortaleciendo. La felicitamos pues en vez de nosotros servir a ellas, ellas lo hacen con su actitud, su entrega y ejemplo»
Claudia y Jorge Leal
“Tengo 13 años en El Manantial con mi hija Estela. Le agradecemos enormemente a la hermana Mary Carmen su cariño, la forma en que nos ha motivado para seguir adelante
Estela Milian / madre de familia
“Tengo páralisis cerebral. Hace 3 años llegue a El Manantial y eso me llenó de alegría. En estos 20 años la madre Mary Carmen ha ayudado bastante … la institución ha servido mucho y yo estoy aquí por que quiero ayudar”.
Jesús Joel Esquivel/ asiste a Manantial