Presencia
Con motivo del XVI centenario de la muerte de San Jerónimo, el 30 de Septiembre (en 420) el Papa Francisco dio a conocer un nuevo documento llamado “Estima por la Sagrada Escritura” (“Scripturae Sacrae Affectus”). Con dicho documento quiso que no pasara desapercibido el aniversario de un hombre que consagró su vida a la Biblia. Efectivamente, San Jerónimo que fue formado en la riqueza de la Literatura clásica latina y que inicialmente los escritos de la Biblia le parecían “toscos e imprecisos, demasiado ásperos para su refinado gusto literario”, progresivamente se fue enamorando de la riqueza de la “carne de la Sagrada Escritura”. (Pbro. Héctor Villa)
P. Rafael Saldivar / Vicario de Catedral
Jorge Cervantes Alday / Subdirector del Instituto Bíblico San Jerónimo de la Diócesis de Ciudad Juárez
P. Héctor Xavier Villa Hernández / Teólogo Biblista
Panel y Reflexión
Este panel presenta la visión de tres amantes de la Sagrada Escritura sobre la nueva Carta Apostólica del Papa Francisco en torno a la Biblia y su traductor, san Jerónimo. Presentamos en esta entrega las respuestas del padre Rafael Saldívar, Vicario de Catedral y de Jorge Cervantes Alday, subdirector del Instituto Bíblico San Jerónimo de la diócesis local, a preguntas sobre el documento. Y en una entrega aparte, la reflexión del padre Héctor Xavier Villa Hernández, teólogo biblista y párroco de Nuestra Señora del Rosario.
1.¿Qué es lo que le parece más destacable de la carta apostólica publicada por el Papa Francisco en el centenario de la muerte de San Jerónimo?
Pbro. Rafael Saldívar. Me parece muy importante el modo cercano y coloquial de presentar la figura de este gran padre de la Iglesia, que hace accesible su comprensión a todo el Pueblo de Dios y puede ser aprovechada tanto por los especialistas, como por los que quieren iniciarse en el contacto con las Sagradas Escrituras. Nos muestra un perfil completo del ser humano Jerónimo de estridón intelectual, pecador, converso, penitente, estudioso de la Escritura, servidor en la Iglesia, leal al papa, que nos permite palpar su ser y su quehacer, si no para imitarlo, sí para inspirarnos en él.
Jorge Cervantes. Hay muchas ideas muy interesantes en este documento, pero si tuviera que citar algunas, elegiría tres:
*La enseñanza de San Jerónimo que se traslada de hace 16 siglos a nuestros días, a todos aquellos que trabajamos con y a través de la Palabra: “Que tus palabras estén inspiradas por la lectura de las Escrituras. No te quiero ni declamador, ni deslenguado, ni charlatán, sino conocedor del misterio e instruido en los designios de tu Dios. Hablar para suscitar admiración ante el que no sabe es propio de hombres incultos”.
Esto nos exige una preparación adecuada, de otro modo, podemos caer en interpretaciones equivocadas que pueden arrastrar a otros a desviaciones en el amor a Dios, que a fin de cuentas es de lo que trata la Escritura: Saberse amado y saber amar. Cuidado con dejarnos llevar por ser las “estrellas” de la parroquia, movimiento, comunidad.
*La recomendación del papa de “redescubrir, en la práctica catequética y en la predicación, así como en las discusiones teológicas, el aporte indispensable del Antiguo Testamento, que debe ser leído y asimilado como alimento precioso”.
El Antiguo Testamento, igual que el Apocalipsis, a muchos les da miedo porque les parece confuso, difícil de interpretar. Creo que es porque no le hemos dado la dimensión adecuada. Navegar por el Antiguo Testamento, con una buena guía, no sólo es fascinante sino estimulante para profundizar en la intimidad con Dios. Es un tesoro que tenemos y no hemos sabido aprovechar.
*El tercer punto es el analfabetismo a que se refiere el papa como una de las causas principales de que los jóvenes no encuentren argumentos “creíbles” dice el documento.
Muchos de nuestros jóvenes rechazan a Cristo, sin siquiera darse la oportunidad de conocerlo, sino basado en las lecciones del catecismo de sus abuelos o bisabuelos. Es lo que conocen de Dios. El mensaje bíblico no está “actualizado” no está “inculturado” y por eso no resulta creíble. Me parece un reto tremendo el que lanza el papa en esta carta para dejar el cómodo sillón de las pláticas, materiales y clases estructuradas el siglo pasado o antepasado (peor tantito) y ponernos a trabajar en pasar esa luz que se nos está quedando en la manos y no hemos sabido cómo pasar a la siguiente generación.
- ¿Qué le ha enseñado san Jerónimo a usted y que nos debe enseñar a los católicos de a pie?
Pbro. Rafael Saldívar. Que es necesario revalorarlo en estos tiempos en que el llamado a la Nueva Evangelización está en modo de «urgente», ya que su labor de traductor fue una respuesta para la profundización del evangelio en el imperio romano, que recién se había declarado cristiano. Hoy necesitamos traducir el evangelio a nuevas expresiones para este siglo XXI. Nuevas expresiones con palabras, vida, actitudes, convicciones, hábitos, etc. que transmitan a Cristo a esta nueva época. La gente sigue buscando la Verdad, el Bien, la Belleza, la Virtud, pero ante tantas ofertas que las corrientes mundanas ofrecen como esoterismo, soluciones mágicas e instantáneas, vicios inmediatos y demás, es fácil confundirse y perderse entre mil puntos de vista. Volver a la Palabra de Dios escrita nos hará portadores de Cristo, llevándolo en nuestro modo de vida hablará al mundo.
Jorge Cervantes. El amor y veneración hacia la Palabra de Dios escrita. Sabemos que cuando hablamos de la Palabra de Dios hablamos del mismo Cristo y de su Iglesia, asentada en la Sagrada Escritura, la Sagrada Tradición y el Magisterio de la Iglesia. Y es interesante cómo el escudriñar la Biblia, me ha hecho extenderme como los pámpanos hacia la Tradición y muchos documentos del Papa y los obispos, haciendo el conocimiento de Cristo más profundo y, por consiguiente, ir también profundizando en amistad y cercanía.
- ¿Por qué la figura de san Jerónimo sigue siendo actual hoy?
Pbro. Rafael Saldívar. Porque san Jerónimo transitó un camino guiado por Dios, que lo fue llevando del gusto meramente intelectual, complaciente por la literatura de origen pagano, profano, al encuentro personal con Cristo a través de las Escrituras. La experiencia de su propia finitud (el recuerdo espiritual de la propia muerte, como dicen los santos ermitaños) y sentirse pagano en el juicio ante Dios por estarse cultivando sólo con paganismo, le lleva a una conversión de vida. Pasa, así, sin negar sus dotes intelectuales, a unirlos a una práctica de lucha (ascesis) contra sus vicios espirituales y defectos, para alimentarse de la Palabra de Dios y descubrir su vocación en la Iglesia al servicio de Cristo. Hoy nos alerta de no caer en la tentación intelectualoide de conformarnos con saber «mucho» de Biblia y no vivir la espiritualidad cristiana con oración, práctica de virtudes y la caridad. Nos inspira a lograr ese equilibrio entre espiritualidad, cultura y servicio en la comunidad creyente para edificar la Iglesia. Y nos anima a ser divulgadores del evangelio también nosotros, hacerlo accesible a los demás acompañando en el estudio y reflexión de Jesucristo y sus enseñanza.
Jorge Cervantes. Porque es un ejemplo de dedicación a la Biblia. La Biblia no es magia; es esfuerzo, es dedicación. Él dedicó su vida a eso y nos deja dos grandes enseñanzas:
1.Que a la Biblia hay que tomarla en serio, es decir, tiene que impactar la vida de cada creyente, como la tuvo en San Jerónimo, que le dedicó la vida y se esforzó por comprenderla y hacerla vida.
2.Que cada uno tenemos una tarea que hacer en este mundo y que hay que hacerla sin esperar otra cosa que el bienestar de las personas que nos rodean. No importa lo que te toque hacer, empápate de Dios y ve “pa´lante”, sin olvidar claro, el incorporar a tu día a día, una dosis de mortificación y otra de oración.
- ¿Cómo se puede transmitir esa pasión de san Jerónimo por la Sagrada Escritura, en el mundo católico actual?
Pbro. Rafael Saldívar. La espiritualidad católica en nuestro ambiente se ha diluido bastante, porque se ha dejado de alimentar de la lectura y meditación de la Sagrada Escritura, lo vemos diariamente en tantos mensajes en línea que te desean lo mejor como bendición y ya; o los que piden todo para me-mi-yo perdiendo la referencia a Cristo, su Mistero Pascual y el evangelio, ni se mencionan jamás a mujeres y hombres santos que supieron vivir en cada época de la Iglesia ese evangelio actualizándolo. Servirá de mucho tener siempre en la mente y el corazón esa comparación valiosa que san Jerónimo le da al Evangelio en la Biblia como la Carne y la Sangre del Señor Jesús. La Hostia eucarística es su presencia viva y la Escritura su palabra viva. La práctica más sencilla de leer, orar, meditar y actuar con la divina Palabra, en actitud de silencio y escucha, dará un impulso enorme a nuestra vida espiritual cotidiana.
Jorge Cervantes. Creo que lo que despertó la pasión de San Jerónimo por la Palabra escrita, por la Sagrada Escritura, fue estar en contacto con ella. Acercarse a ella, a pesar de que en principio le pareciera desordenada y tosca, según nos comenta el papa en esta carta apostólica.
“Nadie ama lo que no conoce”, dice el refrán. Con la Biblia sucede lo mismo que con las personas. Hasta que uno las trata y las va a conociendo, se va acercando uno a ellas, va cambiando la percepción del primer encuentro. En este caso, para despertar la pasión por la Sagrada Escritura hay que darla a conocer. Ofrecerla a quien no la tiene, descubrírsela, presentársela, leérsela, explicársela.
Tenemos que intentar agotar los recursos impresos y digitales, audios, videos, para que cada vez sea más la gente que la conoce, que la estudia, que ora con ella, que la vive.
Otra manera es promover y difundir la Liturgia de las Horas y la lectura orante o Lectio Divina. Este es el ejemplo de San Jerónimo, es la recomendación de los papas y los obispos a través del magisterio y es en primera instancia el mandato del Señor Jesús: “Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos y bautícenlos para consagrarlos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, enseñándoles a poner por obra todo lo que les he mandado” (Mat 28, 19-20). Y todo lo que nos ha mandado está en la Biblia.
¿Qué opina del término incluido en esta carta refiriéndose a san jerónimo como la “Biblioteca de Cristo”? ¿Qué nos indica?
Pbro. Rafael Saldívar. Es una expresión que nos reta como creyentes a que no se nos caiga nunca de las manos el texto sagrado, como lo aconsejaba él mismo, refiriéndose a la asidua lectura y meditación prolongada de la Palabra. Habla de una actitud de enamorarse de Cristo y sus palabras, de quien quiere tenerlo siempre consigo para estar escuchando su voz.
Nos indica la necesidad de mantenernos en la presencia de Dios superando prisas, ruidos, preocupaciones y ocupaciones para llevarlo en nosotros en su Palabra interiorizada. En nuestros días tenemos, en general, fácil acceso a distintos medios para atender a las Escrituras, por ejemplo los audiolibros para estar escuchando la Biblia mientras se realizan algunas ocupaciones y quehaceres, ojalá decidamos por buscar por cualquier medio, a ejemplo de san Jerónimo, el conocer la Palabra, conocer a Cristo.
Jorge Cervantes. Nos indica asiduidad y perseverancia en la lectura y oración. La gota de agua, si es constante, puede perforar una roca, o puede crear esplendorosas columnas de sales que son un deleite a la vista. La Palabra de Dios leída con asiduidad, nos lleva por curiosidad al estudio y éste, a la intimidad y a la oración, que anidan en el corazón del hombre. Y así como para el cuerpo el corazón bombea la sangre, en el alma, el corazón bombea el Espíritu de Dios que recibimos por el Bautismo a todo nuestro ser y a todo nuestro hacer.