En 1957 Ciudad Juárez vivió con gran gozo la creación de una diócesis más en el Estado de Chihuahua…monseñor Isidro Payán es el único sacerdote en Juárez que atestiguó el suceso… aquí sus recuerdos.
Ana María Ibarra
Hace 67 años, en esta frontera se vivió con gran gozo y alegría el acontecimiento de la fundación de una nueva diócesis en el Estado de Chihuahua: la Diócesis de Ciudad Juárez.
Testigo de este evento es monseñor Isidro Payán, quien compartió algunos aspectos de la fundación y de la Catedral, sede del obispo, así como símbolos significativos que se encuentran en ella.
Único testigo en Juárez
Para monseñor Isidro Payán, quien es el único testigo de la fundación de la diócesis que vive en esta localidad, fue una bendición de Dios la noticia que se dio a conocer en abril de 1957.
“Tanto en la sede diocesana del estado de Chihuahua, que fue la capital y que posteriormente llegó a ser Arquidiócesis de Chihuahua, como en Ciudad Juárez, hubo un gran gozo y alegría de que hubiera otra diócesis en el Estado de Chihuahua. Fue una bendición de Dios”, compartió monseñor Payán.
Recordó que la nueva diócesis tenía una extensión territorial de 114 mil kilómetros cuadrados.
“Incluía lugares tan distantes como Ojinaga y Manuel Benavides al Oriente, y Madera, Moris y Ocampo al poniente. Hubo una gran euforia y entusiasmo porque habría un pastor más cercano para atender mejor a la grey católica. Gracias a Dios”, expresó.
Receptor de la noticia
Fue el mismo padre Payán quien, el primero de junio de 1957, recibió la noticia de que se consagraría a un nuevo obispo así como se realizaría la erección de la diócesis.
“Por providencia de Dios, su servidor descolgó el teléfono del Seminario a las 12:05 del día 01 de junio y me dijeron del Heraldo de Chihuahua que acababa de llegar un cable de Roma informando que sería obispo de Ciudad Juárez don Manuel Talamás, entonces rector del Seminario de Chihuahua”, compartió.
Ese mismo día, a la hora de la comida de los padres formadores, padre Payán utilizó un vaso y un tenedor para llamar la atención de los comensales.
“Cuando se quedaron calladitos les dije: padres, tengo el honor de presentarles al obispo electo de Ciudad Juárez, el señor Talamás. Todos aplaudimos”.
Fecha de fundación
Si bien el decreto de la fundación de la Diócesis de Ciudad Juárez está fechado en abril de 1957, durante estos 67 años, el aniversario fundacional se ha celebrado en el mes de septiembre. Monseñor Payán explicó que puede haber decreto, pero que si no se ejecuta “no hay nada”.
“Las fechas suelen celebrarse cuando se ejecutan los decretos. El decreto de creación de la Diócesis de Ciudad Juárez se ejecutó la tarde-noche del 7 de septiembre de 1957. El ejecutor fue el señor arzobispo, don Luigi Raimondi, que era el Delegado Apostólico de la Santa Sede en México”, recordó.
Añadió que en esa misma fecha los sacerdotes diocesanos prometieron obediencia y reverencia al señor obispo electo, don Manuel Talamás Camandari, quien fue ordenado como obispo el día siguiente, 8 de septiembre de 1957.
“Entre otras cosas, el Santo Padre Pío XII ordenó y dispuso en el decreto de fundación, ‘que se empeñe en la edificación del Seminario como corazón de la nueva diócesis’. Y así lo hizo el señor Talamás y todos los entusiastas fieles y sus sacerdotes”, señaló monseñor Isidro.
Tal fue el empeño por llevar a cabo dicha disposición que, al celebrarse el primer aniversario de la diócesis, el 7 de septiembre de 1958, se colocó la primera piedra del Seminario.
Hoy, cuando se celebran 67 años de la fundación de la diócesis, monseñor Payán queda como uno de los dos sacerdotes sobrevivientes de los 27 que iniciaron la diócesis.
“Personalmente es un grande y significativo recuerdo. Juntamente con monseñor Arturo Valenzuela, que vive en la Diócesis de Nuevo Casas Grandes, somos los dos sacerdotes únicos sobrevivientes de los que empezamos la diócesis. Como anciano hay momentos de añoranza de los años vividos y de haber visto nacer, crecer y desarrollarse a esta diócesis muy querida”, concluyó.
Símbolos de la fundación
Monseñor Payán compartió dos aspectos simbólicos del templo de Catedral, que es sede del obispo y madre de todas las iglesias de la diócesis.
“La piedra que se llama ‘primera piedra’ está colocada y custodiada en el sótano de la Catedral. Se ubica en el cuarto número 7, frente al depósito del agua. Es de cantera y se elaboró por supervisión del señor Pedro Guerra Reyes. Se colocó abajo para protegerla y como símbolo y fundamento”, explicó.
Agregó que esa piedra se colocó como parte histórica del edificio.
“Se hizo de cantera y se talló en abril de 1975, aunque la nueva Catedral, sin las torres, se comenzó a edificar en abril de 1976 y toda fue terminada el 26 de septiembre de 1979”.
Piedra de la fundación
Otro símbolo importante en la Catedral es una lápida o porción de mármol que se encuentra en la parte anterior de las torres, a la derecha, por fuera.
Esta lápida tiene la siguiente inscripción:
En el XVIII Año del Pontificado de SS Pío XII, en el XXXV Año del episcopado en la Diócesis de Chihuahua del Excmo. Dr. y Mtro. Antonio Guízar y Valencia A. SSP, siendo su auxiliar el Excmo. sr. Dr. D. Francisco Espino Porras, delegado apostólico en México el Excmo. Sr. Dr. D. Luis Raimondi.
Fue solemnemente erigida la Diócesis de Ciudad Juárez, Chih. y tomó posesión de la misma su primer obispo, el Excmo. Sr. Dr. D. Manuel Talamás Camandari, consagrado el día siguiente em este templo de Nuestra Señora de Guadalupe, elevado a la categoría de Catedral y construido con el óbolo del pueblo a iniciativa y bajo la dirección de su Dgmo. párroco, el Ilmo. y Pvdmo. Monseñor D. Baudelio Pelayo Brambila
- Juárez, Chih. Septiembre 7 de 1957.