Claudia Iveth Robles
Ante el asombro de los transeúntes y guiadores, el pasado viernes 14 de abril, la comunidad de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, Catedral caminó en procesión por algunas calles del centro de la ciudad, para acompañar a la Virgen María en el dolor de perder a su Hijo Jesucristo, clavado en una cruz el Viernes Santo.
Encabezaron la procesión las imágenes del Cristo del Santo Entierro y la Virgen Dolorosa, las cuales datan de hace muchos años y solamente son sacadas de la Misión de Guadalupe el Viernes Santo.
En el atrio de Catedral el padre Fernando Valle explicó esta devoción de caminar junto a la Virgen María, mientras todos se acomodaron, con vela en mano, en cuatro filas que recorrieron calles aledañas a la Catedral.
Al sonido de un tambor, inició la procesión con los monaguillos, ciriales, tamboras y los sacerdotes Eduardo Hayen y Fernando Valle al frente.
Enseguida venía la imagen del Cristo del Santo Entierro cargada por un grupo de voluntarios y posteriormente la imponente imagen de la Dolorosa, en su atuendo negro.
La procesión avanzó por la calle Vicente Guerrero hacia la calle Mariscal, luego Francisco Sarabia, 5 de febrero, Miguel Ahumada y de nueva cuenta la Vicente Guerrero.
Algunos transeúntes se unieron a la marcha, y otros simplemente se persignaron al paso de Cristo y su Madre en completo silencio.
Al llegar a la Catedral, las imágenes fueron colocadas frente al altar y el padre Valle cantó el Salve Regina y dio la bendición a los presentes.