Presencia
Si ninguna otra alta autoridad gubernamental estadounidense dispone lo contrario, a partir del próximo jueves 11 de mayo se pondrá fin a la aplicación de la política del Título 42, la misma que muchos sectores, tanto dentro como fuera de los Estados Unidos, calificaron de aberrante e inhumana.
Con esta política se aplica la sección 265 del Título 42 del Código de los Estados Unidos, el cual data de la década de 1940, que permite a las autoridades sanitarias de ese país denegar la entrada de personas o bienes para evitar la propagación de enfermedades transmisibles. Ello a raíz de la declaración de la pandemia por la COVID-19.
La zozobra por el fin de esta política no se ha hecho esperar en las comunidades fronterizas México -EU, que llevan años lidiando con la llegada de cientos de miles de migrantes centro y sudamericanos que buscan llegar a Estados Unidos, y toda la problemática social que esto conlleva ante la falta de una política clara por parte de ambos gobiernos para atender lo que se ha considerado una de las más graves crisis humanitarias en América, en los últimas décadas. Por ello la pregunta de esta semana es:
¿Qué consecuencias traerá para la frontera el fin del Título 42 y cuál panorama se avizora para la ciudad?
La vigencia de esa política -Título 42- (enfocada durante la pandemia al control migratorio irregular) ha perdurado por poco más de tres años –desde marzo de 2020- tiempo en el cual se ha aplicado casi tres millones de veces, 99 por ciento a migrantes que ingresaron por la frontera sur del país norteamericano, expulsándolos de manera expedita a México.
Sobre las consecuencias que traerá para la frontera binacional el fin de la aplicación del Título 42, en medio de la incertidumbre, podría decirse que son buenas y malas. Por una parte, parecerían ser buenas noticias para los miles de migrantes que seguramente seguirán intentando cruzar a Estados Unidos, con la creencia de que ya no serán regresados a México, pero, tal vez, sin saber que pueden ser deportados directamente a sus países de origen, a la par de otras sanciones o castigos.
Y al contrario, el lado malo de la noticia es que al menos a corto plazo (tres meses) se prevé y avizora una situación caótica a lo largo de la frontera México – Estados Unidos, si se diera el caso que los miles de migrantes -de diferentes nacionalidades- que durante estos últimos tres años se han aglomerado en las principales localidades fronterizas mexicanas -más los que llegan diariamente y los que vienen en camino- decidieran pasar todos de una sola vez. Simplemente la asistencia humanitaria en la frontera no soportaría tal flujo y colapsaría.
En un principio México aceptó, bajo el Título 42, las expulsiones rápidas en la frontera de sus propios ciudadanos y de personas provenientes de El Salvador, Guatemala y Honduras, más tarde, en octubre de 2022, aceptaría también a las de Venezuela.
En estos tres años de vigencia dicha medida se utilizó cerca de 300 mil veces para expulsar a migrantes extranjeros por Ciudad Juárez (como las autoridades de migración norteamericanas no registraban sus datos biométricos, una persona pudo haber cruzado más de una vez y ser regresada las mismas veces a México incluso, en algunos casos, hasta su país de origen).
Aunque el panorama fronterizo después del 11 de mayo pinta muy sombrío, dos cosas son muy claras y seguras que acontecerán. Primero, es altamente probable que en los primeros tres meses aumente la cantidad de migrantes que llegarán a la frontera norte de México con la intención de cruzar al vecino país. Y en segundo término, ni el gobierno de Joe Biden, ni el de López Obrador han hecho lo suficiente en sus respectivas fronteras para afrontar de manera segura, ordenada y humanitaria el fin de la aplicación del Título 42. Las ciudades no están listas, no están preparadas, seguirán siendo reactivas a una situación que se empezó a registrar desde hace ya casi 10 años.
Jesús Alfredo Rodríguez Castro/ Colegio de la Frontera Norte
Más allá de que termine el Título 42 viene una ley que es punitiva y permite a Estados Unidos criminalizar y castigar y deportar y encarcelar, evidentemente pone a los migrantes en riesgo, pero esto lo hemos vivido muchos años, y EU puede criminalizar a quien le da la gana, siempre. En un sentido es algo grave porque la gente va a tener castigo, pero lo más preocupante es que la gente va a buscar entrar por otras vías, luagres más peligrosos, va a volver esto que ya conocimos: los polleros y todas las bandas del crimen orgnizado se van a reactivar por toda la frontera, el negocio del tráfico de personas, vamos a ver gente desaparecida secuestrada, que ya pasa, pero va a ser en más medida, porque lo vivimos en el 2019 con los retornados bajo el MPP .
Lo preocupante es que nuevamente hay un acuerdo que acaban de anunciar México y EU en el que México va a recibir 100 mil retornados, y supuestamente EU va a aceptar 100 mil migrantes bajo programa, pero es un juego político, es un acuerdo que no fue anunciado claro, con reglas, son acuerdos muy arriba.Y es preocupante que a los migrantes se les vea como botín, como mercancía…
Los migrantes van a estar de nuevo por cientos de miles en las calles, y no tenemos dinero, no tenemos una cabeza sabia visible en los gobiernos municipal, estatal o federal, que pueda convocar a hacer un plan. Tenemos un silencio muy peligroso por los niveles de gobierno, tenemos grupos de derechos humanos seglares o religiosos tambien con un silencio y desafortunadamente como Iglesia no hemos tenido la capacidad para poder ver un objetivo y los que van a sufrir las consecuencias son los migrantes.
Es posible que vamos a tener de nuevo mucha gente en la calle, no sabemos bien cuándo, pero no estamos preocupados por sentarnos a hacer un plan, no pudimos hacerlo en la ciudad cuando estaba la crisis ¿Cuál fue la respuesta del gobierno?: Policía municipal, ¿De la comunidad?: criminalizar, discurso xenofóbico y desafortunadamente las bandas criminales tambien estan actuando en contra de los migrantes, entonces es un panorama oscuro por falta de sentido humano en nuestras comunidades, una iglesia dividida y un gobierno corrupto y dos países con políticas migratorias inhumanas.
Estamos perdiendo la oportunidad que Dios nos regala con estos peregrinos como anuncio de que el mundo está fallando y de que con nuestra conversión podemos soñar un mundo distinto. Nosotros hacemos lo que podemos, intentamos comprender y siempre hacer un llamado a las autoridades para que tengan en cuentra que sus planes y acuerdos tienen que tener un plan humano, y mientras no se dé esto, somos responsables de tanta muerte, secuestro y desaparicion de tantas personas.
Cristina Coronado/Ministerio Columbano de Movilidad Humana
Es interesante que el Título 42 se puso por la cuestión de salud, que la gente tuviera que esperar en Juárez para su proceso de asilo político o las excepciones que se estuvo haciendo, y como el Covid está más tranquilo, superado con vacunas, se desaparece y entonces entra el Título 8, que es volver a lo que estábamos antes, cuando quieres Asilo político hay que cunplir requisitos, entregarte, llevar todo un proceso, ser entrevistado, capturar tu info, huellas foto y los argumentos de asilo político, que sean argumentos serios, que puedas pasar la prueba del miedo, que sea creíble y tengas pruebas. Es interesante porque la mayoría de la gente no viene con ese argumento serio de ser candidatos para asilo político, y si es así, entonces tendrías que esperar en el ICE o en la Border Patrol para ver el resultado y en un momento dado poder ser deportado a tu lugar de orgien, pero como México es amigo, aliado, lugar seguro, ser expulsado a Ciudad Juárez, creo que este cambio va a hacer que muchos migrantes quieran venir a Juárez, sigan haciendo la opción por esta ciudad, pero está el hecho del INM, la muerte de estos 40, los 27 en el hospital, agregarle la violencia, la inseguridad, el clima que ya viene el fuerte calor, tanto como el frío, hay muchas mujeres embarazadas, gente que no viene con papeles o permiso, regularizado, y al entrar va a ser un filtro muy estricto para que la gente pueda ser candidata a asilo político y la gente pueda quedarse en Juárez.
Aquí la pregunta es si Juárez está preparado por este reto, porque no se ha podido resolver el caso de la muerte de 40 migrantes en el INM y la condición de los enfermos, no hay responsables, aunque hay gente en el Cereso, es gente que obedece órdenes, que son empleados, pero la justicia no se ha llevado a cabo, no ha habido pronunciamiento por parte del gonbierno federal de lo que ha dicho EU a través de la estrategia con el fin del Título 42, México no se ha pronunciado al respecto, no tiene estrategia y con ese silencio nos preocupa que se vuelva a hacer una crisis como los años pasados, como en el 2018 en el 20 y 21 con la pandemia, sería muy fuerte para nosotros, porque siempre le dejan el trabajo a los albergues, a las organizaciones civiles pero sin apoyo, sin seguridad, sin ninguna postura clara, sin un plan estratégico en este tema de migración de lo que hace EU y eso provocará más caos y más crisis para las fronteras, pero sobre todo para Ciudad Juárez.
Pbro. Javier Calvillo/Director de la Casa del Migrante