Es un proyecto que puso en marcha la parroquia San Pedro y San Pablo
Ana María Ibarra
Bajo la intercesión de Santa Teresita del Niño Jesús, se bendijo el pasado 01 de octubre el dispensario médico que se lleva su nombre y que se encuentra en la parroquia San Pedro y San Pablo, teniendo como objetivo dar asistencia con medicamento y despensa a la comunidad, pero de manera especial a los adultos mayores.
Este dispensario está coordinado por la doctora Margarita Molletón y es atendido por las enfermeras María Teresa Barbosa y Pilar Leyva, además de contar con la participación de Guadalupe de Santiago.
Misa y bendición
Como acción de gracias por este proyecto, se llevó a cabo una misa presidida por el padre Benjamín Cadena, párroco de la comunidad San Pedro y San Pablo, quien compartió brevemente la historia de Santa Teresita del Niño Jesús, desde su infancia hasta su enfermedad.
“En Jesús sufriente hizo sus propios dolores una ofrenda. Todos requerimos fortaleza y algunas formas son la Eucaristía, la enseñanza, la caridad”.
El padre Benjamín pidió por los integrantes del ministerio de caridad, los bienhechores, las enfermeras y el dispensario.
Antes de finalizar la celebración, bendijo a las responsables del dispensario.
“Quiero agradecerles en nombre de la comunidad haber aceptado este servicio de atender a nuestros enfermos con cariño y amor”, finalizó el sacerdote.
Medicina y despensa
La enfermera María Teresa Barboza compartió en entrevista que el dispensario lleva el nombre de Santa Teresita del Niño Jesús porque estuvo entregada al servicio de los demás.
Informó que este proyecto, iniciado hace dos años, aunque sin poderse inaugurar por la pandemia, no sólo entrega medicamento, sino que también ofrece despensa a adultos mayores.
“Tenemos un grupo de 85 beneficiarios, platicamos con ellos, a los que no tienen servicio médico les apoyamos buscando médicos que los atiendan”, dijo la enfermera.
Además del medicamento y la despensa, se les atende revisando su presión arterial, el nivel de azúcar, se les aplican inyecciones, y llevan un expediente de cada adulto mayor.
“En el tiempo de pandemia se atendió a 160 personas, entre adultos mayores, madres solteras y embarazadas. A los adultos mayores los atendemos los viernes, iniciamos con misa, exposición del Santísimo, se realizan algunas actividades y se les da una plática”.
Cabe mencionar que este proyecto tiene toda la intención de seguir creciendo para ofrecer un servicio más completo.
“Este servicio no es solo de salud, sino para apoyarlos emocionalmente. Estoy muy agradecida con el párroco y la comunidad de San Pedro y San Pablo que es la que nos ayuda mayormente, tenemos otros bienhechores, gracias a Dios porque podemos también compartir. Gracias a las secretarias por su apoyo cuando no estamos”.