Otros juarenses nos comparten sus vivencias y aprendizajes con el finado papa emérito, hoy de feliz memoria, Benedicto XVI
Presencia
Cuando era joven y servía en la comunidad parroquial después de mi Confirmación, la figura de San Juan Pablo II me impactaba mucho, en esa edad pues no leía sus mensajes u homilias, era simplemente su presencia, su figura que mi impactaba. Ya una vez en el Seminario, tuve la oportunidad de leer algunos textos de Joseph Ratzinger y me fascinaron.
Muere JP II y yo pensaba ¿quién podría llenar tremendo espacio que dejaba tan grande personalidad?, y guardaba la ilusión que fuera Ratzinger el cardenal electo para ser papa. Y así sucedió.
De JP II me motivaba su presencia sacerdotal, de Benedicto XVI, ya desde que era cardenal, sus escritos me llenaban de fe y esperanza y de amor a la Iglesia y al sacerdocio. Su claridad y profundidad de pensamiento siempre me han hecho crecer en fe y amor a la Iglesia.
Mis trabajos finales de filosofía y de teología los hice sobre el pensamiento de Benedicto XVI.
Como sacerdote todos sus escritos me han seguido acomodando para compartir retiros, ejercicios espirituales y temas de formación.
Estoy seguro que ya está viendo a Aquel a quien siempre se esforzó por servir.
Pbro. Juan Carlos López/ Párroco de San Felipe de Jesús/Director de Radio Guadalupana
En un mundo tan lleno de confusión y falta de sentido, Benedicto XVI fue y seguirá siendo una luz que da claridad y ánimo en el camino hacia Dios. Supo entender por qué es difícil creer en el mundo de hoy, comprendió las dificultades que se presentan para acercarse a Dios y por eso su mensaje tiene tanta fuerza: lleva la luz de Cristo a esos rincones donde pareciera que la fe está ausente o ya no tiene nada qué decirnos, y muestra cómo Dios nos abarca a todos, estemos donde estemos. Quien lee la obra de Benedicto XVI/Joseph Ratzinger, se siente interpelado por una fuerza que estremece la mente y el corazón y lo mueve a una conversión más profunda hacia Dios.
En mi opinión, el legado más importante que deja para la Iglesia son sus enseñanzas, que nos dejó con su vida y sus discursos y escritos. Fue un hombre de un corazón enorme, sencillo, introvertido y humilde, que dio testimonio con su vida del amor de Dios por todos, incluso frente a tantos ataques y prejuicios injustos en contra. Quiso compartir el amor de Cristo de manera particular a través de sus enseñanzas, desde que era profesor de teología hasta llegar a ser Papa, enseñanzas que son un enorme tesoro para la Iglesia y para la humanidad. Tuvo el don de una mente prodigiosa, de las mentes más brillantes en la historia del pensamiento teológico, cuyos escritos seguirán iluminándonos por mucho, mucho tiempo en muchas áreas de la vida y la cultura. Basta leer sus reflexiones para darse cuenta que es un instrumento de Dios para hablarnos e iluminarnos hoy, insisto, estemos en donde estemos.
El Papa Francisco lo expresó de manera bellísima: “Benedicto XVI hizo una teología de rodillas.” Se percibe en su obra una profunda espiritualidad, una unión de mente y corazón llenas del amor de Dios, que nos sacude para atraernos hacia El y ser transformados por su amor.
Arturo Adame Terrazas/Coordinador de programas del Instituto Tepeyac en la Diócesis de El Paso
“Nunca olvidare el momento en el que el Papa Benedicto XVI pasó enfrente de mí en medio de una multitud de jóvenes católicos que habíamos viajado de todas partes del mundo a verle, era una tarde de verano en la plaza de Madrid. Verlo significaba esperanza, santidad, eternidad, se paró el mundo un momento en el que le ví pasar. Decidí no tomar foto ni grabar el momento, quise guardarlo en mi corazón.
El Papa Benedicto XVI me regaló ese verano la inquietud en mi alma de que lo que hacía no era suficiente, que había más por hacer, más por amar y más por conocer a Dios. Dos años después, Dios me regalo el don de un posgrado en Teología y Ministerio, en la ciudad de Boston, Massachusetts y conocer a Dios a través de teólogos renombrados de Estados Unidos como Gustavo Gutiérrez y Nancy Pineda-Madrid. Gracias a ello conocí más a Dios y aprendí maneras de cómo servirle mejor para una nueva evangelización en su Iglesia y en la vocaciones a las que Dios me llama.
Deseo con fuerza una pronta beatificación para nuestro Papa Emérito Benedicto XVI, para que interceda por nosotros y continúe dándonos el regalo del estudio de la Teología y transformar nuestras vidas para así acercarnos cada vez mas al amor infinito de Dios.
Gracias Papa Benedicto XVI, seguiremos “Arraigados en Cristo, firmes en la fe” –lema de la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid en el 2011-
Karina Sandoval Enríquez/ Fundación Católica para la Diócesis de El Paso
Mi experiencia con el Papa Emérito Benedicto XVI ha sido de lo mas lindo y profundo.
Durante su papado tuve la oportunidad de estar con mis grupos en peregrinación cada año en sus audiencias públicas de los miércoles en el Vaticano. En el año 2011, con un grupo de jóvenes de la diócesis, organicé una peregrinación a Italia y a la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, donde tuvimos un encuentro maravilloso con el Santo Padre, que dirigió a los jóvenes palabras sabias sobre la fe y cómo arraigarla en el corazón.
Estoy muy agradecida con Nuestro Señor por haberlo conocido y tener varias experiencias con él, así como por haber recibido su bendición en cada encuentro con mis grupos.
Finna Hernández Cárdenas/Directora General de Peregrinaciones KM Agencia de viajes.