Ana María Ibarra
Durante el mes de septiembre la Iglesia invita e impulsa a sus fieles a acercarse a las Sagradas Escrituras, para lo cual es necesario saber distinguir entre una Biblia católica y una protestante, ya que existen diferencias. El padre Héctor Xavier Villa, licenciado en Teología Bíblica, nos ayuda a hacer la distinción.
Interpretación
El sacerdote explicó que una de las diferencias principales entre una Biblia católica y una protestante es la manera de interpretarla.
Indicó que existe la creencia de que la Iglesia Católica prohibía a los miembros de la comunidad leer la Sagrada Escritura y reconoció que a la Iglesia le costó dar ese paso, por miedo a que se le diera una mala interpretación.
“La Iglesia ha sido celosa de la difusión de la Sagrada Escritura y de su interpretación por el temor de que el lector creyente la interpretara desde su visión, su condición o desde su lectura personal y particular”, dijo el padre Héctor.
Recordó que fueron los protestantes, con la reforma de Martín Lutero, los primeros en ofrecer al pueblo la oportunidad de acercarse a las Sagradas Escrituras.
“Este hecho sucedió hace cinco siglos y desde entonces las iglesias protestantes, especialmente luteranos, bautistas y anglicanos, han insistido y promovido permanentemente la lectura de la Sagrada Escritura entre la gente”, señaló.
Dijo que la gran diferencia entre la Iglesia Católica y los protestantes, es la libre interpretación de la Sagrada Escritura.
“(los protestantes) se sienten poseedores cada uno del don del Espíritu Santo, con autoridad de interpretarla de acuerdo con lo que a ellos les inspire o les diga… y a veces pueden ser hasta contradictoria la comprensión del texto”, afirmó el sacerdote.
En este sentido, explicó que esta “libre interpretación” ha llevado a que exista una gran variedad de grupos cristianos no católicos e incluso iglesias sin denominación, pero que se identifican con el espíritu cristiano.
Aclaró que fue con el Concilio Vaticano II, a través del documento Dei Verbum, como la Iglesia Católica finalmente decidió poner la Biblia en las manos del pueblo.
Diferencias
Al hablar sobre las diferencias físicas entre la Biblia Católica y la protestante, el sacerdote explicó que las Biblias con traducción católica están reconocidas o son presentadas por un obispo o por una comisión episcopal, es decir, por una autoridad eclesiástica.
“Es lo que le llamamos el nihil obstat, es decir, “nada obsta” para que esta Biblia se dé a conocer”, afirmó.
Para el padre Villa fue muy atinado que en la primera parte del Siglo XX, y antes del Concilio Vaticano II (1962 y 1965), hubiera un acercamiento notable entre eruditos católicos y protestantes, pues así surgió un texto basado en las lenguas originales.
“El Nuevo Testamento fue escrito en griego y el Antiguo Testamento en hebreo. Protestantes y católicos se fueron acercando a esta versión común y autorizada a la cual todo traductor puede acudir para ofrecer una version seria, porque la Biblia no fue escrita en español ni en ninguna de las lenguas actuales, expuso.
Cualquier estudioso de la Biblia experto y cualquier iglesia cristiana que quiera hacer una traducción del texto sagrado a una lengua popular, debe utilizar como referencia los dos textos: griego y hebreo reconocidos oficialmente.
“Para conjuntar esos textos participaron ministros de iglesias protestantes y católicas. Podemos encontrar traducciones de la iglesia protestante que no están autorizadas o reconocidas por una autoridad católica, aunque hay una traducción que sí está autorizada hasta donde conozco (conocida como “Dios llega al hombre”)”, aclaró.
Resaltó la importancia del ecumenismo presente en el Concilio Vaticano II:
“El concilio dio como fruto en la Iglesia Católica el gran documento Dei Verbum o de la Divina Revelación, que es una constitución dogmática en torno a la revelación que Dios ha hecho a la humanidad desde siglos pasados y que está contenida en la Biblia. En dicha reunion universal hubo observadores participantes de otras iglesias”.
Mencionó que fue en ese momento en el cual se dieron algunas normas de lectura.
“Es necesario leer la Sagrada Escritura con el Espíritu con que fue escrita. Además conviene meditarla a la luz de la Tradición, que ya lleva siglos, y a la luz del Magisterio, es decir, la autoridad eclesiástica en la Iglesia. Son los pilares importantes y necesarios para una lectura católica de la Sagrada Escritura”, afirmó.
Dijo que fue el mismo Concilio Vaticano II el que reconoció que los autores bíblicos eran verdaderos autores con habilidades y capacidades para poner por escrito el relato revelado por Dios, siendo que antes del Concilio se pensaba que eran simples secretarios o escritores.
El sacerdote dijo que en la Dei Verbum, la Iglesia equipara la Sagrada Escritura con la Eucaristía.
“La Iglesia siempre ha venerado la Sagrada Escritura como lo ha hecho con el Cuerpo de Cristo”. Hay textos profundos de San Jerónimo y de los primeros padres de la Iglesia donde afirman: comemos y bebemos el cuerpo de Jesucristo cuando lo comemos en la Eucaristía, pero también cuando leemos sus palabras. Esto le da a la Sagrada Escritura un lugar preeminente e importante en la vida de la Iglesia”.
Dei Verbum
Por otra parte, el padre Villa recordó que en la Dei Verbum queda explícito que los obispos, como transmisores de la doctrina, deben instruir a sus fieles en el uso recto de los libros sagrados, especialmente del Nuevo Testamento y los evangelios, empleando traducciones de la Biblia provistas de comentarios que expliquen, pues así podrán los hijos de la Iglesia manejar con seguridad y provecho la Escritura y penetrarse de su espíritu.
La constitución también indica la elaboración de traducciones convenientes para el uso del pueblo y procurar difundirlas por “los mismos pastores o los cristianos de cualquier estado”.
Número de libros
Otra diferencia entre una Biblia Católica y una protestante es el número de libros que contiene.
“La Iglesia católica no agregó textos a la Biblia, sino que hay dos traducciones del Antiguo Testamento: una en hebreo y otra en griego”.
“Son siete textos que fueron escritos en el tiempo posterior al exilio, cuando 70 ancianos se reunieron para traducir el texto hebreo al griego, 300 años antes de Cristo, para la gente que estaba fuera de Israel y que ya no hablaba hebreo. Esta traducción fue reconocida en su momento por los judíos y es conocida como la traducción de los setenta o Septuaginta”, explicó el padre Villa.
Dijo que esos textos no estaban incluidos en el texto original hebreo, sin embargo fueron agregados por los traductores, esto nos hace pensar en la libertad y apertura que tuvieron para considerar otros textos como inspirados y que son fruto de la fe del pueblo de Israel. La Iglesia Católica consideró que estos textos también son inspirados por Dios.
Los libros son: Tobías, Judit, Sabiduría, Eclesiástico o Sirácide, Baruc y la primera y segunda de Macabeos.
“La Iglesia Católica los llama deuterocanónicos y los protestantes los llaman apócrifos”.
Para concluir, el padre Héctor invitó: “Queremos que la Palabra de Dios sea conocida y leída por nuestro pueblo, en las familias y en las comunidades y entrar en comunión con el misterio de Dios, con Jesucristo y el Espíritu Santo”.
Versiones de Biblias católicas
En la Iglesia Católica existen distintas versiones de la Biblia . El padre Héctor expuso los beneficios de cada una de ellas.
Biblia católica para jóvenes: De mucho éxito. Es colorida y atractiva porque trae preguntas y comentarios para los jóvenes.
Nacar-Colunga: Biblia muy antigua, de las primeras traducciones.
Biblia de la nueva evangelización: Es una versión con el acento de la nueva evangelización promovida por San Juan Pablo II.
Biblia Latinoamericana: Es la más popular y conocida, con un lenguaje sencillo, cercano a la mayoría de la gente. Es recomendable y muy pastoral.
Biblia de la Iglesia en América: Es reciente, de no más de cinco años. Fue una encomienda del Episcopado de AL para realizar una traducción nueva a un grupo de biblistas del continente, cercana al lenguaje del pueblo latinoamericano. Es recomendable por las notas marginales y las notas a pie de página.
Biblia de Jerusalén: Es una traducción mas científica y académica, fruto la llamada escuela francesa. Ofrece notas marginales que permite ir a otros textos; tiene notas a pie de página valiosas desde la ciencia bíblica.
Biblia de nuestro pueblo: Biblia con un acercamiento pastoral.
Biblia Dios habla hoy: Es una traducción protestante, permitida o reconocida por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM). Alguna versión de esta Biblia, incluye los libros deuterocanónicos por el acercamiento y el diálogo que ha habido católicos y protestantes.