Don Pablo y Doña María de Jesús de Jesús celebrarán el 23 de septiembre 75 años de feliz matrimonio…aquí comparten su historia y el secreto de su perseverancia.
Fincada en Dios, en el amor y el respeto, Pablo Cuarón y María de Jesús de Jesús Galindo iniciaron su vida matrimonial hace 75 años, lo que es para ellos una gran bendición, y para su familia un gran ejemplo que ha dado grandes frutos que hoy comparten con la comunidad diocesana a través de una entrevista concedida a Presencia.
Eterno noviazgo
Originaria de Casas Grandes, María de Jesús de Jesús llegó a Ciudad Juárez a estudiar un curso comercial bilingüe y fue cuando vio por primera vez a Pablo.
“Ella me conoció primero. Dice que cuando yo pasaba por la escuela ella se levantaba de su silla a verme por la ventana”, dijo don Pablo, hoy de 97 años, al preguntarles cómo se conocieron.
“Lo veía pasar por la ventana de la escuela y me gustaba mucho. Después nos conocimos y fuimos novios y hasta la fecha somos novios”, dijo María de Jesús de Jesús sin recordar bien los detalles del encuentro personal.
Aunque sí recordó que fue en la boda de una amiga donde fue madrina, cuando Pablo la acompañó y desde entonces iniciaron su noviazgo.
En esa época, agregó María de Jesús, nunca tuvieron un pleito. Ella regresó a Casas Grandes y él iba a visitarla en Semana Santa.
“De novios él se portaba muy bien, y yo también. Duramos como dos años de novios y luego ya nos casamos”, compartió María de Jesús.
Boda sencilla
La boda se realizó el 23 de septiembre de 1941 en la parroquia de San Antonio en Casas Grandes, presidida por el padre Ortiz. Fue una boda sencilla, y ese mismo día ambos regresaron a Ciudad Juárez, donde formaron su familia.
“La boda fue a las 12 del mediodía y el tren salió a las 4 de la tarde de Casas Grandes pero se descarriló y llegamos a las 5 de la mañana. El tren venía lleno, y yo, la novia, venía parada, nadie me daba el lugar. Pablo también venía parado”, narró la mujer que recién cumplió 99 años de edad.
Recién casados, Pablo comenzó a trabajar con un señor norteamericano, quien lo ayudó a iniciar su propia compañía.
El matrimonio procreó tres hijos: Bertha Eugenia, la mayor, quien los atiende y todos los días los visita; María de Jesús Antonia, quien vive en la ciudad de Chihuahua, y Pablo, el menor.
Familia cristiana
En estos 75 años, el gran logro de María de Jesús y Pablo es haber construido una familia unida, cristiana y cercana a Dios, donde, a pesar los problemas cotidianos, nunca han enfrentado alguna dificultad grave, ni como matrimonio, ni como familia.
“Tenemos nuestros tres hijos muy católicos, con sus familias, sus matrimonios, son muy buenos. Es una felicidad para nosotros tener tres hijos que no nos han dado problemas”, dijo satisfecha María de Jesús, quien recibió como regalo de esos tres hijos, 10 nietos y 21 bisnietos.
“Como matrimonio nunca hemos tenido un pleito. Si él se enojaba me quedaba callada. Discutimos normal, pero así como los matrimonios pelean de decirse cosas, nunca nos hemos peleado. No ha sido difícil el matrimonio, no hemos tenido enfermedades graves ni nosotros ni nuestros hijos. Dios nos tiene aquí, quién sabe porque será”, dijo María de Jesús.
Hoy lo que María de Jesús lamenta es no poder caminar, pues aunque ni ella ni su esposo están enfermos, los años han hecho sus estragos. Sin embargo, don Pablo aún sale todos los días a su oficina para estar al pendiente de su empresa.
“Nos mantenemos en la silla de ruedas o en el carrito. Quisiera estar de 20 años pero es imposible… pero de salud estamos bien”, agregó doña María de Jesús.
Familia bendecida
A lo largo de su vida matrimonial, María de Jesús de Jesús y Pablo han celebrado sus aniversarios de bodas al lado de sus hijos y nietos, y ahora lo harán con sus bisnietos.
“Cuando cumplieron 50 años de casados lo celebramos en Casas Grandes, fuimos toda la familia. Fue muy bonito porque fue la boda en la iglesia de San Antonio, donde ellos se casaron. Mi hijo Lalo hizo un video conmemorativo que se proyectó ese día y mi papá lloró mucho”, compartió Bertha Ofelia, la hija mayor.
Otro festejo fue a los 65 años de matrimonio, cuando toda la familia partió en un crucero para festejar a los señores Cuarón.
“Somos una familia muy unida, todos vienen a vernos, cuando no son los nietos, son los bisnietos, pero todos vienen a vernos”, dijo contenta María de Jesús.
Aunque su amor de madre, abuela y bisabuela es igual para todos, para María de Jesús de Jesús es una bendición tener un nieto sacerdote, “pues no todas las familias tienen esa bendición”, expresó.
Ofrecen consejos
Para sus hijos y nietos, don Pablo y doña María de Jesús han sido un ejemplo a seguir.
“Cuando tenemos algún conflicto mi esposo y yo siempre pensamos en mis papás que siempre se han tolerado. Son un ejemplo a seguir”, dijo Bertha Ofelia.
Don Pablo y doña María de Jesús de Jesús invitaron a los matrimonios jóvenes a encomendarse a Dios, pues es Él quien da todo.
“Si se acercan a Dios todo tendrán. Dios te cuida, tú le puedes pedir tantas gracias y Él te dará vida, salud, tantas cosas. Él está con nosotros y nosotros estamos con Él”, dijo María de Jesús, quien agregó que también se requiere de mucha paciencia para mantener un matrimonio de 75 años.
Por su parte, don Pablo dijo que el respeto es una de las bases más importantes del matrimonio.
“Respétese uno al otro. Tomar esa precaución de respetarnos y como nos queríamos mucho afortunadamente hasta ahorita estamos bien, platicamos mucho, nunca nos enojamos, todo fue muy bonito”, expresó don Pablo quien sigue siendo romántico y detallista con su esposa.
“Trabajo desde hace 19 años con ellos, nunca los he escuchado pelear. Cuando ella cumple años y el 14 de febrero, el señor le trae un chocolate de corazón grande… es muy detallista. A la edad que tienen, a él no se le pasa despedirse de ella con un beso o una caricia en la mano”, compartió doña Isabel, empleada de la familia Cuarón desde hace 20 años.
Me siento muy bien en mi matrimonio. Gracias a Dios me ha tocado buena mujer, ha batallado conmigo porque soy muy renegón, pero me siento muy bien.
Don Pablo Cuarón, esposo
Nos sentimos muy felices. Para mi edad creo que soy la única que tiene papás viejitos en Juárez.
Bertha Ofelia Cuarón, hija del matrimonio