Ana María Ibarra
Con motivo del Décimo aniversario de su Capilla de Adoración Perpetua, la comunidad parroquial de La Sagrada Familia, a través del grupo de adoradores, organizó y realizó un Sitio de Jericó del 6 al 13 de octubre.
Y aunque en esta pandemia se ha recortado el horario y ahora cerrado la capilla de adoración, no podían dejar de agradecer a Dios todas las bendiciones recibidas.
Misa y adoración
Para dar inicio el Sitio de Jericó se celebró una misa presidida por el padre Mario Manríquez, párroco de la comunidad, el pasado 6 de octubre a las siete de la noche.
Claudio Pérez Orona, integrante del equipo de adoración, compartió que el Sitio de Jericó se organizó por horarios, con un aforo de 25 personas para cada hora, tomando las medidas de salud necesarias.
Recordó que las personas que han asistido a los pies de Jesús Sacramentado en este espacio no son únicamente de la comunidad parroquial, sino de distintas comunidades.
El Sitio de Jericó se realizó de ocho de la mañana a siete de la tarde, y la misa de cierre y de acción de gracias tuvo lugar el martes 13 de octubre a las siete de la tarde.
Un beso del Señor
Claudio lamentó que no hay mucha afluencia de personas para la adoración.
Dijo que al abrirse la capilla, él y su esposa se comprometieron para adorar una hora los sábados en la noche, pero luego cambiaron a la madrugada.
“Por las actividades del día se hace difícil estar en recogimiento delante del Señor, por eso me comprometí para acudir de una a tres de la mañana, de lunes a viernes, que era cuando estaban los espacios vacíos”, recordó quien desde hace ocho años es líder del horario de doce de la noche a seis de la mañana.
Dijo que en estos 10 años de funcionamiento de la capilla, todos los horarios se han cubierto con personas comprometidas, ya sea en un horario definido, o sin compromiso, simplemente con el anhelo de ir a adorar a Jesús.
“Él está ahí, esperando a que vayamos, no importa si estamos en estado de gracia o no, Él siempre nos recibe con los brazos abiertos. El santo cura de Ars expresó que cuando iba a adorar al Señor, Él lo recibía con un beso, eso es algo sumamente hermoso y grande que nos estamos perdiendo si no vamos”.
Diez años
Con la esperanza de que pronto pase la contingencia y nuevamente la capilla se abra las 24 horas al día, Claudio invitó a la comunidad a no desaprovechar ese espacio de encuentro con Jesús.
“Cumplimos 10 años y lo celebramos, pero aún nos queda vida que podemos dedicar a nuestro Señor. Con nuestra presencia ante el Santísimo, logramos que Él derrame bendiciones. Invito a todas las personas que quieran recibir ese beso de nuestro Señor, se acerquen al Santísimo, pudiéramos empezar dedicándole una hora a la semana y lograríamos que siga derramando bendiciones en la ciudad”, invitó para cuando sea el caso de que la capilla reabra sus puertas.