Ana María Ibarra
Entre juegos, reflexiones, convivencia y una misa de acción de gracias, el grupo de Infancia y Adolescencia Misionera de la parroquia El Señor de la Misericordia celebró su décimo aniversario de fundación.
A los festejos, que se realizaron 28 y 29 de mayo, se sumaron algunos jóvenes que fueron parte de la IAM en su niñez y quienes gustosos compartieron algunos momentos de alegría con las nuevas generaciones de pequeños misioneros.
Historia y fundadora
Con la inquietud de llevar a cabo un programa de perseverancia para niños y adolescentes que hubieran concluido su catecismo y hecho su primera Comunión, la hermana Flor Carrillo, Dominica de la Doctrina Cristiana, encontró en la IAM un grupo de crecimiento con espíritu misionero
“Empecé la IAM con un grupito de 25 niños que terminaron su primera Comunión. El grupo se fue consolidando y en el siguiente curso aumentó”, compartió la religiosa quien estuvo asesorando a la IAM sólo dos años, ya que fue enviada a otra misión
“Fue una experiencia muy bonita, cuando regresé, varios jóvenes se me acercaban, de los que estaban en el grupo o habían estado”, expresó contenta la hermana Flor quien hoy sirve en El Señor de la Misericordia y sigue apoyando a la IAM.
“Me da mucho gusto por estos 10 años porque en los niños se va despertando el espíritu misionero Unos niños llegan aquí desde los tres años, van creciendo y se van consolidando en ese espíritu misionero”.
Invitados especiales
El grupo misionero de Nuestra Señora del Refugio fue invitado al evento de aniversario de El Señor de la Misericordia.
“Es una experiencia maravillosa que nos ha dejado muchos frutos. Los niños nos sorprenden de lo que han aprendido. Cuando hemos ido a misionar dan amor y comparten con el más necesitado. En las misiones se han quitado su chamarra para donarla. Es parte de nuestra misión, que ellos sean sensibles a las carencias de los demás”, compartió Raquel Moreno, coordinadora de este grupo que inició hace 6 años y cuenta con unos 30 miembros.
“Nos gustaría que todos los niños que se quieran integrar se acerquen y que esto se extienda a todas las parroquias, los invitamos a que participen, ser misionero es una labor muy bonita”, invitó.
Qué hace un niño misionero
El objetivo de la IAM es formar niños y adolescentes misioneros a través de cuatro factores importantes: llevar la palabra de Dios a otros niños, hacer oración por los niños de todo el mundo, dar testimonio y colaborar económicamente de sus ahorros el Domingo Mundial de las Misiones.
“Con su ayuda, ellos colaboran a nivel mundial y aquí, en la diócesis, llevando la palabra de Dios a otros niños. Qué bueno sería que en todas las parroquias se pudiera promover la IAM porque es una espiritualidad muy bonita que ayuda a los niños a tener objetivos grandes de apoyar a otros niños”, afirmó la hermana Flor Carrillo.
Los niños y adolescentes de la IAM, presentes en la diócesis han asistido a congresos nacionales de la IAM donde han tenido grandes experiencias, por lo que se preparan para el siguiente encuentro en enero del 2017.
Semillero Vocacional
“Cuando empiezas a trabajar con el niño, nunca olvida que Jesús lo ama y la IAM se vuelve un semillero vocacional”, compartió Claudia Lugo, coordinadora del grupo IAM en El Señor de la Miseriocrdia, que lleva por lema “Que los niños ayuden a los niños”.
Claudia invitó a todas las demás parroquias a acercarse a conocer la Infancia y Adolescencia misionera.
“Es muy hermoso trabajar con los niños desde pequeños y ver cómo se forman en el amor de Cristo, quizá no veremos los frutos pero nos toca sembrar”, invitó.
Felices de ser parte de la familia IAM
Con 22 años de edad, Alejandra Castrejón forma parte de la primera generación de la IAM, donde hace 10 años inició su “gran aventura” .
“Para mi es una bendición que el Señor me ha dado, es una linda experiencia ver a los niños y a los de mi generación”, dijo emocionada.
Alejandra fue misionera por 5 años, después ingresó a Confirmaciones donde también dio temas. Regresó a la IAM como asesora y ahora el Señor la ha llamado a una misión más grande.
“Soy ministra extraordinaria de la Comunión. Estoy muy contenta porque no me lo esperaba. Sigo en la IAM a veces como coordinadora, secretaria, asesora con niños pequeños y en todo lo que puedo ayudar. Es algo tan bonito que no puedes separarte de este grupo que es tu familia”, expresó.
“Invito a todos los niños y adolescentes de 4 a 16 años que formen parte de esta gran familia, para dar un granito de arena para que los demás puedan conocer a Jesús, a mamita María y compartirlo con quienes no la conocen”, concluyó.
María Fernanda Díaz, de 14 años, también inició su experiencia en la IAM hace 10 años.
“Al principio sólo acompañaba a mi mamá a dejar a mi hermano. Después mi mamá se volvió catequista y yo iba a las clases con ella y de lo que escuchaba, aprendía. En un tiempo tomé las clases y después fui asesora”, compartió.
Entre las experiencias que María Fernanda ha vivido están visitar asilos y orfanatos, además de participar en congresos nacionales.
“Hemos visto muchos problemas y nos damos cuenta de las bendiciones que tenemos y que podemos compartir con los demás. Es una experiencia muy bonita. Están invitados todos al grupo”, dijo la joven .
Por su parte, Janeth, adolescente de 13 años de la parroquia Nuestra Señora del Refugio dijo:
“Ha sido una experiencia muy bonita estar aquí, me han enseñado muchos valores, proyectar la palabra de Dios a todos. Las experiencias que más me han gustado son las veces que hemos salido y conocido a niños en asilo, en Anapra. Ayudo a preparar los temas y a explicar, dirijo a veces al grupo.”